El mejor consejo que Nadia Tereszkiewicz ha recibido desde que empez? a actuar hace menos de una década es este:*“Hacer el rid?culo no mata”. Se lo dio*Valeria Bruni-Tedeschi, que la dirigi? en uno de los dos largometrajes que supusieron su lanzamiento al estrellato, ‘La gran juventud’, gracias al que el a?o pasado obtuvo el premio César -el equivalente francés al Goya- a la Mejor Actriz Revelaci?n; el otro, la comedia ‘Mi crimen’, fue uno de los grandes éxitos de la taquilla gala de 2023. Tereszkiewicz tuvo ocasi?n de certificar la utilidad de aquella recomendaci?n aquellas palabras al protagonizar la ficci?n que*ahora estrena en Espa?a, ‘Rosalie’.*

“Hizo que me cuestionara mi propia feminidad”, nos confiesa acerca del personaje al que encarna en la pel?cula, una mujer aquejada de*la enfermedad hormonal conocida como hirsutismo*que provoca el crecimiento excesivo de barba y vello corporal en el cuerpo femenino. “Al verme tan peluda me quedé estupefacta, sent? terror, y comprend? hasta qué punto me importa mi imagen externa; supongo que es una preocupaci?n inevitable para alguien cuya profesi?n se basa en buena medida en el escrutinio del p?blico”.

Inspirada en*Clémentine Delait, posiblemente la m?s ilustre mujer barbuda que jam?s existi?, Rosalie se se niega a ser considerada un monstruo pese a la presi?n que ejerce sobre ella la estrechez de miras de la Francia de provincias del siglo XIX. “Tuve que pelear no solo para la aceptaci?n de mi personaje en la sociedad de su época sino también para aceptarme a m? misma, porque al principio de la filmaci?n ni siquiera me atrev?a a dejarme ver por el resto del equipo”, a?ade la actriz. “Y creo que eso prueba la relevancia de lo que la pel?cula dice*en contra de los prejuicios que se imponen sobre el cuerpo femenino*y en favor de la tolerancia”.*

A lo largo del rodaje, para meterse en la piel de Rosalie, Tereszkiewicz tuvo que enfrentarse a casi*cinco horas diarias de maquillaje*durante las que*miles de pelos le eran pegados uno a uno en el rostro*y el cuello hasta componer una barba frondosa. “Era un ritual tedioso pero muy positivo, porque me ayudaba a apropiarme del personaje. Las transformaciones corporales resultan muy ?tiles para una actriz que, como yo, se enfrenta a su trabajo a partir de lo f?sico; en general, trato de capturar la psicolog?a de mis personajes sobre todo través de sus gestos y posturas. Seguramente es el efecto de mi pasado*en el mundo de la danza”.

Nacida para bailar

Tal vez lo m?s chocante de la trayectoria seguida por la actriz es que, pr?cticamente hasta que empez? a tener éxito en el cine, ni siquiera se hab?a planteado realmente la posibilidad de dedicar su vida a ello pese a que no solo*naci? en Cannes,*sede del festival de cine m?s importante del mundo, sino que podr?a decirse que le debe su nombre de pila al certamen francés: sus padres -él, director de m?rketing de origen polaco; ella, profesora de pilates finlandesa- lo eligieron en homenaje a la joven hero?na de ‘Quemado por el sol’, la pel?cula de Nikita Mikhalkov que en 1994 obtuvo all? el Gran Premio del Jurado;*Nadia es el diminutivo de Nadejda, que en ruso significa esperanza. Durante la infancia y la adolescencia, decimos, Tereszkiewicz dedic? su atenci?n exclusivamente a otra cosa: bailar.

Empez? a practicar la danza cl?sica a los 4 a?os, y durante los siguientes 14 lo hizo sin descanso, ocho horas cada d?a. “Toda mi existencia se basaba en el baile y, durante mucho tiempo, nunca me cuestioné mi vocaci?n”, recuerda. A los 18 se mud? a Canad? tras ser admitida en una gran compa??a de danza. “Aquello*destroz? mi confianza,*porque de inmediato me di cuenta de que todos mis compa?eros ten?an mucho m?s talento que yo”. En parte por eso y en parte por las se?ales de alarma que recib?a de su cuerpo y en concreto de sus rodillas, decidi? abandonar. “Sent? que hab?a echado mi vida a perder”, lamenta. “Por suerte, tras mudarme a Par?s descubr? el teatro, y en seguida me enamoré de la idea de actuar porque unificar mis dos pasiones, la danza y la literatura”.

Hizo su primera aparici?n cinematogr?fica solo unos meses m?s tarde en una pel?cula titulada precisamente ‘La bailarina’ (2016) -biopic de Loïe Fuller, a quien idolatra-, pero la que la dio a conocer en Francia es ‘Solo las bestias’ (2019), intriga dirigida por Dominik Moll en la que compart?a escenas amorosas con*Bruni-Tedeschi;*un a?o después se midi? frente a la c?mara con*Catherine Deneuve*en un corto promocional para la firma Roger Vivier y puso rostro a los videoclips de dos canciones de*Benjamin Biolay.

La visibilidad que esos trabajos le proporcionaron result? esencial para que el director*François Ozon*la pusiera al frente del reparto de ‘Mi crimen’ en la piel de una actriz que se acusa a s? misma de un asesinato que no cometi? en busca de notoriedad, y para que Bruni-Tedeschi la convirtiera en su propio ‘alter ego’ al recrear en*‘La gran juventud’*sus a?os formativos en el Théàtre des Amendiers*a principios de los 80. Entonces lleg? el César. “Al recogerlo, y verme aceptada y reconocida por el cine francés, sent? mucha paz”, reconoce. Y también en aquel momento, o poco después, se acord? de otro consejo, este quiz? uno de los peores que le han dado nunca; lo recibi? del productor Paulo Branco durante el rodaje de ‘Salvajes’ (2018), otro de sus primeros trabajos cinematogr?ficos. Le dijo:*“Si pretendes hacer carrera, tendr?s que cambiarte el apellido”.*Nada que decir al respecto.*



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