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ãÔÇåÏÉ ÇáäÓÎÉ ßÇãáÉ : L?branos del mal, Taylor Swift: una romer?a vip para expiar los pecados de Madrid


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05-30-2024, 01:00 AM
Una estampita de Taylor Swift pisoteada a las puertas del Santiago Bernabéu es el resumen perfecto de una cita que tuvo m?s de romer?a que de concierto. Bendecidas por la artista de Pensilvania, 65.000 almas salieron exhaustas tras m?s de tres horas de alabanzas, oraciones y ruegos. Reventadas, pero con el pechito lleno. Hab?an sido rozadas por su gracia y, como en Lourdes y F?tima, el placebo ya les durar? toda la vida. Anoche, Madrid procesion? al ritmo de Swift como si de un milagro se tratase: la levantaron, la adoraron y la glorificaron al tiempo que, pa?ales y cl?nex mediante, sus fieles aguantaban el tipo como pod?an... Las l?grimas no s?lo fueron de pasi?n.*

“Hola, Madrid. Encantada de conoceros. Esta manera de cantar y bailar me ha emocionado”, dijo tras arrancar con Miss Americana & The Heartbreak Prince, Cruel Summer y The Man. Son? celestial, como si del final de un Ave Mar?a se tratase. Los v?tores no tardaron en aparecer tal y como sucede en El Roc?o cuando elevan su paso: si su virgen habla, ellos acompa?an. No hubo velitas, pero s? pulseras que cambiaban de color seg?n el disco que tocaba. Por segundos, y salvando las distancias, el estadio del Real Madrid cambi? los goles por hostias. No de las que duelen, sino de las que sanan. Ya saben: el diazepam ideal para quien sufre ansiedad. Aqu? la hubo a borbotones... No todos los d?as tenemos enfrente a una Santa.*

Como en cualquier peregrinaci?n, el margen de improvisaci?n result? escas?simo. Los seguidores sab?an cu?ndo gritar, qué decir y c?mo saltar. Una lecci?n que aprendieron gracias a un documental sobre The Eras Tour que fulmin? toda sorpresa del directo. De hecho, cabe pensar que hasta los gestos y comentarios de la intérprete estaban requetecalculados. Fue dif?cil encontrar instantes que rompieran guion. De ah? que su emoci?n al terminar la era Lover, la primera de las nueve que vertebraron el bolo, fuese recibida con una enorme ovaci?n. Gestos as?, en un espect?culo tan ostentoso, la acercaron un pel?n m?s a sus feligreses.

Muy devotos, conoc?an hasta la ?ltima coma de un repertorio formado por 45 cortes. Cerca de la zona de prensa, una joven de 14 a?os se abrazaba desconsolada a una madre que hac?a lo posible por cantar letras que se le escapaban. A su lado, una pareja se sacaba una fotograf?a que r?pidamente envi? por WhatsApp. Tampoco faltaron los que, sin apenas conocer su m?sica, se plantaron en la grada para apoyar a los suyos. Pero, bueno, por su cara, la excursi?n no fue tan terror?fica. En el futuro lo recordar?n con cari?o. Alguno, incluso, ya desconectado de Taylor, se reconcili? con su pasado cuando empezaron a sonar los temas de Fearless y Speak Now.

13 a?os sin pisar Espa?a

Si por algo se ha convertido en una de las autoras m?s interesantes del siglo XXI, es por haber armado un cancionero universal capaz de representar a la mayor?a. Es por ello que, a pesar de la edad, este miércoles hubo quien logr? resucitar al adolescente que fue tras escuchar las melod?as que le marcaron entonces. Bastaron los primeros acordes de Love Story y You Belong With Me para confirmarlo: sus aspavientos corporales les delataron. De lo que a?n no eran conscientes es de que esta embriaguez religiosa, en el futuro, se convertir? en un preciado amuleto que conservar. S?lo entonces, le dar?n el valor que merece. Ay, Taylor. Qué dichosa eres.*

La ?ltima (y ?nica) vez que actu? en Espa?a fue en 2011. Sin embargo, la experiencia no fue del todo positiva. Si bien todav?a no era la estrella global de hoy, convenci? a 4.000 personas en un Palacio de los Deportes de Madrid a medio llenar. Cant? 13 canciones, 32 menos que ahora. Y, aunque desat? la euforia, su paso no result? relevante. Estuvo a punto de regresar en 2020 como cabeza de cartel de Mad Cool, pero la pandemia le oblig? a cancelar la gira. Motivos por los que su vuelta ha despertado tanto interés. En total, 130.000 asistentes la aclamar?n en las dos paradas que realizar? en el pa?s. Este jueves, tendr? la lugar la segunda.*

Purpurina y bicicletas

El show que mont? es tan grande como parece. Hubo bicicletas, caba?as, bailarines, fuegos, plataformas… Todo dise?ado para que el desfile de lentejuelas y purpurina que lider? brillase con m?s fuerza si cabe. Sin olvidar el vestuario que Alberta Ferreti, Roberto Cavalli y Vivienne Westwood le han confeccionado para la ocasi?n. Un universo propio que termin? de explotar cuando Red y 1989 tomaron protagonismo: no faltaron los flecos y los sombreros en una multitud caracterizada que entraba en trance cada vez que su era favorita arrancaba. Una comuni?n divina, pero sin necesidad de confesarse.

El furor que desataron We Are Never Ever Getting Back Together, All Too Well, Blank Space, Shake It Off y Wildest Dreams hizo retumbar el recinto, rebautizado el pasado 26 de abril con una dudosa ac?stica. La piller?a y la soltura con la que se movi? sobre el escenario las hizo a?n m?s hipn?ticas. Nadie como Taylor para saber c?mo gui?ar un ojo o d?nde lanzar un beso. Siempre en su justa medida. A favor de la taquicardia generalizada. “Sois muy lindos. Vamos a disfrutar de una gran noche”, solt?. Y la luz se hizo. Como aquella que hipotéticamente s?lo ven los bienaventurados. Aunque, esta vez, procediese de los gigantescos focos que la coronaban… y no del cielo. Cuesti?n de perspectiva.*

Dos sorpresas ac?sticas

Tras 18 de carrera, nadie pone en duda la potencia vocal y el carisma escénico de la cantautora. Ahora bien, hay discos que han conectado mejor que otros con el p?blico. Reputation, por ejemplo, salvo por los deliciosos Look What You Made Me Do y Delicate, se encuentra en la parte baja de la tabla. Que s?, que muy chulos los visuales y tal. Pero la realidad es que esta cara no sienta demasiado bien a Taylor. Todo lo contrario que Folklore y Evermore, sus ?lbumes m?s brillantes hasta la fecha: su car?cter introspectivo aguant? bien el ambiente de un coliseo de estas caracter?sticas. S?lo hubo que ver los tres minutos de ovaci?n que recibi? tras Champagne Problems. Alg?n suspiro se escap?… Habr?a que ver si fue por conmoci?n o por aburrimiento.*

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El protocolo se rompi?, entre comillas, pues hasta este momento estaba planificado, cuando la artista cogi? su guitarra para entonar un ac?stico exclusivo en cada fecha: Sparks Fly y Snow On The Beach a guitarra y piano s?lo apto para madrile?os. El cierre corri? a cargo de Midnights, un colof?n que subray? la gran haza?a de Taylor: dar al pop la épica del rock. Es verdad que Anti-Heroy Karma tienen poco del género, pero la actitud que desprenden bien les valdr?a el t?tulo. A la altura de Bruce Springsteen, Guns N’ Roses y Bon Jovi, ella se ha ganado el respeto a golpe de canciones inmortales. Una ascensi?n que parece no encontrar techo. Dios dir?... Perd?n, Taylor.



ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/libranos-mal-taylor-swift-romeria-103094341)

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