ÇáãÓÇÚÏ ÇáÔÎÕí ÇáÑÞãí

ãÔÇåÏÉ ÇáäÓÎÉ ßÇãáÉ : 1848, el a?o que cambi? nuestro presente: "Se estableci? una nueva forma de hacer pol


ÇáÑíÜÜã
06-08-2024, 09:30 AM
En enero de 1848 (https://www.epe.es/es/cultura/20240608/1848-cambio-presente-establecio-christopher-clark-libro-103485150), los muros de los edificios de Palermo aparecieron llenos de mensajes en los que se anunciaba que el 12 de ese mes, coincidiendo con las celebraciones con motivo del cumplea?os del rey, estallar?a una revuelta popular para reclamar libertad y mejoras sociales. Los mensajes iban firmados por un supuesto "comité revolucionario" que, si bien pod?a ser revolucionario, lo que estaba claro es que no era un comité. Detr?s de ese aparente colectivo organizado estaba una ?nica persona: Francesco Bagnasco, un veterano de las revoluciones de 1820, convencido de que la poblaci?n siciliana, harta de los borbones, secundar?a un movimiento revolucionario con tan solo leerlo en las paredes. As? fue. Aunque los d?as previos las autoridades estuvieron en estado de alerta y tomaron toda la ciudad, llegado el d?a 12, el pueblo se levant? contra el rey.

"Las revoluciones y m?s concretamente las de 1848 no se pueden explicar ?nicamente por la pobreza, el hambre o las condiciones de vida. Si bien son elementos muy importantes, no son determinantes desde el momento en el que, a lo largo de la historia, ha habido mucha pobreza pero muy pocas revoluciones", explica el historiador australiano Christopher Clark. "Cuando Bagnasco pint? sus mensajes en las paredes de Sicilia, la monarqu?a borb?nica era ya muy impopular y en la isla hab?a un sentimiento nacional muy fuerte. Adem?s, los reg?menes de esa época hab?an dedicado el tiempo a perseguir a aquellos colectivos que atacaban el orden social, a las redes clandestinas, a los comunistas, a los socialistas, a los insurrectos… Sin embargo, mientras se preocupaban por controlar a sus enemigos, no repararon en que iban perdiendo amigos. No se dieron cuenta de que el sistema no es m?s seguro por tener pocos enemigos, sino que esa fortaleza depende en buena medida de sus aliados. Lo que demuestra la acci?n de Bagnasco es que las revoluciones de 1848 no fueron el resultado de grupos clandestinos y ni siquiera estuvieron planeadas".

El origen de todo

Después de t?tulos como 'Son?mbulos. C?mo Europa fue a la guerra en 1914' y 'Tiempo y poder. Visiones de la historia desde la guerra de los Treinta A?os al Tercer Reich', Christopher Clark acaba de publicar en 'Espa?a Primavera revolucionaria. La lucha por un mundo nuevo, 1848-1849' (Galaxia Gutenberg, 2024). Un ensayo en el que, a lo largo de sus casi mil p?ginas, el historiador repasa lo sucedido en 1848, a?o revolucionario que ha quedado eclipsado por fechas como 1789 o 1871, pero que result? clave para el desarrollo de la historia europea.

Image ID:
103509948
Christopher Clark es el vigésimo segundo Regius Professor de Historia en la Universidad de Cambridge.
Xavier Amado
/clip/79f6ee89-00fd-413c-ac85-16417d1f2891_source-aspect-ratio_default_0.jpg
2000
1463

"La primera vez que escuché hablar de las revoluciones de 1848 fue en la escuela —recuerda Clark—. Entonces me dijeron que hab?a sido un movimiento pol?tico complejo y que adem?s hab?a fracasado, lo que hace que la combinaci?n no sea demasiado interesante. Sin embargo, cuando comencé a sumergirme en el siglo XIX, que en mi opini?n es el siglo m?s apasionante y en el que acostumbro a centrar mis investigaciones, me di cuenta de que muchos de los acontecimientos del XIX proced?an de 1848. Muchas de las personas de esa época, como Otto von Bismark, por ejemplo, no paraban de hablar de ese a?o y lo pon?an en relaci?n con la aparici?n de la Alemania moderna. Al final, me di cuenta de que fue un momento de cambio y transformaci?n y eso es algo que me resulta muy interesante".

En apenas 12 meses, el continente europeo, desde Portugal a Rusia, vivi? una primavera revolucionaria a la que sigui?, durante el oto?o, una contrarrevoluci?n por parte de las autoridades, que buscaban sofocar las revueltas y reponer el orden subvertido. Aunque los revolucionarios fueron detenidos, muertos o exiliados, en contra de la opini?n extendida, para Christopher Clark la revoluci?n de 1848 no puede ser calificada de fracaso.

"La dicotom?a entre éxito y fracaso tal vez no sea la m?s adecuada para analizar este acontecimiento hist?rico. Para empezar, porque implica que la revoluci?n ten?a alg?n tipo de objetivo, cosa que no fue as?. Es cierto que algunos proyectos fracasaron, como el proyecto democr?tico, que tard? m?s tiempo del deseado en llegar, pero tampoco los reaccionarios obtuvieron una victoria sobre los revolucionarios a la hora de devolver las cosas al estado anterior. En ese sentido, creo que es mejor hablar de los efectos que tuvieron las revoluciones de 1848, que fueron muy profundos. Por ejemplo, se estableci? una nueva forma de hacer pol?tica, se asentaron las bases de instituciones liberales como los parlamentos o las constituciones y se legitim? una pluralidad de opciones pol?ticas como los movimientos nacionalistas", detalla Clark, para el que una de las dificultades con las que se encontr? la revoluci?n fue la poca amplitud de miras de los liberales, cuya naturaleza urbana hizo que no conectasen con la poblaci?n que habitaba en el campo.

Uno de los errores de los liberales fue dar la espalda a las reivindicaciones sociales de los radicales







"Uno de los errores de los liberales fue dar la espalda a las reivindicaciones sociales de los radicales y no ver que, sin justicia social, tampoco ellos y sus propuestas pol?ticas iban a tener sentido para el grueso de la poblaci?n que, adem?s, pertenec?a a las clases m?s bajas de la sociedad. Ese ego?smo provoc? un aislamiento que los desconect? de esas clases bajas y, muy especialmente, de aquellos que viv?an en el campo. De hecho, hasta los propios radicales austriacos se dieron cuenta de que no era suficiente ir a un pueblo y dar un discurso como lo dar?a un abogado de ciudad. Seg?n ellos, lo que hab?a que hacer era ir a esos lugares, sentarse, estar callado y escuchar qué ten?a esa gente del campo que decir sobre lo que representaba para ellos la pol?tica. En todo caso, ni los radicales ni los liberales estaban preparados para esa tarea y el resultado fue que los liberales acabaron abrazando a ese poder al que se hab?an enfrentado en un primer momento".

Mujeres, revoluci?n y cuarto poder

Adem?s de los diferentes grupos pol?ticos, en las revoluciones de 1848 jugaron un papel importante los medios de comunicaci?n y las mujeres, grupo social que result? m?s inteligente y ambicioso en sus reivindicaciones que sus compa?eros de lucha.

"Los medios de comunicaci?n fueron cruciales para el movimiento revolucionario. La proliferaci?n de nuevos peri?dicos permiti? una gran polifon?a de voces que exaltaron los ?nimos de la poblaci?n y, al mismo tiempo, provocaron una gran confusi?n por los an?lisis tan diferentes de una misma realidad. Tanto es as? que los liberales comenzaron a tener sentimientos encontrados sobre la libertad de prensa porque consideraron que hab?a llegado muy lejos", explica Clark que, para dar una idea del poder de la prensa en ese momento, recuerda que fueron los peri?dicos los que decidieron los nombres de los miembros del gobierno provisional de Francia, "algo como si El Pa?s y ABC se juntasen para decidir el nuevo Gobierno de Espa?a", bromea el historiador antes de abordar el papel de las mujeres en la revoluci?n del 48.

"Fueron muy activas, muy cr?ticas con el orden pol?tico y m?s radicales que los hombres. La raz?n era que el elemento patriarcal de ese sistema era tan fuerte, que no solo lo cuestionaron sino que reclamaron una revoluci?n verdaderamente profunda. Un cambio que transformase todos los espacios en los que se desarrolla la vida en sociedad, desde los dormitorios, a la ?pera, pasando por los parques y los espacios abiertos. La implicaci?n de las mujeres en la revoluci?n fue total. Lucharon en las barricadas, fundaron peri?dicos y crearon sus propias asociaciones, porque las organizaciones de los hombres no les permit?an el acceso. Adem?s, dieron testimonio de lo sucedido en textos que resultan m?s interesantes que los de algunos hombres porque no fueron tan partidistas o narcisistas. Cuando lees los escritos de Lamartine, por ejemplo, ves c?mo describe su entrada en las reuniones, c?mo habla, sus discursos, como la gente le aplaude… Las mujeres aportan un punto de vista diferente y tienen otra perspectiva a la hora de analizar las cosas. En todo caso, y a pesar de todo su esfuerzo, tampoco consiguieron ning?n avance", concluye Clark que, de nuevo se muestra indulgente con los acontecimientos de 1848.

Todas las revoluciones contienen semillas de futuro de las que no se sabe qué hay en ellas hasta que germinan a?os después







"Todas las revoluciones contienen semillas de futuro de las que no se sabe qué hay en ellas hasta que germinan a?os después. A pesar de que no se consiguieron demasiadas cosas en su momento, la revoluci?n de 1848 le dio la espalda al romanticismo pol?tico anterior e hizo que surgiera una nueva pol?tica m?s compleja en la que se mezclaron planteamientos liberales, radicales y conservadores. Es una pol?tica que, adem?s, dejaba atr?s las peleas en los parlamentos o la violencia en las calles y se decantaba por la palabra, por las discusiones, por la reflexi?n en los art?culos de prensa o por las charlas en los cafés".



ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/1848-ano-cambio-presente-establecio-103510001)

ÓíÑæã ÝíÊÇãíä Óí