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06-11-2024, 10:40 PM
Después de pasar*unos d?as en la Feria del Libro de Madrid (https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20240608/postales-olor-abril-celebrar-libros-suplemento-103503284?utm_source=rss-noticias&utm_medium=feed&utm_campaign=ocio-y-cultura)*y de protagonizar una charla en el CCCB,*el escritor Richard Ford*(Jackson, Mississippi, 1944), atiende a EL PERI?DICO en la sede de*la editorial Anagrama para hablar de ‘Sé m?a’, la novela que cierra de forma memorable la serie de*cinco libros dedicados a Frank Bascombe, uno de los personajes fundamentales de la literatura estadounidense del ?ltimo medio siglo, que aqu? emprende un viaje*al emblem?tico Monte Rushmore*en compa??a de su hijo Paul, enfermo de ELA. A mitad de la entrevista, la voz del Pato Donald cantando el villancico ‘Deck the halls’ anuncia que el escritor est? recibiendo una llamada en su teléfono m?vil. Es, anuncia Ford, el empresario italiano*Carlo Feltrinelli, presidente del grupo editorial al que pertenece Anagrama. Lo silencia y contin?a.
-?Es esta novela una refutaci?n de esa célebre frase de Tolst?i que dice que todas las familias felices se parecen?
-As? es. De hecho, esa motivaci?n est? en la base de todos los libros de Bascombe. En los a?os 80, mi esposa Kristina me sugiri? que escribiera una novela sobre un personaje que fuera feliz. Yo conoc?a la frase de Tolst?i, con la que empieza ‘Anna Karenina’, y me pareci? un bonito reto buscar la manera de demostrar que no es verdad que todas las familias felices se parezcan. Y eso es lo que he estado haciendo durante 40 a?os.
-Su esposa le sugiri? escribir sobre un personaje feliz y usted pens? en un hombre que se acaba de divorciar después de la muerte de uno de sus tres hijos. ?Todo bien?
-[Risas] Bueno, en ese momento me pareci? que escribir sobre alguien que es feliz sin m?s probablemente ser?a aburrido, as? que pensé en la felicidad como una meta a la que aspira una persona a la que le han pasado cosas malas. Por eso el libro [‘El periodista deportivo’, 1986] habla de un hombre que trata de encontrar la manera de ser feliz después de haber perdido a un hijo, su matrimonio y su vocaci?n.
-?Dir?a que la felicidad de Frank Bascombe se basa en la negaci?n de las cosas terribles que le han sucedido?
-No lo veo as?. Es m?s una cuesti?n de énfasis que de negaci?n. No puedes negar la existencia de las cosas que realmente han existido por mucho que te hieran. No puedes negar que el Holocausto sucedi? (aunque hay gente que lo hace, pero es porque son imbéciles). Lo que tal vez s? puedes es intentar apartar tu atenci?n de ah? y dirigirla hacia otras cosas m?s felices. Eso es lo que hace Frank.
"La ?nica obligaci?n del escritor es escribir. Y hasta eso puede dejar de hacerlo cuando quiera"
-Como escritor, ?siente que tiene la obligaci?n de proveer de esperanza o de alg?n tipo de ense?anza ?til a sus lectores?
-No es una obligaci?n. Es m?s bien un privilegio que trato de aprovechar. Yo aprendo mucho de los libros que leo y creo que en la imaginaci?n de los lectores hay mucho espacio para que un libro resulte instructivo de un modo u otro.
-?Un escritor no tiene obligaciones?
La ?nica obligaci?n del escritor es escribir. Y hasta eso puede dejar de hacerlo cuando quiera. Quiz? muchos deber?an hacerlo [risas].
-No es todav?a su caso, ?no?
-No, aqu? en mi cuaderno tengo las notas para una novela en la que estoy trabajando, pero… Suelo decirle a mi esposa que me gustar?a ser yo mismo quien me dijera cu?ndo debo dejarlo, y no tener que leerlo en las p?ginas del ‘New York Times’ o el ‘Corrierre della Sera’.
-Una de las ense?anzas de sus libros es que la vida est? llena de peque?as cosas sin importancia a las que merece la pena prestar atenci?n.
-En la vida encuentras muchas cosas valiosas que luego dif?cilmente puedes encontrar en el lenguaje. Lo que yo hago es dar un lenguaje a esas cosas; no necesariamente para venerarlas, sino para llamar la atenci?n del lector y decirle: “Mira aqu?, porque esto también es la vida”.
Image ID:
103660977
Richard Ford.
ZOWY VOETEN
/clip/2c79a504-0a53-4e8e-bc4e-44c1049d0615_source-aspect-ratio_default_0.jpg
2000
1333
-?Es Frank Bascombe la encarnaci?n de una idea de Norteamérica que est? desapareciendo?
-Esa es una idea interesante. A lo largo de mi vida he conocido a algunos hombres y mujeres que pertenec?an tanto a su época que parece que hoy ya no existan, no ves gente como ellos por ah?. Supongo que Frank es también un personaje de su tiempo, pero pienso que todav?a es actual, que a?n es capaz de mantener una conversaci?n con el lector de hoy. Esa es mi opini?n, claro, pero es posible que para alguien de 25 a?os represente un paradigma antiguo.
-En el anterior libro de la serie, ‘Francamente, Frank’ [de 2014], Bascombe ni siquiera ten?a teléfono m?vil. En ‘Sé m?a’ s? lo tiene, pero lo usa solo para hablar.
-Esa es una de las cosas que tengo que asumir: que si quisiera seguir escribiendo libros sobre Frank Bascombe, cosa que no pienso hacer, tendr?a que meterme en el mundo moderno de una manera que prefiero no hacer. Tendr?a que saber qué es Snapchat y todas esas otras cosas cuyo nombre desconozco pero que no quiero saber qué son. No quiero que esos nombres aparezcan en mis p?ginas [risas].
"Me parece inconcebible ver a un delincuente convicto en el Capitolio como presidente de EEUU"
-Cuando en 2016 se le concedi? el Premio Princesa de Asturias, usted ve?a impensable que Donald Trump llegara a la Casa Blanca. ?Qué cree que suceder? en las elecciones de noviembre?
-Pienso que Trump no ganar? porque, sencillamente, me resulta inconcebible sentarme ante el televisor a ver c?mo un delincuente convicto sube las escaleras del Capitolio para ser nombrado presidente de Estados Unidos. Eso no puede pasar. Ahora bien, también creo que la debilidad de Joe Biden es cada vez m?s acusada. Y no me refiero a su fragilidad f?sica, que también, sino al modo en que ha gestionado la guerra entre Israel y Ham?s. No puedo entenderlo. Sé que el Partido Dem?crata ha sido siempre pro-israel?, pero puedes ser pro-Israel sin tener que ser pro-Netanyahu, ?no? Supongo que el temor de Biden es que si deja de suministrar armas y dinero a Israel para poner freno a este desastre, Netanyahu buscar? el apoyo de China. No sé, es de locos.
-Por cierto, el escultor Gutzon Borglum, creador del Monumento Nacional del Monte Rushmore, donde concluye en la novela el viaje de Frank Bascombe y su hijo, era un antisemita contumaz.
-Esa es una historia terrible. Ah? est? esa hermosa monta?a, que era un lugar sagrado para los indios que habitaban esas tierras, y llega este racista llamado Borglum y decide crear all? un monumento nacional, cosa que hace con el apoyo de la estructura de poder blanco de Estados Unidos. Para m? ese monumento es un ultraje nacional. No solo disminuye el esplendor natural de la monta?a, sino que ignora y humilla los intereses de los pobladores originales. Los estadounidenses que llegaron de la vieja Europa no ten?an ning?n sentido de la historia y, adem?s, la historia que encontraron en su nueva tierra no les gust?. Por eso, en general, los norteamericanos son tan ineptos construyendo monumentos nacionales, porque la historia que pretenden ensalzar es la de la conquista del continente, y esa conquista fue, como sabemos, un gran crimen. Cuando visité por primera vez el Monte Rushmore, me pareci? todo tan rid?culo de la manera m?s idiota posible que decid? que ten?a que contarlo en alg?n libro.
-?Le pas? lo mismo con el Palacio del Ma?z de Mitchell, Dakota del Sur?
-?No! Al Palacio del Ma?z voy siempre que puedo. Es un lugar maravillosamente est?pido y, como has visto cuando ha sonado mi teléfono, a m? me encantan las cosas maravillosamente est?pidas. Por fortuna, Estados Unidos es una cornucopia de cosas maravillosamente est?pidas.**
ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/richard-ford-estadounidenses-son-ineptos-103661165)
-?Es esta novela una refutaci?n de esa célebre frase de Tolst?i que dice que todas las familias felices se parecen?
-As? es. De hecho, esa motivaci?n est? en la base de todos los libros de Bascombe. En los a?os 80, mi esposa Kristina me sugiri? que escribiera una novela sobre un personaje que fuera feliz. Yo conoc?a la frase de Tolst?i, con la que empieza ‘Anna Karenina’, y me pareci? un bonito reto buscar la manera de demostrar que no es verdad que todas las familias felices se parezcan. Y eso es lo que he estado haciendo durante 40 a?os.
-Su esposa le sugiri? escribir sobre un personaje feliz y usted pens? en un hombre que se acaba de divorciar después de la muerte de uno de sus tres hijos. ?Todo bien?
-[Risas] Bueno, en ese momento me pareci? que escribir sobre alguien que es feliz sin m?s probablemente ser?a aburrido, as? que pensé en la felicidad como una meta a la que aspira una persona a la que le han pasado cosas malas. Por eso el libro [‘El periodista deportivo’, 1986] habla de un hombre que trata de encontrar la manera de ser feliz después de haber perdido a un hijo, su matrimonio y su vocaci?n.
-?Dir?a que la felicidad de Frank Bascombe se basa en la negaci?n de las cosas terribles que le han sucedido?
-No lo veo as?. Es m?s una cuesti?n de énfasis que de negaci?n. No puedes negar la existencia de las cosas que realmente han existido por mucho que te hieran. No puedes negar que el Holocausto sucedi? (aunque hay gente que lo hace, pero es porque son imbéciles). Lo que tal vez s? puedes es intentar apartar tu atenci?n de ah? y dirigirla hacia otras cosas m?s felices. Eso es lo que hace Frank.
"La ?nica obligaci?n del escritor es escribir. Y hasta eso puede dejar de hacerlo cuando quiera"
-Como escritor, ?siente que tiene la obligaci?n de proveer de esperanza o de alg?n tipo de ense?anza ?til a sus lectores?
-No es una obligaci?n. Es m?s bien un privilegio que trato de aprovechar. Yo aprendo mucho de los libros que leo y creo que en la imaginaci?n de los lectores hay mucho espacio para que un libro resulte instructivo de un modo u otro.
-?Un escritor no tiene obligaciones?
La ?nica obligaci?n del escritor es escribir. Y hasta eso puede dejar de hacerlo cuando quiera. Quiz? muchos deber?an hacerlo [risas].
-No es todav?a su caso, ?no?
-No, aqu? en mi cuaderno tengo las notas para una novela en la que estoy trabajando, pero… Suelo decirle a mi esposa que me gustar?a ser yo mismo quien me dijera cu?ndo debo dejarlo, y no tener que leerlo en las p?ginas del ‘New York Times’ o el ‘Corrierre della Sera’.
-Una de las ense?anzas de sus libros es que la vida est? llena de peque?as cosas sin importancia a las que merece la pena prestar atenci?n.
-En la vida encuentras muchas cosas valiosas que luego dif?cilmente puedes encontrar en el lenguaje. Lo que yo hago es dar un lenguaje a esas cosas; no necesariamente para venerarlas, sino para llamar la atenci?n del lector y decirle: “Mira aqu?, porque esto también es la vida”.
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Richard Ford.
ZOWY VOETEN
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1333
-?Es Frank Bascombe la encarnaci?n de una idea de Norteamérica que est? desapareciendo?
-Esa es una idea interesante. A lo largo de mi vida he conocido a algunos hombres y mujeres que pertenec?an tanto a su época que parece que hoy ya no existan, no ves gente como ellos por ah?. Supongo que Frank es también un personaje de su tiempo, pero pienso que todav?a es actual, que a?n es capaz de mantener una conversaci?n con el lector de hoy. Esa es mi opini?n, claro, pero es posible que para alguien de 25 a?os represente un paradigma antiguo.
-En el anterior libro de la serie, ‘Francamente, Frank’ [de 2014], Bascombe ni siquiera ten?a teléfono m?vil. En ‘Sé m?a’ s? lo tiene, pero lo usa solo para hablar.
-Esa es una de las cosas que tengo que asumir: que si quisiera seguir escribiendo libros sobre Frank Bascombe, cosa que no pienso hacer, tendr?a que meterme en el mundo moderno de una manera que prefiero no hacer. Tendr?a que saber qué es Snapchat y todas esas otras cosas cuyo nombre desconozco pero que no quiero saber qué son. No quiero que esos nombres aparezcan en mis p?ginas [risas].
"Me parece inconcebible ver a un delincuente convicto en el Capitolio como presidente de EEUU"
-Cuando en 2016 se le concedi? el Premio Princesa de Asturias, usted ve?a impensable que Donald Trump llegara a la Casa Blanca. ?Qué cree que suceder? en las elecciones de noviembre?
-Pienso que Trump no ganar? porque, sencillamente, me resulta inconcebible sentarme ante el televisor a ver c?mo un delincuente convicto sube las escaleras del Capitolio para ser nombrado presidente de Estados Unidos. Eso no puede pasar. Ahora bien, también creo que la debilidad de Joe Biden es cada vez m?s acusada. Y no me refiero a su fragilidad f?sica, que también, sino al modo en que ha gestionado la guerra entre Israel y Ham?s. No puedo entenderlo. Sé que el Partido Dem?crata ha sido siempre pro-israel?, pero puedes ser pro-Israel sin tener que ser pro-Netanyahu, ?no? Supongo que el temor de Biden es que si deja de suministrar armas y dinero a Israel para poner freno a este desastre, Netanyahu buscar? el apoyo de China. No sé, es de locos.
-Por cierto, el escultor Gutzon Borglum, creador del Monumento Nacional del Monte Rushmore, donde concluye en la novela el viaje de Frank Bascombe y su hijo, era un antisemita contumaz.
-Esa es una historia terrible. Ah? est? esa hermosa monta?a, que era un lugar sagrado para los indios que habitaban esas tierras, y llega este racista llamado Borglum y decide crear all? un monumento nacional, cosa que hace con el apoyo de la estructura de poder blanco de Estados Unidos. Para m? ese monumento es un ultraje nacional. No solo disminuye el esplendor natural de la monta?a, sino que ignora y humilla los intereses de los pobladores originales. Los estadounidenses que llegaron de la vieja Europa no ten?an ning?n sentido de la historia y, adem?s, la historia que encontraron en su nueva tierra no les gust?. Por eso, en general, los norteamericanos son tan ineptos construyendo monumentos nacionales, porque la historia que pretenden ensalzar es la de la conquista del continente, y esa conquista fue, como sabemos, un gran crimen. Cuando visité por primera vez el Monte Rushmore, me pareci? todo tan rid?culo de la manera m?s idiota posible que decid? que ten?a que contarlo en alg?n libro.
-?Le pas? lo mismo con el Palacio del Ma?z de Mitchell, Dakota del Sur?
-?No! Al Palacio del Ma?z voy siempre que puedo. Es un lugar maravillosamente est?pido y, como has visto cuando ha sonado mi teléfono, a m? me encantan las cosas maravillosamente est?pidas. Por fortuna, Estados Unidos es una cornucopia de cosas maravillosamente est?pidas.**
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