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ãÔÇåÏÉ ÇáäÓÎÉ ßÇãáÉ : Cr?nicas teutonas: Periodistas sin acento y sin papeles


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06-12-2024, 07:00 PM
Cuando pasas muchos d?as fuera de casa tu cuerpo tiene que superar diferentes etapas. El primer obst?culo al que te enfrentas es el que se conoce como el ‘s?ndrome de la primera noche’. Nuestro cerebro reacciona ante lo que considera una amenaza, que no es otra cosa que no dormir en tu cama. Para ello el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro, el ‘hemisferio guardi?n’ se mantiene en estado “vigilante”. Eso provoca que se mantenga m?s atento al sonido cuando dormimos, que esté m?s “despierto”. Y por eso dormimos menos profundamente y descansamos menos en esas primeras noches. En realidad solo ocurre durante la primera en lugares nuevos, pero cuando andas saltando de un lado para otro, siempre es la primera noche en alg?n lado. Lo que genera en el cuerpo una sensaci?n de 'resaca' que no es el ?nico contratiempo derivado de ese trasiego.

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"Si no puedes pronunciarlo, no lo comas"

Al viajar cambiamos también la rutina alimentaria, lo que altera los tiempos y procesos de digesti?n, provocando algo de dolor estomacal. Para esto lo mejor es generar rutinas que ‘enga?en’ a tu cuerpo y le devuelvan a su zona de confort a través de unos protocolos que le hacen acomodarse. En mi caso suelo generar un par de rutinas para engatusar a mi ‘hemisferio guardi?n’. Por la noche acabo leyendo algunas p?ginas de un libro, como en casa. Y por la ma?ana me levanto a las seis me calzo las 'zapas' para trotar, nada de correr como Kipchoge por Berl?n, y activarme con un poco de deporte. La mejor manera que se me ocurre de despertar el cuerpo y, sobre todo, la cabeza. Luego, una ducha y un buen desayuno en el que no faltan alimentos con probi?ticos para que las “bacterias buenas” sigan haciendo su trabajo. El yogur y el chucrut son dos alimentos perfectos para eso.

Alguien dijo: “Si no puedes pronunciarlo, no lo comas”. Sentencia muy desafortunada en Alemania, donde los platos tienen nombres impronunciables. El popular codillo con chucrut se hace llamar Eisbein mit Sauerkraut; las salchichas, que pueden tomarse crudas, curadas, ahumadas y cocidas o escaldadas, tienen nombres tan pocos seductores como Bratwurst, Bockwurst o Regensburger. Luego est? el popular Fischbr?tchen, delicioso s?ndwich que se consume normalmente en las zonas del norte de Alemania, por su proximidad al mar, elaborado de pescados en conserva (arenque, sardina o caballa) y otros ingredientes como los encurtidos, pepinillos, cebollas, lechuga o r?bano picante. Una org?a conson?ntica que podr?amos concluir con una tarta que van a reconocer r?pidamente y les har? salivar como el perro de Pablov: la Schwarzw?lder Kirschtorte. Para nosotros, la tarta de Selva Negra, ese delicioso pastel con capas de bizcocho de chocolate con kirsch relleno de cerezas, nata, y virutas de chocolate. Dicho todo esto, en mi mochila nunca falta alguna pieza de fruta, que ya se sabe que “una manzana al d?a mantiene al médico alejado”.

Periodistas desacreditados

En estos d?as primeros d?as convulsos hay un protocolo especialmente estresante: el proceso de acreditaci?n. Algo que en Alemania se complica hasta el punto de tener a una gran parte de la prensa espa?ola, portuguesa, polaca, croata y neerlandesa sin acreditar todav?a. La causa, los acentos ortogr?ficos de los nombres. Aqu? no hay casi acentos y el asunto es que cualquier alteraci?n entre el nombre de la ficha de inscripci?n y el del pasaporte supone autom?ticamente que te nieguen la acreditaci?n. El problema es que en el pasaporte el nombre est? en may?scula y no se acent?a, pero al escribirlo en min?scula s? ponemos los acentos. Intente explicar eso a un amable voluntario de mentalidad alemana. Quien adem?s debe remitirlo a la polic?a teutona y que est? dé el visto bueno. Tr?mites interminables que tienen a todos los espa?oles metidos en carretera todo el d?a para recorrer los 130 kil?metros que hay entre Donaueschingen y Stuttgart, el centro de acreditaci?n m?s cercano. S?menle las interminables obras en las autopistas alemanas (r?anse ustedes de las nuestras) y los atascos demenciales a la entrada y salida de Stuttgart, y obtendr?n un panorama descorazonador. Hasta el punto que cuando te cuelgan la acreditaci?n definitiva (a servidor le ha ocurrido a la tercera), corres a celebrarlo ante una cerveza como si hubieras obtenido una subida de sueldo.

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Instantes previos a entrevistar a Pablo Amo, segundo seleccionador de Espa?a
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Nosotros tenemos acentos de todo tipo: enf?ticos, diacr?ticos, azéuticos... Es dif?cil no encontrar a un periodista que no tenga un acento en su nombre y sus apellidos. Intenten encontrar a alguien con un nombre sin acento a su alrededor. Y a?adan una segunda dificultad en nuestro caso, los segundos nombres y segundos apellidos. Aqu?, donde son gente pragm?tica, solo se destila uno, por lo que esto duplica todo y complica m?s el proceso. Si lo nuestro no es f?cil, p?ngase ahora en la piel de los portugueses, que tienen circunflexos (^), el till (~) y la cedilla (ç). O los croatas, que salpimentan sus nombres con signos indescifrables para la polic?a alemana: Peri?i?, Mand?uki?, Modri?, Pa?ali?... Por no hablar de los turcos, poblaci?n muy numerosa en Alemania, con futbolistas destacados que juegan en la propia selecci?n alemana como ?lkay Gündo?an. As? que como imaginar?n los centros de acreditaciones se ha convertido en epicentro de la actividad en estos d?as previos en los que UEFA vive superada por este problema de acentos. Y los periodistas, entre ellos los de El Peri?dico de Espa?a y el de Catalu?a, tenemos que armarnos de paciencia ante la genética rigidez alemana que es elevada en muchas ocasiones a extremos surrealistas.

M?s all? de esto, las visitas al campamento base de Espa?a, en un paraje buc?lico en medio del campo, comienzan a convertirse en la rutina del grupo de enviados especiales a tierras alemanas, una zona de confort llena de rostros conocidos y libre de problemas burocr?ticos. En estas primeras jornadas los d?as se hacen m?s largos y tediosos, pero a media que se acerca el primer partido se va normalizando todo. El viernes habr? que cruzar Alemania rumbo a Berl?n, a 800 kil?metros, donde comenzar? la Eurocopa el s?bado ante Croacia. Y donde volveremos a pelear contra el ‘s?ndrome de la primera noche’. Pero para entonces ya estaremos todos acreditados. Habr? m?s problemas que resolver, pero ya ser?n otros. As? que como dijo alguien, “cuando lleguemos a ese r?o, cruzaremos ese puente”. Wir sehen uns! (Nos vemos).



ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/seleccion/cronicas-teutonas-alemania-eurocopa-2024-futbol-103698820)

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