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06-13-2024, 08:20 AM
No caben en la Wikipedia los m?sicos que se han visto marcados por Bruce Springsteen (https://uc-4u.com/tags/bruce-springsteen/) a lo largo de las ?ltimas décadas. Tampoco en el apartado de “artistas relacionados” que la socorrida y enciclopédica web Allmusic le dedica. Hubo un tiempo en el que reconocer su influencia no resultaba demasiado cool (https://www.epe.es/es/cultura/20240612/herederos-springsteen-alzan-voz-artistas-103648414): la estampa de su trasero embutido en unos pantalones vaqueros, con la bandera de su pa?s como tel?n de fondo en el cénit de su comercialidad (Born In The USA, 1984), no parec?a el mejor de los avales para quien quisiera lucir credencial de autenticidad o marchamo underground o alternativo. Su imagen a?n era presa de enquistados estereotipos. Ese rockero al que algunos se ve?an en la necesidad de decirle que en la vida hab?a muchas m?s cosas que coches y chicas: los Prefab Sprout de Cars and Girls (1987). Durante los a?os ochenta, apenas figuras como John Mellencamp o John Hiatt eran sistem?ticamente comparadas con él, quien (a su vez) tanto se hab?a inspirado en los albores de su carrera en la torrencial narratividad de Bob Dylan. Pero todo empez? a cambiar a mediados de los a?os noventa. Un disco ac?stico gestado en 1995, The Ghost of Tom Joad, heredero directo del emblem?tico Nebraska (1982), tuvo gran parte de culpa.
Seduciendo desde el sigilo
En el a?o 2000 el sello Sub Pop, cuna del grunge que hab?a aupado a Nirvana al estatus de estrellas internacionales a principios de los noventa, edit? el recopilatorio Badlands. A Tribute To Bruce Springsteen's Nebraska. En su n?mina figuraban Johnny Cash, Deana Carter, Ani Di Franco o Los Lobos, pero también Damien Jurado o Son Volt, adalides del llamado sonido americana. La soterrada influencia de los discos ac?sticos de Springsteen, tan influidos por las vi?etas narrativas en blanco y negro que se inspiraban en las novelas de John Steinbeck o William Faulkner, se hizo notar en el llamado country alternativo, el outlaw country y el folk underground. Fue el Springsteen menos ostentoso, el que daba voz a las almas errantes, a los parias del sue?o americano, el que primero sedujo a tantos otros m?sicos (https://uc-4u.com/tags/musica/).
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103695857
Ani di Franco, actuando en directo en Barcelona.
/ MARTI FRADERA
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2000
1333
Le pregunto al periodista musical Jordi Bianciotto (Barcelona, 1964) y ofrece esta explicaci?n: “Hay un ingrediente del lenguaje musical springsteeniano, la épica, que a veces ha echado un poco para atr?s a los simpatizantes del folk, el country y las m?sicas de ra?z estadounidense, y es posible que la escena americana haya tomado de Springsteen su perfil m?s narrativo, de singer-songwriter ac?stico”, esgrime. El perfil de “canciones que cuentan historias, que conectan con una sensibilidad de la clase trabajadora, que hablan de la cara B del sue?o americano”. Es el mismo Springsteen, en resumen, que podr?a conectar con el imaginario de folk singers actuales que adem?s son escritores de novelas, como Willy Vlautin (Richmond Fontaine, The Delines) o John Darnielle (The Mountain Goats), con referentes literarios compartidos. El Springsteen menos explosivo.
Una nueva épica
El boss fue, en cierto modo, anatema para la naci?n alternativa durante mucho tiempo. Su vis m?s ac?stica y menos grandilocuente conectaba, lo hemos visto, con quienes beb?an los vientos por el folk y los sonidos de mayor raigambre. Pero en territorio estrictamente rock su eco apenas traspasaba las comparaciones con John Mellencamp o incluso Bon Jovi y otros artistas considerados mainstream. Apenas American Music Club, con algunas canciones – sobre todo las de su disco San Francisco, de 1994 –, le rend?an pleites?a desde los m?rgenes de la industria. Pero algo empez? a cambiar con el nuevo siglo. “En el indie s? que ha habido casos de la invocaci?n de la épica springsteeniana, aunque la grandiosidad, te?ricamente, representara una pulsi?n contraria a los valores del imaginario independiente: en The National o Japandroids, esa fusi?n de par?metros alt rock con la expansi?n emocional es muy visible”, recalca Jordi Bianciotto. Y es que la reformulaci?n de la épica que supuso la irrupci?n de bandas como los canadienses Arcade Fire (seguidos en un principio por Broken Social Scene o The Dears), que invocan sobre los escenarios una liturgia similar a la de Springsteen, mucho m?s parecida de lo que se aprecia a simple vista, fue determinante. “Es f?cil ver se?ales de cercan?a en muchos artistas de ?mbitos diversos: por la actitud emocional se puede hablar de Arcade Fire, ya visible desde hace a?os, y en ese carril, pero con m?s punch rockero, hay que hablar de The Gaslight Anthem o The Hold Steady, y también The Killers o The National, quienes han reconocido ese ascendiente”, resume el cr?tico. De hecho, se podr?a decir que Pressure Machine (2021) es lo m?s parecido al Nebraska (1982) que nunca han hecho The Killers.
Con la bifurcaci?n de estilos de los ?ltimos quince a?os, la sombra de Springsteen se ha ensanchado y diversificado. El dominio de sus influencias es mayor que nunca. Incluso entre m?sicos que nacieron del hardcore: “Japandroids han tomado el componente m?s urgente y épico, poniendo m?s énfasis en el factor storyteller, una estela del lenguaje que ha dejado una impronta en The War on Drugs, Badly Drawn Boy o Bon Iver, o m?s obviamente en un Jason Isbell o en Mumford & Sons, con ese ramalazo narrativo-m?stico de raigambre folk con el que pueden mantener la tensi?n en un gran recinto”, comenta Bianciotto. Un abultado listado de disc?pulos al que bien se pueden sumar los otrora arrolladores Marah (lo m?s parecido que hubo a una E Street Band de bolsillo), Jesse Malin, The Lumineers, un veterano como Willie Nile, los Counting Crows de canciones como Palisades Park (2014) o el Eddie Vedder de Long Way (2022). El eco de las homil?as de Springsteen se ha multiplicado.
Image ID:
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The National, una de las bandas herederas y amigas de Springsteen, en su ?ltima actuaci?n en el Primavera Sound.
/ CLARA OROZCO
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1393
927
Los disc?pulos espa?oles
Le pregunto a Jordi Bianciotto si no tiene la sensaci?n, como ocurre con otros artistas de culto masivo (Bob Dylan, U2 o los Rolling Stones), de que la mayor?a de sus fans espa?oles no sienten la necesidad de indagar en otros m?sicos de su misma cuerda. Hablamos de bandas y solistas que, siguiendo los pasos de Springsteen, apenas re?nen a medio millar de personas en salas de conciertos. M?sicos que est?n a a?os luz en cuanto a popularidad. “Veo muchos conocedores de Springsteen de largo recorrido que han sido también siempre seguidores de Tom Petty, John Mellencamp, Elliott Murphy, John Hiatt o Steve Earle, y que no se han quedado encerrados en un culto excluyente”, me responde, y es que “cuando algo se hace tan grande, como ha ocurrido con Springsteen, no es posible aplicar generalizaciones”.
S? que es m?s complicado dar con ac?litos de su sonido y de su l?rica entre los m?sicos espa?oles, aunque me recuerda que, “en tiempos lejanos hubo reflejos muy n?tidos, caricaturescos incluso, en artistas mainstream, tipo Ramonc?n o Rev?lver”. Hoy en d?a, y quiz? sea consecuencia de la especial relaci?n de mimetismo que ha tenido siempre Springsteen con Barcelona, o puede que solo sea casualidad, me recuerda a los catalanes The Ludwig Band, que “cogen de Springsteen la vocaci?n de construir himnos para cantar en colectividad: en Contraban, uno de los temas de su ?ltimo disco, lanzan un gui?o expl?cito al riff de Glory Days". Un nombre al que también se podr?a sumar, quiz? de forma no tan evidente, el de Xarim Aresté, otro m?sico – m?s veterano – en una ?rbita similar.
ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/herederos-bruce-springsteen-alzan-voz-artistas-103722683)
Seduciendo desde el sigilo
En el a?o 2000 el sello Sub Pop, cuna del grunge que hab?a aupado a Nirvana al estatus de estrellas internacionales a principios de los noventa, edit? el recopilatorio Badlands. A Tribute To Bruce Springsteen's Nebraska. En su n?mina figuraban Johnny Cash, Deana Carter, Ani Di Franco o Los Lobos, pero también Damien Jurado o Son Volt, adalides del llamado sonido americana. La soterrada influencia de los discos ac?sticos de Springsteen, tan influidos por las vi?etas narrativas en blanco y negro que se inspiraban en las novelas de John Steinbeck o William Faulkner, se hizo notar en el llamado country alternativo, el outlaw country y el folk underground. Fue el Springsteen menos ostentoso, el que daba voz a las almas errantes, a los parias del sue?o americano, el que primero sedujo a tantos otros m?sicos (https://uc-4u.com/tags/musica/).
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Ani di Franco, actuando en directo en Barcelona.
/ MARTI FRADERA
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2000
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Le pregunto al periodista musical Jordi Bianciotto (Barcelona, 1964) y ofrece esta explicaci?n: “Hay un ingrediente del lenguaje musical springsteeniano, la épica, que a veces ha echado un poco para atr?s a los simpatizantes del folk, el country y las m?sicas de ra?z estadounidense, y es posible que la escena americana haya tomado de Springsteen su perfil m?s narrativo, de singer-songwriter ac?stico”, esgrime. El perfil de “canciones que cuentan historias, que conectan con una sensibilidad de la clase trabajadora, que hablan de la cara B del sue?o americano”. Es el mismo Springsteen, en resumen, que podr?a conectar con el imaginario de folk singers actuales que adem?s son escritores de novelas, como Willy Vlautin (Richmond Fontaine, The Delines) o John Darnielle (The Mountain Goats), con referentes literarios compartidos. El Springsteen menos explosivo.
Una nueva épica
El boss fue, en cierto modo, anatema para la naci?n alternativa durante mucho tiempo. Su vis m?s ac?stica y menos grandilocuente conectaba, lo hemos visto, con quienes beb?an los vientos por el folk y los sonidos de mayor raigambre. Pero en territorio estrictamente rock su eco apenas traspasaba las comparaciones con John Mellencamp o incluso Bon Jovi y otros artistas considerados mainstream. Apenas American Music Club, con algunas canciones – sobre todo las de su disco San Francisco, de 1994 –, le rend?an pleites?a desde los m?rgenes de la industria. Pero algo empez? a cambiar con el nuevo siglo. “En el indie s? que ha habido casos de la invocaci?n de la épica springsteeniana, aunque la grandiosidad, te?ricamente, representara una pulsi?n contraria a los valores del imaginario independiente: en The National o Japandroids, esa fusi?n de par?metros alt rock con la expansi?n emocional es muy visible”, recalca Jordi Bianciotto. Y es que la reformulaci?n de la épica que supuso la irrupci?n de bandas como los canadienses Arcade Fire (seguidos en un principio por Broken Social Scene o The Dears), que invocan sobre los escenarios una liturgia similar a la de Springsteen, mucho m?s parecida de lo que se aprecia a simple vista, fue determinante. “Es f?cil ver se?ales de cercan?a en muchos artistas de ?mbitos diversos: por la actitud emocional se puede hablar de Arcade Fire, ya visible desde hace a?os, y en ese carril, pero con m?s punch rockero, hay que hablar de The Gaslight Anthem o The Hold Steady, y también The Killers o The National, quienes han reconocido ese ascendiente”, resume el cr?tico. De hecho, se podr?a decir que Pressure Machine (2021) es lo m?s parecido al Nebraska (1982) que nunca han hecho The Killers.
Con la bifurcaci?n de estilos de los ?ltimos quince a?os, la sombra de Springsteen se ha ensanchado y diversificado. El dominio de sus influencias es mayor que nunca. Incluso entre m?sicos que nacieron del hardcore: “Japandroids han tomado el componente m?s urgente y épico, poniendo m?s énfasis en el factor storyteller, una estela del lenguaje que ha dejado una impronta en The War on Drugs, Badly Drawn Boy o Bon Iver, o m?s obviamente en un Jason Isbell o en Mumford & Sons, con ese ramalazo narrativo-m?stico de raigambre folk con el que pueden mantener la tensi?n en un gran recinto”, comenta Bianciotto. Un abultado listado de disc?pulos al que bien se pueden sumar los otrora arrolladores Marah (lo m?s parecido que hubo a una E Street Band de bolsillo), Jesse Malin, The Lumineers, un veterano como Willie Nile, los Counting Crows de canciones como Palisades Park (2014) o el Eddie Vedder de Long Way (2022). El eco de las homil?as de Springsteen se ha multiplicado.
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The National, una de las bandas herederas y amigas de Springsteen, en su ?ltima actuaci?n en el Primavera Sound.
/ CLARA OROZCO
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Los disc?pulos espa?oles
Le pregunto a Jordi Bianciotto si no tiene la sensaci?n, como ocurre con otros artistas de culto masivo (Bob Dylan, U2 o los Rolling Stones), de que la mayor?a de sus fans espa?oles no sienten la necesidad de indagar en otros m?sicos de su misma cuerda. Hablamos de bandas y solistas que, siguiendo los pasos de Springsteen, apenas re?nen a medio millar de personas en salas de conciertos. M?sicos que est?n a a?os luz en cuanto a popularidad. “Veo muchos conocedores de Springsteen de largo recorrido que han sido también siempre seguidores de Tom Petty, John Mellencamp, Elliott Murphy, John Hiatt o Steve Earle, y que no se han quedado encerrados en un culto excluyente”, me responde, y es que “cuando algo se hace tan grande, como ha ocurrido con Springsteen, no es posible aplicar generalizaciones”.
S? que es m?s complicado dar con ac?litos de su sonido y de su l?rica entre los m?sicos espa?oles, aunque me recuerda que, “en tiempos lejanos hubo reflejos muy n?tidos, caricaturescos incluso, en artistas mainstream, tipo Ramonc?n o Rev?lver”. Hoy en d?a, y quiz? sea consecuencia de la especial relaci?n de mimetismo que ha tenido siempre Springsteen con Barcelona, o puede que solo sea casualidad, me recuerda a los catalanes The Ludwig Band, que “cogen de Springsteen la vocaci?n de construir himnos para cantar en colectividad: en Contraban, uno de los temas de su ?ltimo disco, lanzan un gui?o expl?cito al riff de Glory Days". Un nombre al que también se podr?a sumar, quiz? de forma no tan evidente, el de Xarim Aresté, otro m?sico – m?s veterano – en una ?rbita similar.
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