Musk consigue el permiso chino para su sistema de piloto autom?tico
 

Fue una operaci?n de guerrilla comercial, tan ?gil como sigilosa. Elon Musk, consejero delegado de Tesla, aterriz? el domingo en Pek?n, se reuni? con el primer ministro, Li Qiang, y este mediod?a despegaba su jet privado del aeropuerto de la capital. De la relevancia de esta reuni?n hablan dos datos: primero, que no abundan los precedentes de empresarios recibidos por un primer ministro chino. Y segundo, que Musk hab?a cancelado la semana pasada una reuni?n con Narendra Modi, el l?der indio, citando problemas urgentes de la compa??a. Hablamos del pa?s m?s poblado del mundo y con un potencial de crecimiento incalculable.

De Pek?n se marcha Musk con las puertas abiertas en China para el sistema Full Self Driving (FSD) o piloto autom?tico de Tesla. La operaci?n requer?a saltar dos vallas. Por un lado, el acuerdo con Baidu, el gigante tecnol?gico chino, para que este preste sus mapas a la navegaci?n de los veh?culos de Tesla. Y por otro, el exhaustivo examen de Pek?n para asegurarse de que los datos recabados por la multinacional automovil?stica no salen de China. No es menos celosa con esa informaci?n China que, pongamos por caso, Estados Unidos. Musk ya hab?a abierto un centro de control en Shangh?i para procesar los datos de los usuarios chinos de acuerdo con las leyes nacionales.

El acuerdo ha provocado la inmediata subida de las acciones tanto de Baidu como deTesla. Esta ?ltima espera revertir sus resultados e imagen con un empuj?n en el pa?s clave: no es s?lo China el mayor mercado del mundo sino también el l?der indiscutido del sector de veh?culos eléctricos. El sistema de navegaci?n de Tesla no es completamente aut?nomo sino que requiere la atenci?n del conductor y a pesar de ello ha amontonado problemas. Lo est? investigando Estados Unidos tras haber provocado una veintena de accidentes desde diciembre.

Cautela

Los analistas son muy cautos con la repercusi?n de la aprobaci?n del FSD en el mercado chino. Cuenta este con veh?culos m?s baratos que, adem?s, incorporan sistemas de navegaci?n similares gratuitos en contraste con los 8.000 d?lares que cobra Tesla en Estados Unidos.

Es, en todo caso, un movimiento que refuerza unos v?nculos sin los que ni Tesla ni el sector en China habr?an llegado tan lejos. Musk pas? de re?rse de sus competidores chinos a calificarlos como los mejores del mundo por brillantez y esp?ritu de trabajo. Su f?brica de Shangh?i produce la mitad de los veh?culos globales y lidera los beneficios corporativos anuales. La abri? en 2020 gracias al ?mpetu de un alto funcionario shanghainés, Li Qiang, el mismo primer ministro con el que se reuni? ayer.

Las ventajas que le ofreci? Li eran tan desmesuradas que incluso encontraron la oposici?n de las altas esferas del partido: pudo fabricar Tesla en China sin el socio local que exige la legislaci?n nacional en el sector automovil?stico y recibi? jugosos créditos de bancos estatales. La sinergia funcion?: Musk amas? la mayor fortuna del mundo y China aprendi? tan r?pido que ya ha superado al maestro. El fabricante BYD ha desbancado a Tesla en la c?spide de la industria y el ministro francés de Econom?a, Bruno Le Maire, cuantific? en cinco o siete a?os la desventaja europea respecto a China. El inminente desembarco de los veh?culos eléctricos chinos en el mundo ya ha sido elevado por Bruselas y Washington a 'casus belli' por los efectos devastadores que sufrir?n los fabricantes locales.



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