Alba, l?grimas de pasi?n azulgrana
 

En la vida lo importante no es el tiempo que uno pasa en los sitios, sino la huella que deja. Pero a?n existe algo m?s reconfortante: que la gente te lo reconozca. Nadie, siendo futbolista del Barça, no hubiera firmado irse como lo hicieron Sergio Busquets y Jordi Alba. Su adi?s estuvo casi a la altura de la que recientemente tuvieron mitos irrepetibles como Puyol, Xavi o Andrés Iniesta. Y eso, conociendo detalles de la tensi?n que ha rodeado sus casos en los ?ltimos tiempos, ya es mucho. Si encima, se van al un?sono con el viejo Camp Nou, ya no hay ep?logo que lo supere.

Busi, con la decisi?n m?s asumida, logr? mantener la calma de principio a fin. Jordi, cuyo paso al costado anda demasiado tierno, se derrumb? en el cambio. M?s culé que el palo de la bandera, sus l?grimas son la met?fora que le definen: piel de lobo, coraz?n de cordero. Conoc? a Alba en 2011, cuando ya se coc?a su regreso al club azulgrana. Coincidimos en “La Porteria”, del gran Pitu Abril. Intercambiamos teléfonos y me prometi? que, si cumpl?a su sue?o, iba a concederme una entrevista. Cuando fich?, eran ya tiempos dif?ciles para algunos medios en Can Barça, cuyo grifo acab? cerr?ndose a cal y canto. Con el club mareando la perdiz, el lateral forz?, cumpli? su promesa y se someti? a un reportaje sin l?mites. Ese es Jordi. Un tipo con car?cter, preso de un pronto que, a veces, le perjudica; pero buena gente, de palabra y humilde, a imagen y semejanza de sus padres.

En el césped, m?s all? de su talento, sublim? lo m?s f?cil y m?s dif?cil a la vez: entenderse con Messi. Su qu?mica con Leo lleg? a patentar una conexi?n imparable cuyo zénit se escribi? en el Bernabéu, con el gol del argentino en el descuento y la camiseta al viento de Chamart?n. Ojal? el genio vuelva un d?a a llorar en el Camp Nou. Pero de felicidad. Buen d?a para recordar el consejo que le di? Xavi: “para irte bien del club de tu vida, debes volver.”*



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