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ÇáÑíÜÜã Senior Member

La Audiencia de Palma ha condenado a un ciudadano alem?n a indemnizar a los vecinos que viven en el piso de abajo de su casa, por el calvario que sufrieron durante los casi tres a?os y medio que duraron las obras de reforma de su inmueble, ubicado en la calle Catalu?a. El extranjero tendr? que indemnizar a los perjudicados con la cantidad de 113.000 euros, una cantidad inédita hasta la fecha al cuantificar el da?o moral sufrido por unas v?ctimas.

Es la cantidad que solicitabala abogada Eva Munar, a quien los tribunales le han dado la raz?n, al estimar en su totalidad la demanda que present? en nombre de sus clientes. La indemnizaci?n se debe abonar en concepto de da?o moral.

Este ciudadano alem?n adquiri? dos pisos de una céntrica finca. Fueron las dos viviendas situadas en lo m?s alto del edificio. Su deseo fue juntar los dos domicilios, convirtiéndolas en un ?nico inmueble en forma de d?plex. Pero para ello era necesario una reforma completa.

Antes de iniciar las obras el nuevo propietario quiso conocer a los que iban a ser sus vecinos. Se present? en cada vivienda y regal? a los propietarios una botella de champan francés. Era una especie de compensaci?n por las molestias que iban a ocasionar las obras.

Ninguno de los propietarios sospech? nunca que la reforma de los dos pisos superiores iba a durar casi cuatro a?os. Un tiempo en el que los vecinos que viv?an en el piso de justo debajo del inmueble en obras sufrieron un auténtico calvario. Fueron meses de ruidos por golpes, que también afectaron a su propia vivienda. Se les cay? parte del techo (aunque sin heridos) y algunas ventanas quedaron desencajadas, de tal manera que cada vez que llov?a, se inundaba su casa.

El propietario alem?n contrat? una gr?a para subir el material que necesitaba para la reforma a su piso. La gr?a solo alcanzaba la séptima planta, es decir, se situaba a la altura de los vecinos a los que m?s perjuicios ocasionaba la reforma. Estos propietarios tem?an que, a través de la gr?a, cualquier persona pod?a entrar en su domicilio, de tal forma que no se atrev?an ni siquiera a salir a la calle, para poder vigilar su casa. También renunciaron a marcharse de vacaciones, por el mismo motivo.

La sentencia de la Audiencia describe el calvario que tuvo que sufrir este matrimonio durante los meses que duraron las obras. El tribunal incluso utiliza la palabra tortura para explicar la situaci?n que tuvieron que padecer los dos perjudicados.

El matrimonio que padeci? esta situaci?n lleg? a sentir, seg?n detalla el tribunal, una sensaci?n «an?mica de inquietud, pesadumbre, temor e incertidumbre» porque las obras del vecino no terminaban nunca. No tuvieron m?s remedio que buscar la ayuda de la abogada, que les aconsej? que presentaran una demanda y reclamaran al vecino germano todos los da?os morales que les hab?a ocasionado esta reforma.

Se da la circunstancia que el ciudadano alem?n no contest? a la primera demanda. Sin embargo, al dictar sentencia en su contra aleg? ante la Audiencia que los hechos que hab?an prescrito, afirmaci?n que el tribunal ha rechazado. Ahora, adem?s de los gastos de la reforma, tendr? que indemnizar a sus vecinos de abajo.



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