Mensajes que defienden Dani Alves porque todo el mundo sabe que hay chicas que ‘calientan’ a los futbolistas y luego mienten para “sacar dinero”. Cientos de interacciones sobre personas, sobre todo mayores, que bajan a comprar y les ocupan la casa. Discursos justificando el racismo, el clasimo o negando el cambio clim?tico. Y as?, suma y sigue.
Los m?viles de los adolescentes reciben a diario cientos de impactos con mensajes de extrema derecha, debido a que un ejército de ‘fachatubers’ -como se conoce a 'youtubers' y 'streamers' de discurso reaccionario-, as? como grupos o personas a t?tulo individual, usan las redes para difundir soflamas ultras pero que ahora se presentan como lo verdaderamente antisistema o rebelde. De ah? su poder de persuasi?n sobre los m?s j?venes.
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“La ch?chara reaccionaria se propaga de forma infecciosa por las redes y les llega directa, sin filtros, a sus teléfonos m?viles. No podemos dejarles solos con lo que esto implica”, reflexiona ?lex, padre de un ni?o catal?n de 15 a?os que, seg?n confiesa, a menudo a “alucina” con lo que le oye decir a su hijo, que defiende cosas que podr?an o?rse en un mitin de Vox. Mantienen conversaciones constantemente, pero ?lex no est? muy seguro de si sirven para hacerlo reflexionar o, al contrario, lo atrincheran a?n m?s en sus opiniones.
El germen
El estallido de los discursos de odio en las redes, fundamentalmente antifeministas y contra las minor?as, tuvo lugar durante la pandemia, dado que el confinamiento provoc? que la poblaci?n usara internet “de forma intensiva para informarse y relacionarse porque era como una ventana de conexi?n con el mundo exterior”. A la vez, “las emociones que se experimentaron -de miedo, tensi?n y preocupaci?n por la situaci?n sanitaria- incrementaron la crispaci?n”, analiza Silvia Mart?nez, directora del m?ster ‘Social Media’ de la UOC.
El estallido de los discursos de odio en las redes, fundamentalmente antiprogresistas, antifeministas y contra las minor?as, tuvo lugar durante la pandemia
Si la pandemia fue el momento de explosi?n, en las ?ltimas semanas, con las pasadas
elecciones auton?micas y municipales y las generales a tiro de piedra, las consignas han ganado “en
polarizaci?n y se han hecho cada vez m?s llamativas”. La saturaci?n de mensajes pol?ticos hace que “uno necesite ser cada vez m?s
transgresor para generar la misma atenci?n”, incide la profesora.
La relaci?n con Vox
Y
Vox saca provecho, como demuestra su crecimiento electoral el pasado mes de mayo, en buena parte gracias al
voto joven. Sin embargo, no se puede atribuir al partido ultra la creaci?n y difusi?n de los cientos de mensajes, cuentas y v?deos que propagan un discurso reaccionario. M?s bien, apuntan los expertos, la ultraderecha espa?ola, al igual que sus partidos afines en otros pa?ses, se
aprovecha y refuerza al ejército de agitadores sociales.
Seg?n el recuento de Iago Moreno, soci?logo de la Universidad de Cambridge, hay m?s de 20 ‘
fachatubers’ y algunos sobrepasan los 100.000 seguidores, por lo que muchos de ellos tienen m?s influencia que algunos pol?ticos con esca?o. En este ?mbito destacan las cuentas de Un t?o blanco hetero o Libertad o lo que surja, con marcados mensajes "antifeministas, antisanchistas o antipodemistas".
Hay m?s de 20 ‘fachatubers’ y algunos sobrepasan los 100.000 seguidores
La envoltura disruptiva
Pero, ?c?mo mensajes tan conservadores, cuando no directamente reaccionarios, logran calar ahora en
personas tan j?venes? La respuesta no es sencilla. Influyen varios factores. Por un lado, “se ha cambiado la envoltura que tradicionalmente presenta el conservadurimo por tonos de contracultura, insumisi?n y
rebeld?a contra un pensamiento que consideran dominante, ileg?timo y déspota”, reflexiona Iago Lago.
Adem?s, se utilizan todas las plataformas, desde Youtube o Tiktok, pasando por los memes y terminando por los
videojuegos, por lo que se forja “un sentimiento de comunidad, que funciona como pegamento para gente que vive y piensa lo mismo”, a?ade el experto, quien sostiene que los discursos de extrema derecha no convencen a todos los adolescentes, sino fundamentalmente a aquellos que se sienten -poco o mucho- perjudicados por los discursos de igualdad o que ya tienen tendencias conservadoras, a los que apelan a base de un “
sentimiento de agravio”.
“Aprovechan la vulnerabilidad cognitiva de j?venes que
no lo est?n pasando bien y a través de mensajes simples e irracionales les dicen ‘yo te lo arreglo’”, a?ade la profesora de Ciencias de la Informaci?n de la UOC Dolors Reig. Su compa?era Silvia Mart?nez algunos ingredientes de su f?rmula: “Utilizan mucho la
s?tira, la burla, los bulos, se centran en lo emocional frente a lo racional y hablan el idioma de una juventud que ya no acostumbra a ver los debates pol?ticos en televisi?n y prefiere informarse por las redes”.
“Aprovechan la vulnerabilidad cognitiva de j?venes que no lo est?n pasando bien"
Los peligros
El riesgo de la situaci?n actual es que internet posibilita llegar a much?sima gente, que los mensajes se hagan
virales y permanezcan en el tiempo. Adem?s, subrayan los especialistas, los discursos de odio y antifeministas no solo legitiman y normalizan la
violencia hacia las mujeres, los inmigrantes, los pobres, el colectivo LGTBI, o los okupas, sino que también pueden provocar m?s violencia o retrocesos sociales. “Tras cada ola feminista siempre ha habido una
reacci?n del patriarcado, pero ahora el
peligro es mayor que en anteriores olas, existe una gran contestaci?n social que veremos si llega a lo formal y supone que se
reviertan avances”, advierte Pau Crespo, soci?logo y director del M?ster en Intervenci?n Interdisciplinar en Violencia de Género de la Universidad Internacional de Valencia.
Adem?s, “el peligro no son en s? los creadores del contenido, sino que estos son s?ntoma de un
descontento social”, alerta Moreno.
Las posibles soluciones
Ante el preocupante fen?meno social, los especialistas apuntan a una amalgama de soluciones. En primer lugar, “la respuesta se tiene que dar en términos pol?ticos y acabar con la
polarizaci?n”, subraya el soci?logo de la Universidad de Cambridge. A su vez, la profesora Mart?nez reclama que las instituciones hagan
campa?as para promover la tolerancia y el respeto al diferente pero “en los canales y el lenguaje que entienden los j?venes”.
Pau Crespo aboga porque se incorpore, de una vez por todas, la
educaci?n sexual de forma reglada y vertebral en el sistema educativo, para que profesores y también las familias doten a los j?venes de herramientas que les sirvan para “
deconstruir” los mensajes reaccionarios. Por su parte, Roig considera que las redes son “como las nuevas plazas del pueblo” y la “clave no est? en callarse, sino en replicar los mensajes” que difundan bulos o los discursos de odio. “También deber?an hacerlo partidos e instituciones”, sostiene.
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