El puerto de Algeciras est? separado de la zona residencial de la ciudad por una lengua de agua de no m?s de un kil?metro de ancho. Desde esas viviendas se puede ver en todo momento el barco que atraca en las d?rsenas, el buque que sale del muelle, los contenedores que se descargan y las embarcaciones policiales que zarpan en busca de delincuentes. "Desde all? nos est?n vigilando los 'puntos' ahora mismo", nos advierte un agente del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

Los 'puntos' son los elementos de contravigilancia de las redes criminales que dominan el Estrecho. Son personas a sueldo del narco que, desde zonas como Algeciras, divisan que est? saliendo un barco con agentes aduaneros o guardia civiles y avisan de inmediato a las narcolanchas, para que huyan a tiempo o tomen rutas alternativas y no sean apresados.

"Los narcos est?n invirtiendo mucho en contravigilancia", detallan estas fuentes a El Peri?dico de Espa?a, del mismo grupo editorial que este diario, hablando del perfil de los nuevos se?ores de la droga que mandan en Espa?a. Los perfiles han cambiado. Los sucesos de febrero en Barbate, cuando una lancha pas? por encima de una zodiac con guardia civiles y mat? a dos de los agentes, no es m?s que una muestra de este cambio de paradigmas. Los nuevos narcos son cada vez m?s j?venes y tienen menos escr?pulos, tal como demuestran este tipo de hechos.

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Un agente de Aduanas vigila en la bah?a de Algeciras.
ALBA VIGARAY
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Bolas de petanca

Los nuevos narcos cuentan con nuevas formas de traficar. Nuevas rutas, nuevos c?digos y nuevas formas de defenderse. Algunas realmente imaginativas: "A veces hemos capturado alguna lancha y hemos visto que dentro llevaban bolas de petanca. Les pregunt?bamos para qué llevaban eso ah?, pero no contestaban. Hasta que nos enteramos. Nos enteramos porque lo sufrimos en nuestras propias carnes", cuenta esta fuente de Vigilancia Aduanera. Y lo explica.

"Imag?nate que vas persiguiendo a una de estas narcolanchas, que alcanzan velocidades de m?s de 50 nudos (100 km/h). T? tienes que ir igual de r?pido. Estais muy cerca, os est?s alcanzando. En ese momento, desde la narcolancha lanzan una de esas bolas de petanca al aire. Si impacta en nuestro barco, le hace una aver?a importante. Si le alcanza en la cabeza a alguien de la tripulaci?n, est? muerto".

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Detalles de la zona portuaria de Algeciras correspondiente a Aduanas, donde se acumulan las narcolanchas y veh?culos de agua requisados por las fuerzas de seguridad en acciones contra el narcotr?fico.
ALBA VIGARAY
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Para despistar a los barcos que les persiguen cuentan también "con punteros l?ser militares. Si ya es molesto que apunten en los ojos con un l?ser normal, no te imaginas lo que es aguantar uno de esos de alcance militar, mucho m?s potente y que te puede dejar lesiones permanentes en los ojos".

Eso cuando no los reciben directamente a tiros, como ha ocurrido esta misma semana en la desembocadira del Guadalquivir, cuando unos narcotraficantes utilizaron armas autom?ticas de guerra contra los agentes que intervinieron para evitar un operativo que se sald? con nueve detenidos y 2.500 kilos de droga intervenidos.

Los c?digos

"Antes hab?a otros c?digos. Hab?a m?s respeto. La relaci?n entre autoridades y delincuentes no dejaba de ser un 'gato y el rat?n', como siempre. Pero cuando ellos se ve?an acosados, paraban, Ahora no. Ahora hay mucho ni?ato que tiene menos miramientos a la hora de hacerte da?o. Si tiene que disparar, dispara. Si tiene que pasarte por encima, lo hace", asegura un veterano del SVA.

Este cambio de actitud también se debe "a que ellos mismos tienen cada vez m?s presi?n de las propias mafias que los emplean. Es decir: cada cargamento de droga entregado es un pelda?o de ese piloto para ascender en el escalaf?n y cobrar m?s. Pero cuando no consigue entregar un cargamento, ese piloto le debe un viaje a esa mafia. Entonces, hacen lo posible para no tirar la carga. Entre ellos se protegen, despistan. Si hay varias embarcaciones por la zona, van a por ti".

Cuenta esta fuente que lo que sucedi? en Barbate en febrero "no es un hecho aislado. Justo un mes antes, nuestra patrullera Fénix III sufri? un intento de embestida por parte de varias narcolanchas, durante la persecuci?n a una de ellas que iba cargada de gasolina". Los conocidos como 'petaqueros', que son los que surten de combustible a las narcolanchas, van escoltados por otras embarcaciones de estas redes criminales, que hacen lo posible para que la carga, sea droga, gasolina o v?veres, lleguen a su destino.

"Tuvimos que acabar disparando para repeler esos ataques", cuentan estos testimonios, que recuerdan que "en alguna otra ocasi?n nos han amenazado con machetes. Pero machetes de esos de ir cortando por la selva. Nos hacen el gesto de cortar el cuello. El ?ltimo que nos amenaz? con un cuchillo de grandes dimensiones fue en Estepona. Todo eso se puede comprobar porque lo graban y lo cuelgan en sus redes sociales".

Ostentaci?n

Esa es otra de las caracter?sticas de estos nuevos elementos que conforman las nuevas redes del narcotr?fico, que "les gusta fardar. Antes eran m?s discretos. Ahora llevan unos a?os colgando todas sus 'haza?as' en redes sociales. Especialmente en Instagram y en Tiktok. Son j?venes y les gusta presumir de vida narco. Igual te cuelgan v?deos atacando a las autoridades, que ellos tumbados en camas llenas de dinero".

Este tipo de contenidos "los encontramos de forma muy habitual en sus teléfonos m?viles. Cuando pillamos a alguno y se revisa el terminal, hemos llegado a encontrar v?deos en los que salen sus hijos, cr?os de 4 o 5 a?os, abanic?ndose con fajos de billetes. O tartas de cumplea?os de las que no deja de salir dinero. O fiestas de cumplea?os donde hacen ostentaci?n de dar regalos muy caros. Eso para ellos es una forma de prestigio".

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Miembros de Vigilancia Aduanera, antes de zarpar del puerto de Algeciras.
Alba Vigaray
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V?deos en los que no s?lo sale dinero: "También cuelgan v?deos mostrando las vestimentas horteras que llevan; ropa de marca para fardar. Hay que tener en cuenta que muchos de los que conforman estas redes de narcotr?fico son cr?os. Gente muy joven que a menudo ni siquiera acaba la ESO. Eso es algo que también vemos en los mensajes de los teléfonos cuando los capturamos: mucha falta de ortograf?a, una forma de escribir que denota muy poca formaci?n académica".

Pilotos marroqu?es

Dentro del nuevo escenario del narcotr?fico en el Estrecho y Campo de Gibraltar, las narcolanchas se fabrican en Portugal (porque en Espa?a son género prohibido desde 2018) y los pilotos m?s temidos son los que proceden de Marruecos. "Tienen menos miramientos a la hora de embestir", explican fuentes policiales a El Peri?dico de Espa?a. "Al principio se cre?a que a los guardia civiles en Barbate los mataron unos individuos que ahora resulta que no fueron. Y nosotros sospechamos que los que embistieron fueron pilotos de Marruecos".

"Es muy f?cil para ellos huir a Marruecos. En menos de media hora est?n en su pa?s. Y no hay tratados de colaboraci?n con las autoridades de all?. Los pilotos marroqu?es no tienen nada que perder. Regresan a su pa?s después de liarla aqu? y no les pasa nada. Por eso se atreven m?s que los pilotos espa?oles", concluyen.

Estas redes de narcotraficantes "cada vez tienen m?s dinero, porque ahora hacen tratos con los narcotraficantes latinoamericanos de la coca?na. Hacen intercambios en alta mar: hach?s por coca?na. A menudo es un intercambio de 1 por 1. Un fardo de hach?s a cambio de uno de coca?na. Otras veces el intercambio es de 1 por 2. Un fardo de coca?na por dos de hach?s. Pero sea como sea, les supone una rentabilidad mucho m?s alta, porque aqu? la coca?na est? mucho m?s cara".

Ese dinero lo invierten "en contravigilancia. En radares, en drones y c?maras térmicas. Cada vez est?n n?s equipados, mejor armados. La lucha es desigual porque el dinero que tienen ellos es infinito. Nosotros no. Las autoridades tenemos que esperar a que se aprueben presupuestos, partidas, etc. Siempre van a ir por delante", lamentan los agentes que han de perseguir al narco, sabiendo que se exponen a que estos nuevos delincuentes les pasen por encima. Literalmente.



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