Diez a?os de prisi?n, seis a?os de libertad vigilada y el pago de una indemnizaci?n de 40.000 euros a la v?ctima. Tal y como reclamaba la fiscal?a, la Audiencia de Barcelona ha condenado al exprofesor de La Salle Bonanova y entrenador de f?tbol V?ctor Planas Diez por haber agredi? sexualmente de forma continuada a un menor entre 2010 y 2012, cuando este ten?a entre 12 y 14 a?os. La sentencia, que se puede recurrir, declara como responsables civiles subsidiarios al Club Esportiu La Salle Bonanova y a los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle, aunque, en caso de insolvencia del acusado, deber? desembolsar el dinero la compa??a aseguradora. El procesado se acerc? poco a poco a la v?ctima al que conoci? porque este jugaba al f?tbol. El exdocente se fue ganando su confianza, de tal forma que mantuvo una relaci?n sentimental con la madre de la v?ctima hasta instalarse en el domicilio familiar

El ahora condenado redact? en varias libretas manuscritas, avanzadas por EL PERI?DICO, lo que él denominaba "tormento interior" que padec?a y la distorsi?n cognitiva que le hace percibir graves conductas pederastas con menores como si fueran relaciones de amor sanas. El exprofesor tiene otra causa pendiente en otro juzgado por otra presunta agresi?n sexual a otro menor ocurrida a?os antes, cuando el procesado trabajaba como docente en el colegio Viar? Global School de Sant Cugat del Vallès y, adem?s, dirig?a el Club Esportiu Bonanova, entidad de La Salle Bonanova.

Temor y dominaci?n

En el caso por el que se ha dictado sentencia, conoci? a la v?ctima en 2006, cuando era el coordinador del equipo de f?tbol. Desde un inicio, mostr? interés por él, lo que se tradujo en atenciones personales, en protecci?n y en su cuidado personal. Se aprovech?, sostuvo la fiscal?a durante el proceso, de que sus padres acababan de tramitar la separaci?n y que el menor estaba afectado por ello, necesitando de atenci?n especial. Seg?n la Audiencia de Barcelona, el exprofesor logr? su prop?sito sexual debido a la "dependencia emocional" que el menor lleg? a tener hacia él, ya que cuando no acced?a a sus proposiciones se enfadaba con él, le miraba de forma agresiva, no le hablaba o le apartaba de los entrenamientos, "consiguiendo que tuviera temor" a sentirse rechazado, seg?n informa Efe. "De esta forma, mediante la creaci?n de un creciente clima de dominaci?n y miedo", el acusado logr? que la v?ctima accediera a los requerimientos sexuales que le hac?a.



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