Una nueva bomba acaba de estallar en el Vaticano. Carlo Maria Vigan?, uno de los m?s ruidosos opositores de Francisco, admirador de Donald Trump y exnuncio en Estados Unidos, ha sido acusado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF, el antiguo Santo Oficio) de haber cometido el delito de cisma. “Estas acusaciones son motivo de honor para m?”, ha respondido el monse?or italiano.

La decisi?n, que implica uno de los delitos m?s graves del ordenamiento eclesi?stico (los ultratradicionalistas del movimiento de Marcel Lefebvre, por ejemplo, encajaron esta acusaci?n) presupone que el prelado sea sometido a “un proceso penal extrajudicial”. Por ello, el polémico Vigan? ya tuvo que acudir el pasado jueves a una reuni?n en el DDF, como él mismo ha informado. “Supongo que la sentencia ya ha sido escrita”, opin? el acusado antes del encuentro.

La legitimidad del Papa

De acuerdo con el documento de la DDF filtrado por Vigan? y firmado el 11 de julio, la acusaci?n se debe a que el sacerdote ha sido acusado por “negaci?n de los elementos necesarios para mantener la comuni?n con la Iglesia cat?lica, negaci?n de la legitimidad del papa Francisco, ruptura de la comuni?n con él y rechazo del Concilio del Vaticano II (la reuni?n modernizadora de la instituci?n, hace hoy m?s de medio siglo)”.

Para enfrentarse al juicio, Vigan? puede nombrar un abogado de confianza o le ser? asignado uno de oficio, ha a?adido monse?or John Kennedy, secretario de la secci?n disciplinaria del DDF y firmante del documento. En cambio, en caso de no aparecer o no enviar una defensa escrita antes del 28 de junio, se le juzgar? en ausencia. La comunicaci?n se present? por correo electr?nico.

Putin y Trump

El nombre de Vigan? se hizo mundialmente conocido después de una denuncia hecha por él en 2010 sobre “la desastrosa” situaci?n de la administraci?n econ?mica vaticana cuando él ejerc?a de revisor de las finanzas de la instituci?n. Después de ello, sin embargo, la polémica le ha perseguido continuamente. De hecho, a finales de 2018, acus?, en otra carta explosiva, a diversos funcionarios de la curia romana e incluso al Papa de haber encubierto abusos del cardenal estadounidense Theodore Edgar McCarrick, posteriormente condenado. Es necesario que Francisco “dimita”, dijo entonces, lo que provoc? un esc?ndalo.

De igual manera, Vigan? también ha dado mucho de qué hablar por sus posturas antivacunas, su admiraci?n por Vlad?mir Putin y Donald Trump, y sus sistem?ticos ataques e inclementes cr?ticas contra el propio Papa. Tanto que incluso estar?a a punto de abrir una especie de seminario para ultratradicionalistas disidentes en Viterbo, localidad cercana a Roma.

C?ncer ideol?gico

Viga?? también ha rechazado las “enc?clicas delirantes sobre el medio ambiente” del Papa, quien, critica, “respalda la Agenda 2030 y ataca a quien pone en discusi?n el calentamiento global”. “En todas partes, los gobiernos al servicio del Foro Econ?mico Mundial han introducido o extendido el aborto, promovido el vicio, legitimizado por las uniones homosexuales o transiciones de género, incentivado la eutanasia y tolerado la persecuci?n de los cat?licos: ni una palabra ha sido usada en defensa de la Fe o de la Moral amenazadas, o para respaldar las batallas civiles de muchos cat?licos abandonados por el Vaticano y por los obispos”, dijo en otra ocasi?n.

En l?nea con su estilo provocador, Vigan? también ha publicado en las ?ltimas horas un comentario en la bit?cora de un periodista cercano al bando ultratradicionalista, Aldo Maria Valli. “Considero las acusaciones en mi contra como un motivo de honor. Creo que su formulaci?n confirma las tesis que m?s veces sostuve en mis intervenciones”, ha escrito en su nota. “No es casual que la acusaci?n en mi contra tenga que ver con la puesta en discusi?n de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y el rechazo del Vaticano II: el Concilio representa el c?ncer ideol?gico, teol?gico, moral y lit?rgico del que la ‘iglesia sinodal’ bergogliana necesita una met?stasis”.



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