Los Veintisiete deber?n aplicar por igual la nueva ley europea de libertad de prensa, pero algunos Estados miembro van a tener que hacer m?s trabajo para ponerse al nivel que los actuales est?ndares exigen. Italia, tercera econom?a de la UE, es también uno de los ejemplos m?s alarmantes. Los recientes "retrocesos" en la libertad de prensa desde la llegada al poder de Giorgia Meloni han sido "una barbaridad", se?ala la eurodiputada catalana Diana Riba.

Adem?s, Hungr?a y Polonia son los pa?ses con peor salud medi?tica por tener a su espalda décadas en las que "se ha destruido la pluralidad informativa", a?ade Riba, de Esquerra Republicana, y que ha trabajado en esta ley durante meses en un esfuerzo multipartidista para sacar adelante una regulaci?n hist?rica. Sabine Verheyen, eurodiputada alemana del Partido Popular Europeo y principal impulsora, est? de acuerdo en que estos pa?ses tienen "estructuras problem?ticas" y por tanto "deber?n implementar mayores cambios".

Italia: la RAI contra Meloni

"Es un esc?ndalo para nosotros", se lamenta Benedetta, periodista italiana que trabaja en los medios p?blicos y que prefiere no revelar su apellido por temor a represalias como las que tuvo su compa?era Serena Bortone, a quien le abrieron un procedimiento disciplinario por su participaci?n en las protestas. Los trabajadores p?blicos denuncian que tienen que negociar cada palabra en las cr?nicas con los funcionarios estatales para sortear esta nueva oleada de censura.

"Es la primera vez que un pol?tico es tan intrusivo con los medios p?blicos", explica Benedetta, aunque admite que no es algo nuevo. "Berlusconi fue m?s discreto, Meloni ha ido m?s all?", a?ade. El antiguo presidente, Silvio Berlusconi, adem?s de ser el propietario del grupo televisivo privado Mediaset, rescindi? los contratos de medios p?blicos con comediantes que hac?an cr?ticas ?cidas a su gobierno. Sin embargo, con la llegada de los Hermanos de Italia de Meloni, la represi?n se ha recrudecido. La influencia pol?tica est? muy presente también a nivel regional, donde las autoridades ejercen una estrecha supervisi?n al periodista local.

Hungr?a: la deriva de Orb?n

El primer ministro h?ngaro, Viktor Orb?n, calificado de "depredador de la libertad de prensa" por Reporteros Sin Fronteras, ha construido una suerte de imperio medi?tico sometido a las ?rdenes de su partido. Desde que regres? al poder en 2010, convirti? la radiotelevisi?n p?blica en un aparato de propaganda. Varios medios privados fueron absorbidos, silenciados o comprados por oligarcas estrechamente vinculados al partido gobernante, el Fidesz, que ya controla el 80% del sector medi?tico. M?s de 500 medios de comunicaci?n nacionales y locales quedan bajo el paraguas de la Fundaci?n KESMA, al servicio del Gobierno.

"En Hungr?a hace muchos a?os que se ha ido destruyendo toda pluralidad informativa", explica Riba. Los organismos reguladores, bajo el control total del partido gobernante, se han eximido de su responsabilidad de hacer frente a la concentraci?n de la propiedad de los medios de comunicaci?n privados y al control de los medios p?blicos por parte de Fidesz alegando falta de jurisdicci?n. La ?ltima gran emisora de radio independiente, Klubradio, fue prohibida en 2021.

Polonia: después de la ultraderecha

Polonia todav?a se resiente de los ocho a?os de gobierno del partido de extrema derecha Ley y Justicia (PiS) que convirti? los medios de comunicaci?n p?blicos en herramientas de propaganda. También ejerci? fuertes presiones sobre los medios privados, como con la adquisici?n de la red de peri?dicos locales PolskaPress a través de la empresa petrolera Orlen, de la que el Estado es el principal accionista.

Sin embargo, la ultraderecha fue relevada por la coalici?n conservadora moderada liderada por Donald Tusk a principios de este a?o y, desde entonces, apenas ha impulsado una reforma fr?gil. "El Gobierno demorar? todo lo que pueda la implementaci?n de la regulaci?n europea", explica Piotr, reportero de la radio p?blica polaca y que, como su compa?era italiana, prefiere no dar su apellido.



"La sociedad qued? muy dividida y es dif?cil empezar las conversaciones a todos los niveles", a?ade. Piotr se lamenta de la baja conciencia sobre la importancia de la libertad de prensa en las redacciones, y lo justifica en que los periodistas tienen otras preocupaciones m?s inmediatas, ahogados por una precariedad que dificulta su supervivencia en el d?a a d?a. Con todo, la entrada de esta ley en este nuevo contexto pol?tico en Polonia hace que Bruselas mantenga su optimismo. “"enemos grandes esperanzas", concluye Riba.



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