El an?lisis de un diminuto fragmento de hueso del o?do interno excavado en el yacimiento arqueol?gico de la Cova Negra de Xàtiva (Valencia) en 1989 ha dado pie a un fascinante hallazgo: los restos pertenecieron a una ni?a neandertal de 6 a?os que fue cuidada con amor y compasi?n por su comunidad.

Se sabe que los neandertales cuidaban de los heridos, ancianos y personas con discapacidad, pero no est? claro si lo hac?an por altruismo. Ahora, este reciente estudio ha despejado las dudas.

Los restos de 'Tina', como la han bautizado los investigadores que han llevado a cabo el hallazgo, revelan que esta neandertal tuvo una vida muy dura, debido a una serie de malformaciones congénitas que hubieran hecho imposible su supervivencia en el Paleol?tico sin la ayuda de su grupo.

Los detalles de la investigaci?n, liderada por Mercedes Conde Valverde, de la C?tedra de Otoac?stiva Evolutiva (HM Hospitales-Universidad de Alcal?), se public? el miércoles en la revista Science Advances.

El estudio se ha hecho junto a cient?ficos del Centro de Investigaci?n UCM-ISCIII sobre la Evoluci?n y Comportamiento Humanos, y de las universidades de Valencia, Le?n, y Burgos, entre otros centros.

Los restos de Tina (un fragmento de hueso) fueron excavados en el yacimiento arqueol?gico de Cova Negra de Xàtiva hace 35 a?os, tienen entre 273.000 y 146.000 a?os de antigüedad -cuando los neandertales estaban en su apogeo en la pen?nsula Ibérica-, y se encontraron junto a los restos de otros ni?os.

"Aunque cient?ficamente no era posible saber si el hueso era de un ni?o o una ni?a, siempre la hemos visto como una ni?a, quiz? porque la mayor?a de las investigadoras que firmamos el art?culo somos chicas. Por eso la llamamos 'Tina', en honor a Valent?n Villaverde, el director de la excavaci?n que ha dedicado casi toda su vida a este yacimiento", comenta a EFE Conde-Valverde.

Patolog?as muy incapacitantes

Al analizar los restos del yacimiento, el equipo encontr? una peque?a porci?n del hueso de la regi?n petromastoidea del o?do, "el hueso temporal que protege al o?do interno", explica Conde-Valverde.

Para determinar si era de nuestra especie o neandertal, hicieron una reconstrucci?n del o?do interno con im?genes que permitieron hacer un modelo tridimensional de las cavidades del o?do interno, el resultado mostr? las proporciones de un o?do neandertal y "un engrosamiento an?malo" en el canal lateral.

Aunque este engrosamiento est? relacionado con varios s?ndromes, "el ?nico s?ndrome compatible con el conjunto de malformaciones presentes es el s?ndrome de Down", subraya Conde-Valverde.

Debido a tres de esas malformaciones, la vida de esa ni?a "no era f?cil". "Probablemente ten?a sordera o una falta de audici?n bastante severa. Adem?s, tendr?a problemas de equilibrio y crisis de vértigo, por lo que probablemente necesitar?a muchos cuidados por parte de los dem?s", relata Conde-Valverde.

Cuidados altruistas

Se sabe que los antiguos humanos y neandertales cuidaban de sus enfermos, pero hasta ahora no estaba claro por qué lo hac?an.

"Cuando el individuo que necesita ayuda es un adulto cabe la duda de si el comportamiento es altruista ('te ayudo porque quiero') o si se hace por devolverle el favor a alguien que ha sido parte activa del grupo ('hoy por ti, ma?ana por m?')", explica la antrop?loga.

Pero para sobrevivir, ´Tina´ necesit? mucha ayuda. "Solo por las patolog?as del o?do es probable que la tuviesen que llevar en brazos, y puede que tuviese m?s otitis que el resto de ni?os, que llorase m?s, y otras cosas asociadas. Pero si adem?s es una persona con s?ndrome de Down, tiene m?s afecciones a?adidas. O sea, no creo que su vida fuese f?cil", comenta.

Pero ´Tina´ muri? con 6 a?os, que es mucho tiempo para una ni?a con estos problemas congénitos, lo que demuestra que tuvo que recibir mucha ayuda directa o indirecta, "tal vez relevando a su madre de las tareas que tuviera que hacer en el grupo para poder dedicarse a ella", sugiere la investigadora.

Para el equipo est? claro: ´Tina´ recibi? los cuidados de su grupo durante mucho tiempo y tuvieron que estar m?s motivados por el amor y la compasi?n que por la "reciprocidad".



Esto, concluyen, demuestra que "los cuidados y la crianza colaborativa eran comunes en los neandertales, unos comportamientos que les hacen mucho m?s humanos y que demuestran que en la evoluci?n humana estamos incluidos todos". "Eran personas muy parecidas a nosotros", concluye la investigadora.



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