Ir?n tendr? que celebrar una segunda vuelta en sus elecciones presidenciales tras el empate técnico producido este viernes entre los dos favoritos a dirgir el pa?s. La segunda votaci?n tendr? lugar el viernes, 5 de julio, y se presentar?n el considerado moderado Masud Pezeshkian y el radical y ultraconservador Saeed Jalil?.

Pezeshkian ha sido el ganador este viernes, con m?s de 10 millones de votos, mientras que Jalil? se ha quedado con nueve. Sin embargo, el favorito es Jalil?: el tercero en discordia en los comicios, el también ultraconservador Mohammad Bagher Ghalibaf, ha cosechado m?s de tres millones de votos, y se espera que la mayor?a de estos sufragios vayan hacia Jalil?.
Hay m?s: durante la campa?a electoral, el l?der supremo iran?, el ayatol? Al? Jamene?, ha mostrado su apoyo -velado, eso s?- a Jalil?, asesor directo del l?der supremo, y ha criticado sin nombrarlo a Pezeshkian. Este moderado, parlamentario desconocido en Ir?n hasta hace unas semanas, aboga por crear una Rep?blica Isl?mica m?s amable, pero por supuesto apuesta por continuar con el sistema establecido.

De hecho, en campa?a se ha mostrado dispuesto a ser tolerante con las mujeres iran?s que llevan el velo isl?mico “de forma incorrecta”, que actualmente son perseguidas y castigadas por la polic?a de la moral. Este cuerpo policial ha endurecido severamente las penas a estas mujeres desde el asesinato en 2022 de la joven Mahsa Amin?, muerta a manos de la polic?a de la moral en comisar?a precisamente por llevar el ‘hiyab’ “mal puesto”.

Récord tras récord

Estas elecciones son una derrota para las esferas de poder en Teher?n. En Ir?n, la participaci?n electoral es vista por las autoridades como un sondeo sobre la popularidad del sistema de la Rep?blica Isl?mica, y la tendencia es claramente negativa.

En 2021, Ebrahim Rais?, el anterior presidente muerto este mayo en un accidente de helic?ptero, fue elegido con una participaci?n del 48% de los votos. Esta cifra supuso el récord negativo en participaci?n en toda la historia iran? desde 1979, a?o de la revoluci?n isl?mica en el pa?s persa.

En marzo de este 2024, antes del fallecimiento de Rais?, Ir?n celebr? elecciones parlamentarias. Otro récord negativo: 41% de participaci?n. En los comicios de este viernes, esta cifra se ha vuelto a romper, y la participaci?n se ha quedado en el 40%. La oposici?n hab?a pedido boicotear estas elecciones ante la grave crisis econ?mica que atraviesa Ir?n y la enorme represi?n social que sufren los contrarios al régimen.

Y, a pesar de este boicot, el candidato favorito para ser el nuevo presidente iran?, Jalil?, no ha conseguido ganar en primera ronda. “Pensé que si no voto, entonces gente verdaderamente indeseable puede conseguir m?s poder a?n, as? que decid? ir y votar para Pezeshkian. No me parece un buen candidato ni le tengo demasiado aprecio, pero dadas las circunstancias parece la mejor opci?n”, ha dicho un joven iran?, Amir, a la televisi?n qatar? ‘Al Jazeera’.

Batalla final

Ahora, Jalil? y Pezeshkian tendr?n una semana m?s para convencer a los votantes, algo casi inaudito en Ir?n: esta ser? la segunda vez —la primera y ?nica fue en 2005— que el pa?s persa va a una segunda vuelta en unos comicios presidenciales.

Pezeshkian, cirujano de profesi?n de 69 a?os y antiguo ministro de Sanidad en el gobierno moderado Mohammad Jatam? —presidente iran? entre 1997 y 2005—, tiene la tarea ahora de convencer a la abstenci?n de votar en esta segunda vuelta. Una alza en la participaci?n beneficiar?a a este candidato frente a su rival ultraconservador, cuyo votante es fiel en las urnas.

Jalil?, de 58 a?os, es el representante personal del ayatol? Jamene? ante el Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN) de Ir?n, y lider? durante parte de la década anterior el programa nuclear iran?. As?, Jalil? representa una versi?n continuista a lo que representaba el fallecido Ebrahim Rais?, sobre todo en materia econ?mica y social y de derechos para las mujeres.

Pese a todo, Ir?n no cambiar? de rumbo tras estas elecciones: la figura del presidente iran? es puramente ejecutiva, y carece de poder pol?tico real, que reside plenamente en la figura del l?der supremo y en la Guardia Revolucionaria, el cuerpo de élite pol?tico-econ?mico-militar de la Rep?blica Isl?mica.



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