El Reino Unido acude a las urnas este jueves en unas de las elecciones generales m?s decididas de los ?ltimos tiempos. Todos los pron?sticos apuntan a una aplastante victoria del Partido Laborista, que recuperar? previsiblemente el poder tras 14 a?os de gobiernos del Partido Conservador marcados por las pol?ticas de austeridad, el Brexit, las divisiones internas y las promesas incumplidas. Seg?n la ?ltima encuesta de YouGov, publicada este miércoles, los laboristas obtendr?an 431 de los 650 asientos en la C?mara de los Comunes, frente a los 102 de los conservadores, que registrar?an uno de los peores resultados de su historia. En caso de confirmarse, esta ser? la mayor diferencia de representantes entre los dos partidos desde 1842.

Los 'tories' se enfrentan al voto de castigo de una poblaci?n golpeada por el aumento del coste de la vida y por el deterioro de los servicios p?blicos, incluidos la sanidad y la educaci?n. El primer ministro, Rishi Sunak, ha sido incapaz de cumplir con su objetivo de frenar la llegada irregular de inmigrantes –una de las principales promesas del Brexit– y a nivel econ?mico el pa?s avanza m?s despacio de lo previsto, con un ligero crecimiento del 0,7% en el primer trimestre del a?o tras entrar en recesi?n técnica a finales del a?o pasado. Sunak ha tratado de convencer a los electores con bajadas de impuestos y con la promesa de retomar la senda del crecimiento, pero sus propuestas se han visto empa?adas por una campa?a turbulenta.

Campa?a accidentada

La confirmaci?n de la fecha electoral a finales de mayo por parte del propio Sunak, bajo una intensa lluvia frente al n?mero 10 de Downing Street, fue un mal presagio de lo que iba a acontecer a partir de entonces. El primer ministro consigui? presentar algunas de sus propuestas en los primeros d?as de la campa?a, entre ellas ventajas fiscales para los pensionistas y una nueva reducci?n de las cotizaciones a la Seguridad Social, pero su decisi?n de abandonar antes de tiempo los actos de conmemoraci?n del D?a D para asistir a una entrevista y los esc?ndalos de las apuestas sobre la fecha electoral –que han salpicado a media decena de miembros de su partido– han desviado el foco y han desdibujado la estrategia de los 'tories' en el ?ltimo tramo de la campa?a.

Consciente de la necesidad de pasar al ataque, el Partido Conservador ha apartado el foco de sus propias propuestas y ha dedicado los ?ltimos d?as a alertar sobre los riesgos de una supermayor?a del Partido Laborista, algo que ha sido interpretado como una forma de tirar la toalla antes de la celebraci?n de los comicios. Algunos miembros del Gobierno han llegado a reconocer p?blicamente la derrota, a pesar de los intentos de Sunak por demostrar que no est? todo perdido. "S?lo necesitamos que 130.000 personas cambien su voto y nos den su apoyo para evitar la supermayor?a de los laboristas", ha asegurado el todav?a primer ministro en uno de sus ?ltimos actos de campa?a.*Est? previsto, sin embargo, que una parte importante del voto conservador m?s moderado recaiga en el Partido Liberal Dem?crata, que seg?n las ?ltimas encuestas pasar? de los 11 representantes actuales a m?s de 70.

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Sunak ha contado, como ?ltimo recurso, con el apoyo del exprimer ministro Boris Johnson, quien ha aparcado –al menos temporalmente– las diferencias con su sucesor y ha participado este martes en su primer acto de esta campa?a con el Partido Conservador. La irrupci?n de Johnson en el tiempo de descuento tiene por objetivo lanzar un mensaje de unidad y apelar al voto de los electores que dieron su confianza al ex primer ministro en 2019, a pesar de que su popularidad cay? en picado tras el esc?ndalo del 'Partygate' y del rechazo que su imagen genera entre una parte importante del electorado. Johnson ha insistido en el mensaje de que el regreso al poder de los laboristas supondr? una subida de impuestos para las familias, a pesar de que el l?der de la formaci?n, Keir Starmer, ha negado las acusaciones en repetidas ocasiones.

Hartazgo de la poblaci?n

A diferencia de los conservadores, el final de campa?a para el Partido Laborista ha estado exento de contratiempos. Starmer ha logrado consolidar su giro al centro y ha afianzado un discurso a favor de la moderaci?n y de la estabilidad econ?mica, al mismo tiempo que ha evitado tocar asuntos polémicos como el cambio clim?tico, las pol?ticas de identidad de género o el Brexit. El l?der laborista ha logrado capitalizar el hartazgo de la poblaci?n tras una etapa de gobiernos conservadores que ha dejado cinco primeros ministros y un pa?s que, en muchos aspectos, est? en peores condiciones que cuando los 'tories' accedieron al poder en 2010. Las encuestas también pronostican un gran resultado del partido de Starmer en Escocia, con unPartido Nacional Escocés (SNP) en horas bajas tras 17 a?os en el Gobierno de la regi?n.

Pero m?s all? del aumento del apoyo a Starmer, gran parte del previsible éxito del Partido Laborista este jueves recaer? en el auge del partido de derecha populista Reform UK, al que las encuestas sit?an como tercera fuerza pol?tica con un 16% de los votos. El partido, liderado por Nigel Farage, ha logrado atraer a los votantes m?s radicales del Partido Conservador con un discurso de mano dura contra la inmigraci?n. A pesar de que el sistema electoral brit?nico impedir? que logre m?s de una decena de representantes en la C?mara de los Comunes, la formaci?n populista provocar? una divisi?n del voto de derechas y facilitar? la victoria de los laboristas en muchas circunscripciones.



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