"Me obligaron a prestar declaraci?n en unas circunstancias en las que no era capaz de tomar decisi?n alguna, con evidentes comentarios que coartaban mi libertad y con constantes comentarios amenazantes, lo que unido a mi condici?n de extranjera, me llev? a prestar declaraci?n de forma forzada, sin ser informada de nada, e incluso recogiendo en el Acta de la denuncia p?rrafos y afirmaciones que no fueron realizadas por mi persona".

As? de dura se expresa, en una denuncia contra la Polic?a Nacional a la que ha tenido acceso El Peri?dico de Espa?a, del Grupo Prensa Ibérica, una de las bailarinas del musical Malinche de Nacho Cano. Es una de las noticias de este verano: el m?sico madrile?o ha sido detenido por, presuntamente, utilizar a 18 bailarines mexicanos en situaci?n irregular para su espect?culo. Pero los artistas han contraatacado con una denuncia por coacciones y falsedad documental contra los agentes que intervinieron en la operaci?n.

En dicho documento, una de las bailarinas acusa a la polic?a de haber tenido una actuaci?n desproporcionada con ellos, de haber recibido amenazas y coacciones, de haber sido cuestionada incluso por cuestiones de naturaleza sexual que nada ten?an que ver con el caso, as? como de haber accedido a su teléfono m?vil sin permiso y de haber tergiversado sus declaraciones originales.

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Como delincuentes

Empieza el relato la denunciante asegurando que "mi estancia en Espa?a -junto con la del resto de personas integrantes del proceso formativo, 18 personas, todas ellas de nacionalidad mejicana- durante el tiempo que dura la formaci?n es absolutamente legal, pactada forma bilateral y libremente aceptada por mi persona, en la medida en que mi intenci?n es dedicarme profesionalmente al mundo del espect?culo".

El problema empez? el 27 de junio, cuando una veintena de agentes de la Polic?a Nacional se personaron en el lugar en el que los artistas estaban ensayando: "La forma de proceder de tales agentes en modo alguno puede considerarse normal y proporcionada, sino mas bien al contrario, por cuanto trataron al grupo como delincuentes, prohibiéndonos la comunicaci?n entre nosotros, o el uso del teléfono m?vil, llegando hasta la circunstancia de que nos encerraron en dependencias diferentes, estando retenidos durante varias horas".

En el local hab?a artistas espa?oles y mexicanos. En la denuncia, esta denunciante se queja de que s?lo los mexicanos fueron enviados a la comisar?a de Leganitos, mientras que los nacionales fueron puestos en libertad. Adem?s, seg?n asegura este testimonio, el traslado se hizo en coches policiales con las sirenas activadas, lo que caus? un gran impacto a los afectados y les hizo sentir como delincuentes.

"No ten?a conciencia de lo que me estaba pasando ni era capaz de comprender la situaci?n a la que me vi forzada por los agentes de polic?a, quienes no informaban de nada e imprim?an un miedo en mi persona que no hab?a sentido antes, pues me encuentro fuera de mi pa?s, en un proceso formativo plenamente legal y ordenado. En cambio, la situaci?n pareciera como delictiva", prosigue la denuncia.

Sin comer

Otra de sus quejas se centra en las condiciones en las que aseguran haber estado retenidos en la comisar?a: "Desde las 15:00 horas en adelante comenzaron a tomarnos nueva declaraci?n, esta vez en sede policial, nuevamente en circunstancias poco habituales, y con evidente coacci?n y amenazas de los funcionarios hacia el grupo, siendo que estuvimos nuevamente retenidos por varias horas, pues las primeras personas empezaron a salir pasadas las 20:00 horas, es decir, mas de 5 horas de retenci?n en condiciones de incomunicaci?n, privados hasta de alimento. Y lo que es mas grave a?n, intentando sonsacarme una declaraci?n sobre cuestiones y acusaciones al director del musical Malinche, Don Nacho Cano, que no se corresponden con la realidad".

Prosigue asegurando que su declaraci?n "no fue voluntaria, sino forzada, que nunca se me inform? en condici?n de que estaba all?, sino que solo iban a filiarme, cuando lo cierto es que me tomaron nueva declaraci?n, y adem?s presidida por amenazas sobre la expulsi?n de Espa?a, cuestionamiento de mi estancia en Espa?a y oblig?ndome a entregarles mi dispositivo m?vil de telefon?a para acceder al mismo sin mi consentimiento. Tales accesos comprend?a tanto el correo electr?nico como la aplicaci?n de mensajer?a instant?nea WhatsApp, sin mi consentimiento y con la amenaza de deportaci?n a mi pa?s, pues se me dijo en reiteradas ocasiones que mi visado estaba anulado y que deb?a declarar".

Acerca de la aplicaci?n WhatsApp y los accesos a mi correo electr?nico, los agentes me pidieron, nuevamente sin avisar de que era voluntario, sino con ?nimo coactivo, que exportara determinados chats de la aplicaci?n, para enviarlos al teléfono m?vil del agente que me interrogaba. Lo anterior no fue consentido por mi, sino de obligado acatamiento en vista de los comentarios amenazantes recibidos de los agentes de la autoridad (...) ello me permite afirmar que la situaci?n de miedo y angustia creada por los agentes denunciados lo era para extraer de mi una declaraci?n no consentida, tras haber sido retenida varias horas".

Naturaleza sexual

Una de las afirmaciones m?s controvertidas de la denuncia es la que asegura que los agentes le hicieron preguntas de naturaleza sexual: "Me llam? la atenci?n no obstante la cantidad de preguntas que me hicieron sobre cuestiones que nada tienen que ver con lo anterior, sino sobre cuestiones de naturaleza sexual, cuestion?ndome si el director del musical se me habr?a insinuado o intentando hacer ver que yo era una persona que estaba siendo maltratada laboralmente, cuando desde un primer momento manifesté que mi condici?n era la de becada".

Todo lo acontecido, para le denunciante, fue "extraordinariamente impactante para mi persona, me ocasion? un miedo evidente, pues me sent? desprotegida en vista de lo que me preguntaban, del conocimiento que ten?an de mi persona y de la situaci?n de falta de informaci?n a la que me vi sometida, lo que unido a las comentarios recibidos sobre mi estancia en Espa?a, me hizo sentir francamente vulnerable y en lo que sent? como una situaci?n de indefensi?n y de discriminaci?n por mi condici?n de extranjera".

Declaraciones falsas

La denuncia tiene dos acusaciones: una de coacciones y amenazas. La otra, de falsedad en documento p?blico. Acusan a los agentes de haberse inventado parte de las declaraciones que presuntamente ella hizo: "Mi declaraci?n ha podido ser alterada, consiste en que se recoge en la misma, circunstancias que no he afirmado, reinterpretando mis respuestas y agregando cuestiones que no guardan relaci?n con lo realmente manifestado. Lo anterior, obviamente sin mi consentimiento y alterando en esencia el documento en cuesti?n".

"En otras ocasiones, manifestando el documento cuestiones alejadas de la realidad, como por ejemplo que acud? a dependencias polic?as de forma voluntaria, cuando lo cierto es diferente. En otras ocasiones veo como se tergiversan respuestas en materia laboral para hacer ver de la lectura de la declaraci?n la existencia de una relaci?n laboral al hacer uso de términos como salario o que la estancia en el proceso formativo podr?a estar rodeada de elementos abusivos, cuando lo cierto es que manifesté cuestiones que no se recogen en el acta", resume.

Concluye la denunciante con una dura cr?tica contra la polic?a: "Actuaciones policiales como las descritas alejan a Espa?a de los pa?ses con un sano sistema policial, que no debe sino velar por los derechos e intereses leg?timos de los ciudadanos que se asientan en su territorio. En cambio, actos como los denunciados, contra quien pareciera ser perjudicado o v?ctima de determinados hechos, a quienes se les priva de libertad durante mas de 10 horas y se les trata como verdaderos delincuentes, es la ant?tesis de la actuaci?n que cabr?a esperarse de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado".



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