Rosal?a sibilina 'entertainer', colegiala de gusto minimalista y encantadora de serpientes. 'Hit maker' letal y generadora de debates musicales sangrantes cuando ya los cre?amos muertos y enterrados. Bendita 'Motomami', que nos hace sentir vivos, y que este s?bado se ha puesto en el bolsillo un Palau Sant Jordi dispuesto a dejarse enredar en su visi?n ultramoderna, desafiante, desconcertante, del espect?culo pop.

Hablamos de canciones, después de todo, con ganchos uno detr?s de otro y mil y una ocurrencias descollantes, maquinadas en el estudio, material que ha propulsado un no parar de creativas coreograf?as a cargo de los ocho bailarines que envuelven a Rosal?a en esta gira. Sus ?nicos acompa?antes en escena, s?. ?Esto no es un concierto? Quiz? habr? que inventar una palabra para lo suyo, pero no dejaremos que el vocabulario sea un problema, ?verdad?

'Motomami', el 'show', o lo que sea, impacta desde su ondulante l?mina blanca sobre la cual Rosal?a y los suyos activaron el 'play' a lomos de 'Saoko', el tema portador de su lema vital, "Yo me transformo". Siguiendo de cerca cada movimiento, un c?mara que transmit?a las im?genes a sendas pantallas verticales en honor al paradigma Tik Tok.

En un lugar sagrado

Y ‘Motomami’, el disco, camin? por su campo de minas, entre elreguet?n deconstruido de ‘Candy’ y la bachata marciana de ‘La fama’. No ha tardado en decirnos Rosal?a, en su catal?n materno, que el de Barcelona no pod?a ser un concierto m?s. "Em fa molta il·lusi? estar a casa i cantar per a la meva gent", ha afirmado, a?adiendo que un escenario es siempre "un lloc sagrat", y que el Sant Jordi le hace "molt feliç". Ah? nos ha parecido que se le romp?a un poco la voz por la emoci?n.

Nada grave: una ‘Motomami’ es capaz de mostrar sus sentimientos, de replicar a una fan que ya le firmar? el disco a la salida ("tengo un boli preparado") y de poner en un plis plas la voz a punto para abordar ‘Dolerme’, canci?n sobre despedidas tristes pero necesarias, mientras toca una hermosa guitarra Gibson Les Paul (como Madonna hace 21 a?os).

?Quién dijo que en ‘Motomami’ no hay flamenco? ?Y esas ‘Buler?as’ qué son, folklore andino? Rosal?a ha sacado ah? ese poder?o jondo tramado en la pe?a y en las aulas, alz?ndose como “la ni?a de fuego” entre palmas y taconeos procesados y cruzados con ‘beats’ secos. Los bailarines, muy lejos de las rutinas de plat? tan comunes en los conciertos pop (y latinos), sorprendiendo al sentarse y contorsion?ndose, con ella dentro, y dar forma a una moto en el tema que da titulo al disco.*

Fan a los 9 a?os

Y ella, hablando con ese punto de inocencia, cuando le sale un pellizco de voz infantil, que la distancia de la figura de la diva, ya fuera para recordar la dedicatoria de ‘G3 N15’ (a su sobrino Gen?s, a quien extra?? en sus d?as de confinamiento americano) o para dirigirse a las primeras filas y leer sus pancartas. “He nascut per ser ‘motomami’”, dec?a una. Ah? ha agarrado ella misma la c?mara para completar una escena en que la realidad imitaba la virtualidad de las redes. “Con 9 a?os soy tu fan”, ha hecho saber otra admiradora, la tierna Maya.*

El espect?culo ha tirado de recursos sencillos y simp?ticos, como esa silla de barber?a en la que se ha sentado Rosal?a para abordar ‘Diablo’, con su di?logo con una perversa voz infantil, o la kilométrica bata de cola negra, de pesadilla a lo Tim Burton, que la ha vestido en ‘De plata’, jondo hardcore de su primer ?lbum, ‘Los ?ngeles’ (2017).

Ha habido lugar, oigan, hasta para otro instrumento musical, un piano de media cola desde el que defendi? la perversa ‘Hentai’, melod?a de viejo est?ndar americano que habr?a hecho feliz a Hoagy Carmichael regada con rimas porno dignas de las m?s bellas p?ginas de la poes?a trovadoresca provenzal.*

La letra be de ‘Abcdefg’ fue, l?gicamente, para Barcelona, en un di?logo con el p?blico que deriv? en una sorpresa, asalto ‘a cappella’ a ‘Millonària’, canci?n en catal?n no incluida en la gira. El escenario se llen? de cubos en ‘La combi Versace’, donde Rosalia nos obsequi? con un fugaz perreo, y de fans, una veintena, en el ‘medley’ con vistas a ‘Gasolina’, de Daddy Yankee. ‘Malamente’ son? como el cl?sico que es, y en el tramo final Rosal?a nos vino a decir que, después del dolor de alma de aquel ?lbum, ahora tocaba un poco de diversi?n, y ah? estuvo el bis con ‘Chicken Teriyaki’, camino al punto y final con la batucada turbo llamada 'Cuuuuuuuuuute'. No sin antes escalar a las cumbres de ‘Sakura’, esa balada flotante inspirada, record? Rosal?a, en el arte jondo de Lole y Manuel, en la que cavila sobre el estrellato. “Ser una popstar nunca te dura / Flor de sakura / No me da pena, me da ternura”. Pero, cuando brota, el espect?culo es para recordar.



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