La Eurocopa femenina celebrada en Inglaterra durante el pasado mes de julio sirvi? para confirmar que el f?tbol femenino ya no es una moda pasajera: excelentes audiencias de televisi?n, campos llenos y un nivel de juego que sorprendi? –para bien- a los espectadores no habituales.

Y precisamente porque el f?tbol femenino ya no es una moda, los periodistas deber?amos llevar a cabo una reflexi?n sobre c?mo nos referimos al f?tbol cuando lo practican mujeres y no hombres.

La mirada cambia, y es una mirada que sigue estando te?ida de una cierta condescendencia, como si el f?tbol femenino fuese solo un pasatiempo, en contraposici?n al masculino, que es una industria multimillonaria.

Esa condescendencia se nota cuando después de la final, por ejemplo, los periodistas decimos que ‘han ganado todas’ (en realidad, gan? Inglaterra; no dir?amos ‘han ganado todos’ cuando Italia se proclam? campe?n del mismo torneo, en el mismo escenario, en la versi?n masculina), o también cuando después de la eliminaci?n de Espa?a, la prensa solo destac? las virtudes de la selecci?n.

Fueron muchas, y hab?a que valorarlas, pero también conviene analizar las carencias o los errores cuando un equipo cae eliminado, como suele suceder en el f?tbol masculino.

Ocurri? algo similar cuando el Barça perdi? la final de la Champions ante el Lyon: solo se escribieron parabienes, antes y después del partido, en una atm?sfera 'buenista' que a corto plazo es justa y necesaria, pero que a la larga, ser?a bueno ir sustituyendo por un enfoque m?s racional. De hecho, fueron las propias jugadoras quienes aprovecharon la derrota en la final para destacar que a la Liga femenina le falta competitividad.

En una palabra, quiz? deber?amos empezar a tratar el f?tbol femenino con la misma mirada que al masculino. Con menos benevolencia y con m?s normalidad. Seguro que las jugadoras lo agradecer?n: podr?n empezar a hablar de f?tbol como lo hacen sus compa?eros del masculino, sin tener que justificar en cada respuesta el crecimiento del f?tbol femenino o las asistencias a los estadios (que ya pronto dejar?n de ser noticia, y eso ser? una buena noticia).

Seguro que las protagonistas del f?tbol femenino empezar?n a sentirse realmente valoradas cuando los periodistas las tratemos con la misma exigencia y la misma cr?tica que a sus compa?eros: habr? choques, cr?ticas y malestar, pero también habr? elogios y aplausos. Exactamente igual que en el masculino. La plena normalidad.



أكثر...