Espa?a regresaba a la cuenca del Ruhr, esta vez a Colonia en lugar de Gelsenkirchen, para enfrentarse a una Georgia rocosa. Partido de pico y pala a pie de mina. El 5-3-2 en que ha acomodado Sagnol a su selecci?n le ha sentado como un guante, ofreciendo inmejorables resultados en esta Eurocopa en la que se ha estrenado metiéndose en octavos.

A contracorriente, por primera vez

El duelo era una partida de ajedrez. Los peones de Sagnol contra los alfiles de De la Fuente. Pero el francés, disfrazado del hermético Karpov, cerr? los espacios a Lamine y Nico para desactivarlos, lo que oblig? a Rodri y Fabi?n a llevar el partido a los pasillos ante la tupida defensa georgiana. Espa?a se movi? con entusiasmo en el cuarto de hora inicial, pero sin concretar. Y en la primera ocasi?n en que lleg? el bal?n al ?rea de Unai Sim?n, minuto 17, una pelota cruzada fue rematada por Le Normand a su red. Por primera vez en la Eurocopa Espa?a recib?a un jaque y nadaba a contracorriente. Momento de comprobar el car?cter y la entereza de esta joven selecci?n.

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La impaciencia es inherente a la juventud y el gol atropell? el juego espa?ol al tiempo que envalentonaba el georgiano. Por primera vez en el torneo Espa?a se desfiguraba. Las contras cauc?sicas castigaban el desasosiego espa?ol y cerrados los carriles, Nico y Lamine perd?an brillo. Sosten?a Bobby Fischer que “la t?ctica fluye a partir de una posici?n superior”. Y Espa?a no flu?a porque ten?a una posici?n inferior, y no solo en el marcador. No ayudaba la intrascendencia de Pedri ni un Morata romo. Karashkelia, como dec?a Mamardashvili, parec?a mejor que todos los espa?oles, aunque quien sosten?a el marcador era el portero del Valencia. Hasta que Rodri se asom? al ?rea rival, por primera vez esta Eurocopa, y tras recortar solt? un zarpazo a la red con la izquierda. A falta de alfiles y de caballos, una torre pon?a las tablas. Veinte minutos hab?a necesitado Espa?a para recomponerse, con m?s empe?o que brillantez.

Georgia ol?a sangre y Kvaratskhelia a punto estuvo de volver a dar jaque a los de De la Fuente otra vez con un disparo desde su campo con Unai fuera de sitio. Espa?a no se dej? intimidar y gener? inmediatamente una falta en la que Mamardashvili neg? el gol a Lamine, pero la jugada no muri? y el ‘Ni?o’ regal? con desparpajo una rosca deliciosa al ?rea georgiana, donde apareci? la otra torre espa?ola, Fabi?n, para cabecear a la red. En un partido de pico y pala, los dos centrocampistas espa?oles sumaban su consistencia para descifrar el sudoku georgiano. Adonde no llegaba el frenes? de los j?venes, apareci? el oficio de dos veteranos. El tanto desfond? a los de Sagnol y aparecieron los espacios que Nico y Dani Olmo utilizaron para disfrazar de goleada (4-1) un partido que tuvo tintes ag?nicos.

Lecciones para lo que viene

El partido evidenciaba algunos rasgos de esta selecci?n de De la Fuente que convendr? tener en cuenta de cara a los duelos que quedan, empezando por el de Stuttgart ante Alemania. Su tripleta atacante tiene vértigo y desborde, pero le falta gol. Cuatro partidos después Morata, Lamal y Nico suman dos goles. Los extremos definen a esta Espa?a, pero no intimidan en el ?rea. En la mediapunta, Dani Olmo da m?s que Pedri, sin enamorar tampoco. Por contraposici?n, su dupla de mediocampistas, Rodri y Fabi?n, muestran una jerarqu?a y un criterio que equilibra al equipo. Adem?s de los tres goles que acumulan entre ambos, siempre incisivos al pisar el ?rea. Y en defensa el equipo dej? dudas de cara a lo que se viene ante Musiala, Wirtz, Gundogan y compa??a.

Sin embargo, es bueno que se haya rebajado el souflé. Era demasiado c?modo y f?cil todo. Espa?a ha salido de este partido con un par de cornadas. Esos veinte minutos abajo en el marcador ser?n los que forjar?n el car?cter del grupo. Nadie dijo que fuera a ser f?cil. Y ya sabemos que se nos dan mejor los gigantes que los molinos. Abr?chense los cinturones porque vienen curvas. Alemania, quiz?s Francia, a lo mejor Portugal…**



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