Apenas un par de d?as separaron las dos im?genes. Las dos grandes figuras del tenis femenino espa?ol en la ?ltima década, en la misma ciudad, Madrid, pero en dos dimensiones completamente opuestas. Garbi?e Muguruza radiante y feliz en la gala de los premios Laureus, desligada ya al cien por cien del yugo en el que se hab?a convertido el tenis para ella tras haber anunciado oficialmente lo que todo el mundo sab?a. Mientras, Paula Badosa, su amiga y compa?era de fatigas, frustrada, cayendo otra vez en una primera ronda, este vez en el torneo de casa.

As? lleva la tenista catalana m?s de un a?o por culpa de unos dolores cr?nicos en las espalda que no desaparecen. Palo tras palo desde que la cuarta vértebra lumbar se le fracturase por estrés hace un a?o en el Masters 1.000 de Roma. Apenas 27 partidos disputados en 2023. Y en 2024, m?s de lo mismo. A cada intento de volver, tropez?n, malas sensaciones y frustraci?n. Papel discreto en su retorno al circuito en el pasado Open de Australia, fuera de Indian Wells, uno de sus torneos favoritos, l?grimas en Sttutgart y una despedida de Madrid a las primeras de cambio.

Un "sufrimiento constante", en palabras de la propia jugadora, que ha puesto su carrera en la encrucijada. Badosa, n?mero dos del mundo hace un par de temporadas y campeona de Indian Wells unos meses antes, sali? la semana pasada del top-100 del circuito y ahora mismo ha pasado a De 15 partidos jugados en lo que va de campa?a, nueve derrotas y una tercera ronda (Australia) como mejor resultado.

Cortisona para el dolor

Pobre bagaje para alguien que hace no tanto aterrizaba en los torneos como una de las rivales a batir. Su f?sico no le permite m?s. Y lo que es peor, amenaza con no ir a mejor. "Tras unas revisiones en marzo, los médicos me dijeron que ser?a complicado que siguiera mi carrera", confes? Badosa al llegar a Madrid, donde también explic? que est? recibiendo un tratamiento con*inyecciones de cortisona*para mitigar los fuertes dolores que viene sufriendo.

Y ah?, en esos momentos, afloran las comparaciones y asoma la figura de Garbi?e, liberada y feliz tras dar un paso al costado. Mientras ella disfruta de su retiro, Badosa sufre y llega la pregunta. ?Todo este proceso le est? llevando a "desenamorarse" del tenis? Esa, y no otra, es la clave.

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Ceremonia de entrega Premios Laureus.
Kiko Huesca
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"Me gusta mucho el tenis, me encanta competir, pero*no me gusta verme como estoy. Siempre he tenido expectativas muy altas, he vivido lo que es estar lo m?s arriba y ahora es muy dif?cil verme abajo. Cada semana hay una decepci?n, hoy por el nivel de tenis”, se resigna una Badosa que reconoce que "me est? costando levantarme. El nivel del tenis est?, pero tengo que recuperarme bastante emocionalmente". En ello, y en aprender a convivir con el dolor, est? la resoluci?n de la inc?gnita en la que ha convertido su carrera.

“He estado sufriendo mucho con esta lesi?n.*Es muy complicada, cr?nica, dif?cil. Estoy haciendo todo lo que est? en mi mano y estoy trabajando todos los d?as con mi equipo para sentirme bien. ?Dolor cero? Es muy dif?cil, pero estoy llev?ndolo lo mejor posible; si me permite entrar en la pista y competir, ya he ganado. Si tengo que hacer los tratamientos que dije [inyecciones de cortisona], los haré para alargar al m?ximo mi carrera”, asegura Badosa, que se niega a hincar la rodilla con las sensaciones actuales y piensa en “jugar tres o cuatro a?os m?s”.

De momento, la realidad, llena de incertidumbres, camina por otro lado que sus pensamientos.



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