De la ilusi?n al miedo de una "Europa que puede morir". Seis a?os y medio después de su famoso discurso de la Sorbona, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha detallado este jueves su visi?n sobre laUni?n Europea, con la mirada puesta en laselecciones europeas del 9 de junio, que su partido afronta en un momento de gran debilidad y en que el grupo de los liberales podr?a perder peso en el futuro Parlamento Europeo.

El dirigente centrista ha hecho una intervenci?n de m?s de una hora y media en el monumental anfiteatro de la hist?rica universidad de Par?s. Aunque el escenario era el mismo, el dirigente centrista ha articulado sus propuestas en torno a sentimientos casi opuestos a los reivindicados en septiembre de 2017. Mientras entonces hizo una serie de promesas para que el proyecto europeo recuperara la ilusi?n, ahora se ha basado en las amenazas para que el Viejo Continente se dote de los medios para convertirse en una mayor potencia.

"Debemos ser l?cidos sobre el hecho de que Europa es actualmente mortal. Puede morir y esto depende ?nicamente de nuestras decisiones", ha advertido Macron parafraseando al poeta Paul Valéry, quien dijo que "la civilizaci?n era mortal" tras la Primera Guerra Mundial. Después de haber considerado hace un mes a Rusia como una "amenaza existencial" para el Viejo Continente, el presidente francés ha insistido en la misma ret?rica del miedo en aras de favorecer una toma de consciencia en las altas esferas y la ciudadan?a. Ha reivindicado una mayor concienciaci?n no solo ante la amenaza de la invasi?n rusa de Ucrania, sino también de que la UE quede descabalgada en medio de la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China.

"Europa puede morir de s? misma", ya que "nos encontramos en un momento en que Europa piensa en su declive y no se quiere", ha advertido Macron, quien ha alertado, asimismo, del riesgo de inmovilismo entre los 27 que provoca el crecimiento de la ultraderecha. La convulsi?n geopol?tica actual —guerra de Ucrania y la de Gaza—, sumada al fantasma de un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, seg?n el presidente francés, deben propiciar que el bloque continental apueste por una mayor "soberan?a europea" en materia militar, producci?n armament?stica, gesti?n de la inmigraci?n e impulso de las energ?as verdes y la inteligencia artificial.

Una "Europa mortal"

Estas cuestiones han centrado el discurso de la Sorbona 2 de este jueves en que ha habido menos propuestas concretas que en el de la Sorbona 1. Ante la amenaza de una "Europa mortal", el inquilino del El?seo ha pedido a los pa?ses del bloque que impulsen una defensa que "sea cre?ble". "El pilar europeo de la OTAN que estamos construyendo es esencial, pero debemos construir un marco de defensa europeo", ha reivindicado.

El presidente ha explicado que en los pr?ximos meses quiere reunirse con sus socios para impulsar "esta iniciativa europea de defensa, que debe ser sobre todo un concepto estratégico". Es decir, desarrollar una doctrina militar de la UE que permita gestionar cuestiones, hasta ahora espinosas, como la disuasi?n nuclear francesa, que "por esencia es un elemento ineludible de la defensa" del Viejo Continente, ha sostenido.
A diferencia de lo defendido a?os atr?s, Macron ya no apuesta por la creaci?n de un ejército europeo, ante las reticencias que generaba ese proyecto en la OTAN y en numerosas capitales, sobre todo del este del continente. En lugar de ello, ahora defiende una mayor cooperaci?n entre los distintos ejércitos nacionales. Esta tendr?a lugar a través de la elaboraci?n de esta "doctrina estratégica europea", as? como la creaci?n de una academia militar continental "para formar a los futuros dirigentes castrenses y civiles en temas defensa y seguridad".

"La Europa como potencia es algo sencillo. Es una Europa que se hace respetar y garantiza su seguridad", ha declarado. Para ello, Macron ha reivindicado la creaci?n de un escudo antimisiles europeo o una preferencia continental en la compra de armamento. Se trata de unas propuestas que no le resultar? f?cil hacer realidad, teniendo en cuenta las tensiones entre Par?s y Berl?n que han provocado estas mismas cuestiones en los ?ltimos a?os. Respecto a la seguridad interior y la gesti?n de la inmigraci?n, el dirigente galo ha defendido la creaci?n de un consejo en que se re?nan con regularidad los ministros de Interior y Defensa de los distintos pa?ses de la UE. Tendr?a un funcionamiento parecido al del Ecofin.

Mayor?a de edad digital a los 15 a?os

Los temas de defensa y seguridad han marcado la larga intervenci?n del presidente, aunque también ha tratado asuntos econ?micos y sociales. Por un lado, ha apostado por una "simplificaci?n de las normas" para apoyar las empresas europeas y que la UE se convierta de aqu? a 2030 en l?der mundial en energ?as verdes, inteligencia artificial y el espacio. Por el otro, ha insistido en aumentar de 13 a 15 a?os la edad en que los menores podr?n disponer de "una mayor?a de edad digital", sin ver limitado su uso por controles parentales.

Con este discurso, Macron ha intentado reencarnar ese rol que tanto le gusta de l?der e ide?logo de la UE. Buena parte de las propuestas que hizo en su primer discurso de la Sorbona, como el hecho de reducir la Comisi?n Europea a 15 miembros o que una parte de los eurodiputados fueran elegidos en listas transnacionales, quedaron en meras promesas. Sin embargo, el inquilino del El?seo ya tuvo entonces la buena intuici?n de advertir que "estamos amenazados. La audacia es nuestra ?nica respuesta". Siete a?os después, esta reivindicaci?n de una soberan?a europea, con tintes algo nacionalistas, aparece hipertrofiada. Y el presidente pr?cticamente no ha tratado la democratizaci?n de la UE y c?mo acercar las instituciones continentales a la ciudadan?a.

Su segundo discurso de la Sorbona aparece claramente marcado por la coyuntura actual —y en este sentido su diagn?stico puede resultar certero—, pero corre el riesgo de no entusiasmar a la ciudadan?a. Debilitada por la pol?tica interna en Francia, la coalici?n macronista afronta en una posici?n de debilidad las elecciones europeas, con unas intenciones de voto del 19%-16%. Es decir, unos 10 puntos menos que la ultraderechista Reagrupaci?n Nacional de Marine Le Pen (32-28%). Una fragilidad en el panorama nacional, y también en el futuro Parlamento Europeo, que limita el alcance de las propuestas del presidente francés.



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