El aire pesaba, hab?a dejado de llover y unos t?midos rayos de sol se dejaban ver por el norte de Londres. Un martes de mayo cualquiera disfrazado de final. Ya desde la parada de metro de White Hart Lane (que da nombre al antiguo estadio) y entre los aleda?os del Tottenham Hotspur Stadium se respiraba la ilusi?n de una afici?n obligada a creer en el milagro, obligada a un ?ltimo esfuerzo para levantar a un equipo que ha llegado al final de temporada con el tanque de gasolina en reserva. No les quedaba otra: ten?a que ser una noche de gloria.

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Ganar o ganar. Ni a Tottenham ni a Manchester City les val?a el empate, pero s?lo uno de ellos mereci? la victoria. Por mucho que lo intentaran los locales, s?lo hubo un equipo campe?n sobre el césped. De hecho, s?lo los gritos de ‘Stand up if you hate Arsenal’ (lev?ntate si odias al Arsenal) animaron a los aficionados ‘Spurs’ a moverse de su asiento en la grada y tratar de agitarse en una noche de frustraci?n en lo futbol?stico. Lo mejor, antes del pitido inicial.
Ya en el juego, aparecieron Vicario y Dragusin para frenar el arréon del City y pudieron adelantarse antes del 'hachazo' de Haaland. Heung-Min Son tuvo en sus botas un gol que pudo haber roto la Premier en mil pedazos, dar esperanzas al Arsenal y llenar los corazones de los centenares de aficionados surcoreanos presentes en el estadio. La ‘Sonnyman?a’ se qued? sin premio, aunque ellos no perdieron la sonrisa. Los 'fans' del Tottenham un poco s?, para ser sinceros, aunque los m?s perversos se alegrar?n de haber frustrado a su 'enemigo' Arsenal en su lucha por el t?tulo

LA GLORIA, A TOCAR

Del otro lado, emociones fuertes. Guardiola, desde la banda, gesticul? como siempre y celebr? como nunca una victoria que vale m?s que media Premier League. As? es como se ganan las ligas. Del cabreo de Ederson al heroico Stefan Ortega Moreno, con doblete de Haaland incluido y sufrimiento moment?neo. Mikey Moore, canterano del Tottenham, hizo regresar a su asiento a algunos aficionados que ya encaraban los vomitorios para aplaudir su debut con 16 a?os, nueve meses y tres d?as. El m?s joven en debutar en Premier. En el marcador, 0-2.
Con el final, la rabia y la tensi?n liberada de Rodrigo Hern?ndez se fundi? en un brutal abrazo con la afici?n ‘Cityzen’ desplazada a Londres, pu?o al aire junto a un Foden también euf?rico, que se llev? de regalo una bufanda lanzada desde la grada. Los mismos hinchas que se hab?an fundido en un nuevo ‘poznan’ tras el 0-2 del noruego (esa forma de saltar de espaldas todos juntos tan curiosa) pusieron rumbo a M?nchester planeando ya la celebraci?n de la sexta Premier League en ocho temporadas con Pep al grito de ‘Champioooooones...' Lo tienen casi hecho, pero hasta el pitido final est? todo abierto. Que se lo digan a Gündogan y al Aston Villa...



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