La tormenta azota Utrecht. Entrar en los Pa?ses Bajos, cuando se llega con mentalidad de manga corta y bermudas, es como la escena de Ocho apellidos vascos, con el actor Dani Rovira cruzando un t?nel hacia territorio de Euskadi. El verano parece haber acabado. No cesa de llover.

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Pero no es solo agua sino las eternas dudas que siempre envuelven a este deporte, la vieja escuela, que parece querer resistir ante la llegada de j?venes talentos crecidos en otros ambientes lejos de las trampas del pasado.

A Utrecht, donde nacer? este viernes la Vuelta, lleg? Nairo Quintana de los primeros. El lunes ya aterriz? en Holanda y fue, precisamente, el primero de todos los ciclistas que convoc? a la prensa, el martes por la tarde, cuando estaban conduciendo los que iban en coche o preparaban la maleta los que ayer volaron desde Espa?a. El ciclista colombiano habl? de la renovaci?n con el Arkea,el equipo francés donde encontr? estabilidad después de abandonar el Movistar con demasiada competencia entre l?deres espa?oles, buenas caras al exterior pero tensiones puertas adentro. Y festej? lo feliz que estaba después de haber terminado el Tour en sexta posici?n, en la carrera donde hab?a hecho dos veces segundo y una tercero, pero que a los 32 a?os, y con mucha m?s madurez que otros corredores, ya parec?a destinado a olvidarse de la general y centrarse en ganar etapas si sonaba la flauta de la victoria.

Pues de sexta posici?n, nada de nada, porque ayer, mientras todos los corredores se dirig?an a las oficinas m?viles de la Vuelta en Utrecht, el mismo lugar donde el Tour estableci? su base en 2015, cuando la ronda francesa también vio la vida en esta ciudad, se conoci? la peor noticia, la que provoc? la tormenta. Quintana hab?a sido eliminado del Tour y sus resultados, as? como premios y puntos conseguidos, quedaban borrados después de que apareciese un analgésico denominado Tramadol en dos muestras de sangre tomadas en los controles antidopaje de la ronda francesa. No puede hablarse de positivo, porque el Tramadol no est? prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje y porque en cualquier otro deporte que no sea el ciclismo se puede tomar libremente. Sin embargo, las barbaridades del pasado han obligado a la Uni?n Ciclista Internacional (UCI) a ser m?s cauta que cualquier otra federaci?n y ha prohibido medicamentos o métodos que en otras especialidades est?n perfectamente tolerados.

Infiltraciones prohibidas

Por ejemplo, ning?n corredor que a partir de ma?ana participe en la Vuelta podr? realizarse una infiltraci?n, ya sea en un hombro, una rodilla o un pie. En otros deportes se pueden ganar campeonatos y hasta convertirse en un héroe por aguantar el sufrimiento a base de pinchazos. Aqu?, no. Aqu? te vas a la calle. Y lo mismo ocurre con el Tramadol, un analgésico opioide, que alivia el dolor; es decir, un ibuprofeno a lo bestia. Y en un Tour duelen las piernas y los ciclistas buscan calmantes debajo de las piedras.

Desde el 1 de marzo de 2019, el Tramadol est? prohibido en competici?n y su uso acarrea la eliminaci?n en la carrera donde se utiliz?, que es lo que ahora le ha ocurrido a Quintana. ?Por qué se prohibi?? Pues sencillamente porque los especialistas médicos de la UCI se alarmaron estos ?ltimos a?os por el uso desmesurado del f?rmaco entre los corredores. Las muestras, recogidas en los controles antidopaje, indicaban que bastantes ciclistas hac?an uso de este medicamento y la federaci?n se mosque?. ?Y si se utiliza por algo m?s que para combatir el dolor? Por si acaso lo prohibieron; una circunstancia que deb?an conocer tanto Quintana como el Arkea. "El equipo ha tenido conocimiento de la notificaci?n de la UCI a Nairo Quintana con la presencia de Tramadol en dos muestras del Tour. El reglamento indica que no se puede usar en competici?n por razones médicas. Pero no implica la suspensi?n del corredor. El Arkea no har? ning?n otro comentario", indic? el conjunto francés. Borr?n y cuenta nueva, como si perder la sexta plaza del Tour fuera algo de lo m?s corriente.



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