Ya es un debate entre uniformados en Espa?a el mismo que se plantea en otros pa?ses de Europa a la luz -o a la sombra- de las lecciones de la guerra de Ucrania: si para defender el pa?s en el inestable paisaje internacional basta hoy con el ejército profesional. O sea, si ha llegado la hora de preparar a contingentes de civiles.

Todos los gobiernos de la OTAN comparten que la fuerza profesional es la mejor f?rmula para manejar la alta exigencia técnica y t?ctica de los sistemas de armas modernos. Y en todos se da por probado que un ejército masivo de reemplazo, a la antigua, proporciona m?s problemas que soluciones. Pero en buena parte de esos aliados -Suecia, Reino Unido, Alemania, Francia, Noruega, las rep?blicas b?lticas, Polonia...- se debate ahora sobre sus reservas, el retorno o ampliaci?n de formas de servicio militar m?s o menos obligatorias.

Los militares espa?oles no son ajenos a la reflexi?n. “Se piensa en ello”, confirma un alto oficial del Ministerio de Defensa. El motivo, una vez m?s, es la guerra de invasi?n rusa contra su vecino. Tras dos a?os y cinco meses, han ca?do muertos o incapacitados para volver tantos soldados como la suma de los que los dos bandos ten?an alistados antes de la invasi?n, seg?n se calcula en la Escuela de Guerra y Liderazgo del Ejército de Tierra. En el Seminario Internacional de Seguridad y Defensa, organizado a finales de junio en Toledo por la Asociaci?n de Periodistas Europeos (APE), el general Carlos Javier Fr?as, director de la Escuela de Guerra, confirm?: “Muy probablemente, el ejército ucraniano y el ejército ruso ya han sufrido m?s bajas que la totalidad de sus plantillas en tiempo de paz”.

Eso implica m?s de 400.00 muertos y heridos sin retorno. La lecci?n: en una guerra de alta intensidad prolongada, las fuerzas profesionales tienen una duraci?n limitada, y al cabo se necesitan tropas de reemplazo. Y cuanto m?s dura la guerra, m?s se complica el reclutamiento: a las bases de instrucci?n de reclutas ucranianos en Toledo y Sant Climent Sescebes han comenzado a llegar hombres de 35 a?os de edad.

Modelo n?rdico

El modelo preferido por los militares espa?oles no es el retorno de la mili, sino la reserva al estilo n?rdico, como la que describi? en el Seminario de Seguridad y Defensa el coronel José Luis Calvo, jefe de la Divisi?n de Coordinaci?n y Estudios del Ministerio de Defensa, en el panel ‘Lecciones de Ucrania y Gaza: repercusiones en Occidente’: “Ese retorno al servicio militar obligatorio que se est? produciendo en los pa?ses escandinavos, y que se est? pensando Alemania, en realidad no es el que algunos aqu? han conocido. All? sigue habiendo un n?cleo de profesionales, y de los j?venes disponibles cada a?o se elige una parte muy peque?a, un 5 o un 7%”.

El debate entre militares no ha subido a?n al nivel pol?tico. Es una “reflexi?n te?rica” entre altos oficiales, “y no se est? haciendo nada para materializar algo as?”, explica la fuente consultada en Defensa. Se habla principalmente en el Ejército de Tierra, all? donde se percibe con m?s sensibilidad la necesidad de contar con una masa de reemplazo voluntaria e instruida.

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Todas las fuentes militares consultadas coinciden en que para Espa?a ser?a adecuada una reserva de un tama?o similar a entre el 60% y el 70% de 120.000 efectivos, que es el personal activo hoy en las Fuerzas Armadas. O sea, 80.000 espa?oles preparados para una movilizaci?n.

El modelo n?rdico, de referencia para la c?pula militar espa?ola, es “un servicio en teor?a obligatorio, pero en la pr?ctica voluntario”, explica uno de los altos oficiales que participan en la reflexi?n. Eso permite la selecci?n de un porcentaje del contingente, al que dar incentivos laborales y econ?micos a cambio de entre seis meses y un a?o de instrucci?n. “Con los que se van incorporando cada curso, al cabo de los a?os se forma una reserva de personal instruido y movilizable”, describe.

Primero los técnicos

“Potenciar una reserva voluntaria es una de las grandes asignaturas pendientes de la reforma de los ejércitos en democracia”, responde EL PERI?DICO uno de los generales al frente de misiones internacionales espa?olas.

En opini?n de este jefe del Ejército de Tierra, m?s acuciante que una reserva de soldados entrenados para acudir a las trincheras es “una reserva voluntaria de médicos, ingenieros, especialistas en electr?nica y comunicaciones, operadores de dron, técnicos de log?stica… profesionales que est?n deseando incorporarse como reservistas pero no pueden porque hoy el n?mero permitido es muy corto”.

Ese contingente de profesionales civiles resultar?a clave para “tareas a 20 kil?metros del frente. Desde la guerra de Vietnam se sabe bien que por cada soldado en primera l?nea es necesario un mont?n de personal en la retaguardia”.

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Desfile de la Armada en una entrega de Despachos en la Escuela Naval de Mar?n, en julio de 2023.
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El aumento del gasto en equipamiento de defensa emprendido por Espa?a no basta si no se invierte en personal. Hay una gran desproporci?n entre los momentos de guerra y de paz. Ucrania, un pa?s de 38 millones de habitantes, tiene hoy m?s de 400.000 ciudadanos movilizados para su ejército. Espa?a, con 47 millones, tiene 65.000 en el Ejército de Tierra.

Subraya el dato este alto jefe militar acostumbrado a la falta de personal en Tierra. Las compa??as, te?ricamente, tienen 140 componentes, pero no re?nen m?s de 100. Por libranzas y conciliaci?n, cuando llegan unas maniobras, el capit?n no saldr? al campo con m?s de 70. Ocurre en un Ejército de Tierra en el que también un tercio de los diplomados de Estado Mayor est?n fuera del colectivo.

Modelo USA

Espa?a tiene también un contingente de veteranos, los militares profesionales que han salido de las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 a?os, con instrucci?n muy precisa en trabajos castrenses.

Desde 2018 son m?s de 1.000 al a?o los soldados y marineros que despide Defensa cada a?o al cumplir los 45. Para 2036, seg?n fuentes del ministerio, sumar?n ya 50.000. El problema no es en este caso el conocimiento, sino la edad. En cierto modo, el mismo que afecta a toda la Confederaci?n Interaliada de Suboficiales en la Reserva, una entidad de militares OTAN, expertos recuperables en caso de necesidad... siempre que la edad lo permita.

“La instrucci?n b?sica, formar soldados para que sean capaces de unirse en una compa??a y coger un fusil, es relativamente sencillo, cuesti?n de unos meses. El problema al constituir una reserva es formar oficiales y suboficiales”, tercia en el debate un oficial superior de la Armada.

Quiz? la soluci?n pase por recuperar las viejas escalas universitarias de complemento, el antiguo IMEC de alféreces y sargentos, han apuntado dos de los consultados, pero para este jefe de Infanter?a de Marina es preferible el modelo de incentivos norteamericano: civiles que entran por unos a?os en las Fuerzas Armadas a cambio del pago de sus estudios y de otros mecanismos para ascender socialmente, con facilidades de integraci?n posterior en el mundo laboral. Las distintas promociones de licenciados van sumando una reserva, bajo el concepto All Volunteer Force, muy bien formada y movilizable.

El debate est? en Europa, encendido por la previsi?n de distintos servicios de inteligencia de que Vladimir Putin no se detenga en Ucrania, pero todos los consultados coinciden en que esta legislatura en Espa?a no es momento para un debate pol?tico sobre el asunto. Lo aventura la fuente de Defensa: “No creo que se haga nada", dice, pero con una salvedad: "A menos que la situaci?n empeore o se hagan recomendaciones en ese sentido desde la OTAN o la UE”.



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