La autodeterminaci?n de las personas transgénero encarceladas acerca de con qué género quieren ser catalogadas deber?a ser la regla para la gesti?n por parte de la administraci?n penitenciaria, aunque luego haya que ajustarla para garantizar la seguridad de todos, seg?n el Consejo de Europa.

Esta cuesti?n centra el informe anual, publicado este jueves, del Comité para la Prevenci?n de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa, un ?rgano encargado de la supervisi?n y la evaluaci?n de los centros con personas privadas de libertad en los 46 pa?ses miembros, después de haber estudiado la situaci?n de las personas trans encarceladas.

Ampar?ndose en la jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo, recuerda que las legislaciones de los pa?ses no deber?an exigir ninguna condici?n previa (como una operaci?n) para el reconocimiento jur?dico de un género distinto del atribuido al nacimiento a cada persona, si as? lo decide.

Garantizar la seguridad

Y en el caso de un interno, deber?a traducirse en que "si una persona se identifica como transgénero durante el procedimiento de admisi?n en prisi?n, eso deber?a bastar para que la prisi?n la trate como tal en todas las decisiones que le incumban".

Eso significa que en principio sea su elecci?n de género la que determine si van a un m?dulo de hombres o de mujeres.

El CPT lamenta que en los ?ltimos tiempos la atenci?n de los medios y de los pol?ticos haya derivado hacia algunos casos en los que se hab?a ubicado en m?dulos de mujeres a mujeres transgénero acusadas o condenadas de delitos sexuales contra otras mujeres encarceladas.

Sobre ese punto, sus expertos hacen notar que los Estados tienen la obligaci?n, en virtud del art?culo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, de garantizar la seguridad de todas las personas que est?n en prisi?n.

Evaluaci?n equilibrada del riesgo

En concreto, hay que hacer "una evaluaci?n equilibrada de los riesgos individuales" cada vez que entra en prisi?n una persona trans como hay que hacerla cuando ingresa otra que no lo es.

Se trata de proteger "lo m?s eficazmente posible a la persona encarcelada contra cualquiera que pudiera querer causarle da?o y limitar el riesgo de que se la sit?e en un lugar en el que causara da?o a otras personas".

El CPT insiste en que "por principio, las personas transgénero deber?an ser internadas en el m?dulo de la prisi?n que corresponda al sexo con el que se identifiquen" y, si después de una evaluaci?n individualizada de riesgos hay "razones excepcionales" por motivos de seguridad u otros, "deben estar claramente documentados y ser objeto de un examen regular".

Y en caso de que vayan a un m?dulo separado de la prisi?n, se les tienen que proponer actividades y la posibilidad de pasar tiempo con internos del sexo con el que se identifican.

Situaci?n de vulnerabilidad

El ?rgano antitortura del Consejo de Europa afirma que "est? demostrado" que las personas trans, al igual que los miembros de la comunidad LGBTI que se encuentran detenidos. "se encuentran en una situaci?n general de vulnerabilidad, expuestas al riesgo de ser objeto de intimidaciones y abusos por parte de otros detenidos y por el personal penitenciario".

Sin dar detalles, asegura que durante sus visitas a varios pa?ses ha comprobado que hay mujeres transgénero en m?dulos de hombres que declaraban que no se sent?an seguras y que en algunos casos hab?an sido v?ctimas de abusos sexuales y agresiones por parte de otros internos.

También se ha encontrado que algunas de estas mujeres se quejaban de que no les permit?an ducharse a horas distintas de las de los hombres, que se las humillaba, que se dirig?an a ellas con sus nombres masculinos o que se les prohib?a vestirse con ropa de mujer.



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