Cruz Roja ha presentado este lunes en Madrid un estudio detallado de la precariedad energética que padecen muchas de las familias espa?olas a las que atiende. Con datos "alarmantes", admite la organizaci?n que habla de una pobreza estacional, la del verano. "No usamos aire acondicionado, con el ventilador nos apa?amos", dice Montserrat, de Tenerife en uno de los testimonios que recoge la entidad sobre familias que viven al l?mite -sin un m?nimo confort clim?tico- y, adem?s, no han podido costear los viajes de fin de curso de sus hijos y, por supuesto, no se pueden permitir ni un fin de semana de vacaciones.

"No usamos aire acondicionado, s? la cocinilla y el termo eléctrico. As? conseguimos facturas que no son tan elevadas (30 o 40 euros al mes). Cuando mis dos hijos est?n en casa por vacaciones, por ejemplo, utilizan la PlayStation y est?n en casa un poquito m?s, pero con el ventilador nos apa?amos. En invierno utilizamos un brasero eléctrico y mantas, y bastante ropa de abrigo". Lo dice Montserrat, de Tenerife.

"Yo nunca tuve cursos educativos o actividades extraescolares para mis hijos", dice Anabel, desde C?diz







"No puedes ir a ning?n lado, no hay entretenimiento. Yo nunca tuve cursos educativos o actividades extraescolares para mis hijos. Ni un fin de semana para salir por ah? y hacer algo, ni para el viaje de fin de curso. Encima de que somos pobres, no quieres quedar en mal lugar, pero te ves obligada a luchar por tu familia y quitar de cosas que no son b?sicas, pero que al final ves que otras personas las tienen y es muy duro", se lamenta Anabel, de C?diz.

Fr?o y calor

En la poblaci?n atendida por Cruz Roja, el calor preocupa tanto como el fr?o y afecta a la misma proporci?n de familias, se?ala la organizaci?n cuando pone sobre la mesa el estudio 'El impacto de la pobreza energética en la vulnerabilidad social de la poblaci?n atendida por Cruz Roja en el contexto de la crisis inflacionaria', que se ha realizado en colaboraci?n con la C?tedra de Energ?a y Pobreza de la Escuela Técnica Superior de Ingenier?a (ICAI) de la Universidad Pontificia Comillas.

Cruz Roja pone el foco en el impacto en la salud mental y f?sica de la pobreza energética: el 23% de los encuestados as? lo manifiestan







Cruz Roja pone el foco en el impacto en la salud mental y f?sica de la pobreza energética (el 23% de los encuestados as? lo manifiestan); el riesgo de intoxicaciones, incendios o cortes de electricidad (el 25% almacena productos inflamables y un 6,6% sufre cortes en suministros energéticos); el endeudamiento y retrasos en los pagos de facturas (el 27% reconoce el retraso en el pago de sus facturas y un 70% recorta gastos en ellas); la reducci?n de la vida social, de ocio y entretenimiento (el 67,2% de los encuestados sufre recortes en su vida social) y el incremento de la conflictividad familiar y el impacto en la vida escolar y laboral (el 31% reduce su gasto en educaci?n).

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Varias personas participan en una manifestaci?n en contra de la pobreza energética.
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La investigaci?n, realizada mediante técnicas cuantitativas y cualitativas en m?s de 1.500 hogares con personas usuarias de Cruz Roja, revela que el problema m?s acuciante experimentado por las familias durante 2022 –?ltimos datos disponibles– fue la incapacidad de m?s del 60% de los encuestados de mantener el confort en sus viviendas tanto en invierno como en verano, lo que se puede relacionar con m?ltiples causas y condiciones.

Las 'pobrezas'

La primera conclusi?n es de car?cter socioecon?mico: "m?s del 85% de los hogares del estudio sobre Vulnerabilidad Social y Pobreza Energética en Espa?a se encuentran en situaci?n de riesgo de pobreza y/o exclusi?n social (AROPE) principalmente por el bajo nivel de renta de la poblaci?n analizada, con un 63% de las personas en situaci?n de pobreza relativa y un 68% con carencia material y social severa", explica Sara Casas, del ?rea de Conocimiento de Medio Ambiente de Cruz Roja Espa?ola.

La 'pobreza relativa' se identifica tradicionalmente como una de las causas principales de la pobreza energética. Por otro lado, la falta de confort se puede relacionar también con el mal estado y la baja eficiencia energética de la mayor?a de las viviendas analizadas, se?ala Roberto Barrella, de la C?tedra de Energ?a y Pobreza de la Escuela Técnica Superior de la Universidad Pontificia de Comillas.

En invierno, la falta de temperatura adecuada en los hogares, est? muy relacionada con una tendencia creciente de muchas familias a restringir la calefacci?n por miedo a la factura. Un hecho que se dispar? en 2022 debido a la inflaci?n y que supuso que solo un 9% de las personas encuestadas utilizaran la calefacci?n sin restricciones durante el invierno anterior al estudio (2022-2023). Adem?s, m?s del 90% de los hogares decidieron no encender la calefacci?n, o hacerlo de forma mucho m?s reducida.

Retrasos en el pago

Ante este escenario, m?s de un 25% de los hogares experimentaron retrasos en el pago de facturas en mayor proporci?n que en a?os anteriores lo que confirma la conexi?n entre este miedo a la factura con la creciente situaci?n de incomodidad térmica de estos hogares, ha comentado Mar?a Cortijo, del ?rea de Datos, Estudios y Calidad de Cruz Roja Espa?ola.

La situaci?n de desempleo condiciona radicalmente la movilidad de la mitad de la poblaci?n atendida por Cruz Roja







Otro indicador significativo de esta situaci?n es el relativo a la pobreza de transporte, con datos que reflejan que casi la mitad de la poblaci?n no se desplaza. Esa ausencia de movilidad, que puede interpretarse como carencia de vulnerabilidad, representa justamente lo contrario: la situaci?n de desempleo condiciona radicalmente la movilidad de la mitad de la poblaci?n atendida por Cruz Roja. Y, cuando lo hacen, aproximadamente la mitad de los atendidos usan el transporte p?blico.

Familias monoparentales

Por otro lado, la investigaci?n cualitativa ha mostrado c?mo la pobreza energética tiene sesgo de género y de origen porque afecta especialmente las familias monoparentales encabezadas por mujeres y familias en situaci?n de extrema vulnerabilidad de origen migrante. En particular, el estudio cuantitativo muestra que, alrededor del 62% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer, declaran una temperatura inadecuada en la vivienda.

M?s de la mitad de las personas encuestadas (59%) viven en un edificio construido sin criterios de eficiencia energética, y las goteras, humedades o podredumbre en la vivienda son fen?menos que afectan, adem?s, al 22% de las viviendas. Un porcentaje similar (22,9%) han declarado tener ventanas que no a?slan del fr?o y del calor. Adem?s, la mayor?a de los hogares desconocen o no han podido aplicar ninguna medida de mejora de la envolvente térmica o de los sistemas de climatizaci?n que podr?an haber elevado su grado de eficiencia energética.

Vivir sin luz

Otro consumo que se recorta habitualmente es el de iluminaci?n, seguido por el de agua caliente y de electrodomésticos. Casi un cuarto de la poblaci?n encuestada ha visto empeorar su salud f?sica y/o mental como consecuencia de esta situaci?n de vulnerabilidad energética. Este empeoramiento de la salud también se puede relacionar con el recorte en gastos sanitarios llevado a cabo por casi un tercio de la poblaci?n del estudio.

La pobreza energética tiene relaci?n con una menor socializaci?n: con frecuencia, se prioriza el pago de las facturas sobre actividades extraescolares, excursiones o el ocio







La vida social se percibe en la gran mayor?a de los casos como un lujo que no se puede permitir al tener que pagar otros tipos de gastos m?s necesarios. En particular, resalta que la pobreza energética tiene relaci?n con una menor socializaci?n de los hijos e hijas en el ?mbito escolar: con frecuencia, se prioriza el pago de las facturas sobre actividades extraescolares, excursiones o el ocio.

Las ayudas

En cuanto a la asistencia y las ayudas que reciben, el 70% de los hogares encuestados no se beneficia de los bonos sociales nacionales y un 57% de ellos no conoce el procedimiento para solicitarlas, sobre todo en los casos de familias que tienen un régimen de vivienda en alquiler y aunque muchas cumplen los criterios sociodemogr?ficos para recibirlas. En cuanto a otras ayudas, el porcentaje de no beneficiarios baja al 62,6%, el 57,6% de los hogares receptores cont? con ayudas de Cruz Roja y un 38,5% con subsidios de la administraci?n local competente.

Cruz Roja apunta un camino hacia una transici?n energética "justa e indispensable" para superar o hacer frente a las situaciones de pobreza energética con alternativas y mejoras "para escalar y potenciar la lucha contra esta lacra social". Entre sus propuestas, ampliar la platea de los bonos sociales y otras pol?ticas de mitigaci?n en el corto plazo: facilitar la informaci?n y el acceso a los subsidios y ayudas al consumo energético para todos los hogares en situaci?n de vulnerabilidad, en particular, los perfiles m?s invisibilizados, pero m?s afectados por la pobreza energética.

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Una mujer toma agua para refrescarse y mitigar el calor.
Andrés Gutiérrez
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Adem?s, la entidad sugiere aumentar la calidad de las viviendas fomentando la eficiencia energética o promover una mayor y mejor coordinaci?n entre los distintos actores en la lucha contra la pobreza energética: desde la intervenci?n local hasta las pol?ticas implementadas a todos los niveles de la administraci?n, con el aporte necesario de otros agentes (compa??as energéticas, academia, asociaciones vecinales, etc.).



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