La violencia en Euskadi hab?a estado pr?cticamente ausente en la campa?a de las elecciones vascas del pr?ximo domingo hasta esta ?ltima semana, cuando el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, evit? considerar a ETA como una “banda terrorista”. En su lugar, el dirigente de la izquierda aberzale, que ya comienza a aparecer en primer lugar en varias encuestas, habl? de “grupo armado”. Otxandiano ha intentado este jueves dar marcha atr?s pidiendo “perd?n” a las “v?ctimas” de ETA, pero el presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, considera que el cambio de actitud resulta insuficiente.

Aun as?, el l?der socialista ha dejado claro que mantendr? los puentes en el Congreso con Bildu, un grupo indispensable para sacar adelante las iniciativas del Ejecutivo y que tanto en la anterior legislatura como en la actual se ha comportado de manera mucho m?s fiable que, por ejemplo, ERC y Junts per Catalunya.

Desde Bruselas, donde ha participado en el Consejo Europeo, preguntado por si consideraba suficientes las palabras de Otxandiano, S?nchez ha dado una breve respuesta, muy preparada, que ha sido a la vez una censura a Bildu, un ataque al PP y una reivindicaci?n del PSOE. “Evidentemente no -ha contestado-. Las cosas hay que llamarlas por su nombre. ETA no fue un grupo armado ni un movimiento de liberaci?n nacional como dijo José Mar?a Aznar. Fue una banda terrorista que fue derrotada por la democracia gracias a la unidad de las fuerzas pol?ticas y al conjunto de la sociedad vasca y espa?ola, impulsada por un presidente del Gobierno socialista como José Luis rodr?guez Zapartero, con Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro del Interior y Patxi L?pez como lehendakari”.

La apuesta por el PNV

El debate sobre hasta qué punto la actual izquierda abertzale se ha distanciado de sus antiguos v?nculos con ETA sirve al PSOE, empezando por su candidato a presidir el Gobierno vasco, Eneko Andueza, para reafirmar su voluntad de no pactar en ning?n caso con Bildu. Los socialistas se juegan mucho menos en Euskadi que en los comicios catalanes del pr?ximo 12 de mayo. En un indiscutido tercer lugar, tienen claro que repetir?n su actual coalici?n con el PNV, si ambos partidos suman, algo que parece probable. Pero al mismo tiempo, el cambio en el foco de la campa?a vasca también produce incomodidad, porque les obliga a justificar sus habituales pactos en Madrid con Bildu, que ha apoyado la inmensa mayor?a de las iniciativas sociales del Ejecutivo.

S?nchez se ha detenido en varias de ellas para dejar claro que seguir? apelando al respaldo de la formaci?n independentista vasca. “Fui muy claro durante la campa?a para las elecciones generales del pasado julio. Para aprobar la revalorizaci?n de las pensiones, la subida del salario m?nimo o la gratuidad del transporte p?blico a las personas que m?s lo necesitan vamos a hablar con todas las formaciones pol?ticas. Este gobierno est? en minor?a parlamentaria y hablamos con todos los grupos. Salvo con uno, que es Vox”, ha explicado.

El cambio de tono

El perd?n a las v?ctimas de ETA con el que Otxandiano ha tratado este jueves de apagar la polémica, aun volviendo a referirse a la banda como un "grupo armado", ni es suficiente para el resto de formaciones ni tampoco ha reconducido la campa?a a sus parémetros anteriores. Los socialistas han vuelto a elevar el tono, cerrando cualquier posibilidad de pactos postelectorales, y en el Gobierno reconocen la falta de madurez de sus socios parlamentarios, cambiando el tono tras dos investiduras facilitadas por los abertzales, pactos presupuestarios y hasta un acuerdo para una moci?n de censura en Pamplona para dar la acald?a al EH Bildu.

Desde el Gobierno siempre situaron como socio preferente al PNV frente a EH Bildu, que de hecho apoy? la investidura de S?nchez sin firmar ning?n acuerdo de investidura, al igual que hace cuatro a?os. Con todo, su pragmatismo y su participaci?n en los actos del Congreso de homenaje a las v?ctimas de terrorismo hab?an encauzado una relaci?n que ahora vuelve a mostrar sus costuras.



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