Ir?n celebra este viernes la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en las que dos candidatos, el reformista y moderado Masud Pezeshkian, y el ultraconcservador Saeed Jalil? competir?n entre ellos mismos para suceder a Ebrahim Rais? en la presidencia de la Rep?blica Isl?mica.

Rais? falleci? este mayo en un accidente de helic?ptero en el norte de Ir?n, en el que también muri? el hasta entonces ministro de Exteriores iran?, Hosein Amirabollahian. Pezeshkian y Jalil?, sin embargo, no solo compiten entre ellos: también lo har?n contra la apat?a general de la poblaci?n y la enorme abstenci?n que ocurri? en la primera vuelta de los comicios y que, se espera, se repetir? este viernes.

Hace una semana, en la primera vuelta, la participaci?n electoral se qued? en tan solo el 40%, el récord negativo de participaci?n desde que Ir?n es una rep?blica isl?mica. El motivo: la grave crisis econ?mica que vive el pa?s y la enorme desafecci?n social tras a?os de represi?n y violencia, sobre todo contra las mujeres.

Abstenci?n, "un boicot deliberado"

"El régimen sabe que el 60% de los electores que no votaron el 28 de junio -en la primera vuelta- estaban expresando su oposici?n al sistema, y no solo a los candidatos presidenciales. La abstenci?n fue un boicot deliberado", explica Alex Vatanka, director del programa sobre Ir?n en el 'think tank' Middle East Institute, que contin?a:

"El l?der supremo, Al? Jamene?, sabe perfectamente por qué tantos votantes boicotearon la carrera electoral: importa bien poco quién es el presidente de la Rep?blica Isl?mica. El palacio presidencial vive en la sombra de la oficina del l?der supremo, un cargo que Jamene? ostenta desde 1989", explica Vatanka.

En Ir?n, el presidente influye en el tono de la pol?tica nacional e internacional iran? -Pezeshkian, por ejemplo, ha asegurado en campa?a querer rebajar las tensiones con EEUU y avanzar en una posible reedici?n del acuerdo nuclear-, pero el fondo y la direcci?n de estas pol?ticas es dictaminado, siempre, por el Ayatol?.

Aumento en los votos

En la primera votaci?n, el moderado Pezeshkian termin? con 10,4 millones de votos, un mill?n m?s que Jalil?, que lleg? a los 9,4 millones. El tercero en la carrera fue el también ultraconservador Mohammad Baqer Qalibaf, que se qued? en los 3,4 millones.

Ahora, en esta segunda ronda, se espera que la mayor?a de estos 3,4 millones vayan a Jalil?; Pezeshkian, por su parte, espera que la participaci?n suba, lo que le podr?a entregar la victoria al sector reformista, cuyo anterior presidente fue Hasan Rohan? (2013-2021).

Entre los iran?s, sin embargo, la alegr?a es poca. "A?n si Pezeshkian ganase, el iran? medio considerar?a este resultado simplemente como la mejor de dos malas opciones. Nada cambiar? realmente mientras Jamene? esté al mando", dice Vatanka, que considera la posible victoria de Jalil? como la m?s continuista -y deseable- para el poder en Teher?n.

"La campa?a electoral ha estado llena de tensi?n entre las dos facciones mayoritarias dentro del régimen iran?, la reformista y la radical —dice el experto—. El campo moderado est? sumido en el p?nico por si Jalil? gana, ya que creen que Jalil? har? de Ir?n un pa?s tan aislado como Corea del Norte, o algo similar a una versi?n chi? del Afganist?n de los talibanes. Esto parecen exageraciones. Una presidencia de Jalil? ser? muy parecida a la de Rais?, y estar? llena de oficiales y funcionarios que mantendr?n sus posiciones no por sus capacidades, sino por su lealtad pol?tica".



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