Los perros suelen reaccionar mal ante los ruidos fuertes y estridentes, como los truenos durante una fuerte tormenta o el motor de coches o motos durante una carrera. Y la verbena de San Juan es una de las festividades m?s estresantes para ellos, por el ruido que provocan los petardos y cohetes que se lanzan durante la que tradicionalmente se considera la noche m?s corta del a?o. A pesar de que no lo sea.

“Los animales experimentan el miedo de forma muy parecida a como lo hacemos las personas”, apunta Marta Amat, responsable del Servicio de Etolog?a Cl?nica del Hospital Cl?nic Veterinari de la Universitat Aut?noma de Barcelona (UAB).

Para imaginar el sufrimiento de un perro cuando oye un petardo, hay que tener en cuenta que al estruendo que escucha se une el factor desconocimiento, es decir, no saber qué provoca ese ruido ensordecedor, para calibrar mejor en qué puede consistir su fobia: “Cuando un animal oye un petardo o un trueno no sabe lo que est? sucediendo. Lo nota como una amenaza y eso le genera m?s estrés y ansiedad”, explica Amat.

"Falta de control y previsibilidad"

“La falta de control y previsibilidad, no saber cu?ndo aparecer? el ruido del petardo ni cu?nto durar? es el punto clave del problema para el perro, mucho m?s que la intensidad del ruido”, especifica la veterinaria.

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Perro escondido bajo la cama
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De hecho, “las fobias m?s frecuentes en los perros, y también en los gatos, son provocadas por el ruido de petardos y tormentas”, zanja Amat.

El miedo que siente un animal cuando escucha ruido de petardos y cohetes es, pues, normal, pero conviene estar atentos a c?mo reacciona para poder ayudarle. Los s?ntomas que puede experimentar un perro ante ese estruendo va desde temblores, ansiedad, taquicardias, hiperventilaci?n o falta de aire hasta n?useas, jadeos y saliveo, pérdida de control y miedo a morir. En casos extremos y, por suerte, poco probables, el perro puede llegar a sufrir un paro cardiaco y morir. “Pero eso solo ocurre si el animal tiene patolog?as previas”, tranquiliza Amat.

Perder audici?n

Los perros no tienen capacidad para racionalizar su ansiedad y puede que la sufran de forma m?s intensa. Adem?s, si la detonaci?n del petardo o cohete ocurre muy cerca del animal, este incluso podr?a perder el o?do para siempre. Sin embargo, s? es cierto que no a todos los perros les afecta el ruido por igual e, incluso, hay animales que acaban acostumbr?ndose a las detonaciones, como por ejemplo los perros de caza, que han sido entrenados para no tener miedo al ruido provocado por disparos.

Lo ideal para evitar que el can sufra por los petardos de San Juan es habituarle a los ruidos provocados por la pirotecnia. “Cuando son cachorros, desde que tienen tres semanas y hasta que cumplen tres o cuatro meses, se puede acostumbrar al animal al ruido, siempre muy poco a poco y de la mano de un especialista, que programe una modificaci?n de la conducta del perro y le acostumbre no solo al ruido, sino también al olor de los petardos”, asegura Amat. “Es como tratar una fobia en una persona”, explica.

Pero la doctora Amat da unas pautas comunes que se pueden aplicar para intentar paliar el sufrimiento del perro ante el ruido de los petardos de la verbena de San Juan.

1.- Amortiguar el ruido al m?ximo

"Si el perro vive en el jard?n o patio, debe tener una caseta o refugio donde guarecerse para amortiguar al m?ximo el ruido de los petardos", explica Amat. En caso de que carezca de él, ser?a conveniente "permitir que el perro entrara en casa", apunta.

2.- Estar en compa??a del propietario

"Al igual que sucede con las personas, los animales también necesitan la presencia de un ser querido para superar las fobias: no es lo mismo volar solo que con alguien a quien quieres si tienes miedo a volar", cuenta la doctora Amat. Con los animales sucede lo mismo: tener al lado al propietario les tranquiliza y les ayuda a superar mejor sus fobias al ruido de petardos y cohetes.

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Estar con el animal, una de las mejores medidas
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3.- Darle productos con propiedades ansiol?ticas

Finalmente, y siempre aconsejados por un especialista, se puede administrar al perro "productos naturales o f?rmacos con propiedades ansiol?ticas, que no sedantes", especifica la et?loga. "Siempre recetados por un veterinario", recuerda Amat, al que ser?a conveniente consultar unos d?as antes Sant Joan para que recete a nuestra mascota el producto que m?s se adec?e a ella.

Entre los nutrientes y suplementos que pueden ayudar a reducir la ansiedad del perro o gato y promover un estado de calma, la empresa de alimentaci?n para mascotas Picart destaca tres:

Tript?fano

El tript?fano es un amino?cido esencial que se encuentra en alimentos como el pavo, el pollo, los huevos y algunos productos l?cteos. Es esencial en el proceso de producci?n de la serotonina y melatonina, neurotransmisores clave para el bienestar emocional, mental y un sue?o reparador. Incluir alimentos ricos en tript?fano en su dieta puede ayudar a elevar sus niveles de serotonina y, as?, reducir la ansiedad.

Suplementos de ?cidos grasos Omega-3

Los ?cidos grasos omega-3, presentes en el aceite de pescado, algas, krill y algunos aceites vegetales, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a mejorar la funci?n cerebral. Seg?n diferentes estudios, estos ?cidos grasos pueden reducir el estrés y la ansiedad en mascotas.

Antioxidantes, vitaminas y minerales

Los antioxidantes, como la vitamina E y la C, ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo. Una dieta rica en ellos puede ayudar a perros y gatos a manejar mejor el estrés oxidativo que pueden generar situaciones estresantes. Incorporar frutas y verduras seguras y adecuadas para cada especie o raza, como ar?ndanos y zanahorias, puede ser una buena manera de aumentar la ingesta de antioxidantes.

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Fuegos artificiales
Agencias
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El d?a de San Juan es importante estar m?s pendiente de nuestro perro que otros d?as y tratar de sacarle a pasear en horas tranquilas, cuando no se prevea el lanzamiento de petardos. También es importante "no castigarle si intenta esconderse o salir huyendo, aunque conviene vigilarle, puesto que no ser?a el primero que, preso de un ataque de p?nico, salta por el balc?n". Es fundamental estar con él aunque, "si escoge esconderse, también hay que dejarle y no obligarle a salir del escondite ni re?irle por ello", aconseja Amat.



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