Los datos son contundentes: los pensamientos suicidas y los intentos de quitarse la vida han crecido notablemente después de la pandemia. Ante ello, la evidencia es que el entorno influye tanto o m?s que los trastornos mentales, a la hora de plantearse el suicidio. El entorno beneficia, como cuando durante el confinamiento se genera una relaci?n estrecha entre los miembros de la familia; y el entorno socio econ?mico de crisis posterior puede perjudicar. En este segundo caso es en el que las entidades y los profesionales claman por una actitud preventiva y de trabajo conjunto no solo de médicos sino de otros agentes como la familia, la escuela o la empresa. La cr?tica a la falta de acci?n de los pol?ticos es contundente.

Clara Rubio es la presidenta de la Associaci? Catalana per a la Prevenci? del Su?cidi. La presentaci?n de una investigaci?n de Sant Pau que incide en la necesidad de mejorar la prevenci?n y atender a los factores del entorno, la lleva a hacer esta denuncia, en declaraciones a EL PERI?DICO: "Disponemos de un Plan de prevenci?n del suicidio excepcional, excelente, somos pioneros... y la realidad es que nos topamos ante la falta de capacidad de los diferentes dirigentes pol?ticos, mientras que los responsables de llevarlo a la pr?ctica ni tienen capacidad ni est?n habituados a trabajar de forma transversal y colaborativa".

Nos topamos ante la falta de capacidad pol?tica y los responsables de llevar a cabo el Plan no tienen habilidades

Clara Rubio

Presidenta Associaci? per a la Prevenci? del Suïcidi



La sentencia de Rubio se basa en la constataci?n de que todav?a "se sigue trabajando en una mirada cl?nica porque los responsables no tienen las competencias ni habilidades para incorporar la mirada transversal, no la tienen y todo ello repercute en una peor atenci?n y hace que el Plan quede en papel mojado m?s all? de acciones puntuales". Adem?s, no existe ni una comisi?n de trabajo que vaya evaluando si los objetivos del plan se van cumpliendo.

La psiquiatr?a también se queja

Victor Serrano, psiquiatra en el Hospital de Sant Pau, especialista en prevenci?n del suicidio e integrante del equipo que ha llevado a cabo un reciente estudio sobre ideaci?n suicida antes, durante y después de la pandemia, coincide en describir las insuficiencias: "S?, la administraci?n todav?a va coja a nivel de recursos para las personas que tienen ideas suicidas; en prevenci?n se est? invirtiendo muy poco en relaci?n a la magnitud del problema".

Serrano pide m?s recursos porque "puede haber muchos planes pero lo cierto es que, desde mi experiencia en el Hospital, atendiendo llamadas del 061, viendo las urgencias... detecto que seguimos con el mismo volumen de personal a nivel de atenci?n al suicidio, ni veo que se hagan grandes campa?as a nivel escolar, ni tomando medidas para que la poblaci?n no acceda a formas letales para quitarse la vida, ni se est? creando un cuerpo de psicolog?a p?blica razonable, falta mucho por hacer".

C?mo ayudar

Si un ser querido o una persona cercana muestra pensamientos suicidas o se detectan indicios de que pueda tenerlos, los pasos a seguir, seg?n las entidades de referencia, son:

1.Pedir ayuda a servicios y entidades que ofrecen acompa?amiento. El 061 dispone de una atenci?n espec?fica, Barcelona cuenta con el 900 925 555. El Ministerio de Sanidad cuenta con el 024. La Associaci? Catalana per a la Prevenci? del Suïcidi cuenta con una gran experiencia al respecto. https://acps.cat/

2.Hablar abiertamente con la persona posiblemente afectada. El prejuicio seg?n el cual hablar de ello es perjudicial y genera riesgos es falso.

3.No juzgar. Escuchar desde la empat?a e intentar siempre generar un v?nculo con la persona que puede estar en riesgo.

4.Intentar siempre ampliar el apoyo a toda la red en torno a la persona en riesgo. Es decir que no solamente los familiares sino todas las personas del entorno pueden constituir un espacio de seguridad para las personas que tienen pensamientos suicidas.







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