Felipe VI cumplir? el pr?ximo miércoles, 19 de junio, diez a?os en el trono. Si fuera un entrenador de f?tbol, se podr?a decir que es un amarrategui: no arriesga y juega a la defensiva, esto ?ltimo obligado sobre todo por la situaci?n que le dej? su padre, Juan Carlos I.*

Rafael Spottorno, que fue jefe de la Casa del Rey entre 2011 y 2014 y estuvo encargado de organizar la abdicaci?n, lo conoce bien y, recientemente, en un acto en el Ateneo de Madrid habl? de los “caracteres” de los dos reyes: “Uno es m?s expansivo, el otro es m?s contenido. El reinado de don Juan Carlos fue un vendaval. Literalmente. Porque él es una persona vendavaliana, digamos. Felipe es mucho m?s tranquilo y, en este tiempo, probablemente, necesitamos una persona con ese car?cter y con esa experiencia, esa bonhom?a y con esa tranquilidad para afrontar las situaciones”. Y continu?: “No lo ha tenido f?cil en estos diez a?os, para nada, pero ha demostrado una calidad personal y un talento pol?tico indiscutibles”.*

"Felipe es mucho m?s tranquilo que su padre y, en este tiempo, probablemente, necesitamos una persona con ese car?cter", afirma Spottorno, exjefe de la Casa





Efectivamente, Felipe VI ha dejado claro que tiene una manera de ser mucho m?s prudente y discreta que su padre, a quien al final su campechan?a y su frivolidad le han llevado a acabar su vida lejos de Espa?a y de su familia. Juan Carlos I le entreg? una monarqu?a da?ada por su relaci?n con su amiga Corinna Larsen, la cacer?a en Botsuana en plena crisis y el esc?ndalo de corrupci?n de su ya exyerno I?aki Urdangarin. Felipe VI, que se comprometi? en su discurso de proclamaci?n a “observar una conducta ?ntegra”, ha conseguido estabilizar la instituci?n y mejorar la imagen de la monarqu?a en un entorno que tampoco ha sido f?cil. Estos diez a?os han estado repletos de situaciones inéditas y la inestabilidad ha sido una constante en el terreno pol?tico, social y familiar.

El 1-O y las repeticiones electorales

La Constituci?n, en su art?culo 56, dice que el Rey “es el jefe del Estado, s?mbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones”. El primer gran desaf?o le lleg? a Felipe VI con el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017, ante el que quiso tomar la palabra y pronunci? su primer discurso extraordinario 48 horas después. El jefe de Estado consider? que ten?a que dejar clara su posici?n, aunque al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no le acabara de gustar porque, como se supo meses después, consider? que pod?a verse como una se?al de debilidad del Ejecutivo. Esa reticencia Rajoy nunca se la dijo directamente a Felipe VI y este grab? una alocuci?n que fue emitida el d?a 3: el Monarca reclam? al Estado que asegurara el “orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones”, se?alando el camino de la aplicaci?n del art?culo 155 de la Constituci?n, que la Moncloa ya hab?a empezado a preparar meses antes con discreci?n.

El 3-O de 2017, dos d?as después del referéndum de independencia, pronunci? su primer discurso extraordinario para pedir al Estado que defendiera la unidad de Espa?a





El segundo gran desaf?o pol?tico fue el fin del bipartidismo y las consecuencias que un Congreso fragmentado tuvo en la elecci?n de los presidentes del Gobierno. En todos los a?os del reinado de Juan Carlos I, se celebraban elecciones generales, el monarca hac?a una ronda con los grupos parlamentarios, propon?a un candidato (el ganador de los comicios) y este acababa ganando la votaci?n para ser investido jefe del Ejecutivo. Sin embargo, en 2015 y 2019, la dificultad de las alianzas impidi? que fuera as? y, tras m?ltiples rondas e investiduras fallidas, hubo que repetir las elecciones generales.

200 videoconferencias

En el terreno social, el Monarca también tuvo que hacer frente, como el resto del planeta, a la pandemia del covid-19, con los obligados cambios en su agenda y en la manera de hacer su trabajo. Los Reyes espa?oles, como las otras monarqu?as europeas, cuidan al detalle su exposici?n p?blica, porque es a través de ella como se muestran ?tiles y sirven a la sociedad y, en una etapa de confinamiento como aquella, tuvieron que ajustar su manera de hacer.

Felipe y Letizia hicieron m?s de 200 videoconferencias entre los meses de marzo y junio de 2020 con entidades sociales y sanitarias de todo tipo para mostrar su preocupaci?n por la situaci?n, intentar ayudar a dar a conocer algunas investigaciones y, también, para demostrar la utilidad de la instituci?n. Porque la pandemia de covid le lleg? a Felipe VI justo a la vez que se publicaron las informaciones sobre la fortuna oculta que ten?a su padre en para?sos fiscales. En el terreno familiar, el jefe del Estado ha tenido que enfrentarse a la publicaci?n y las investigaciones sobre las finanzas de Juan Carlos I, un esc?ndalo que le llev? a decidir junto con él y también el Gobierno de Pedro S?nchez que era mejor que se fuera de Espa?a. En agosto de 2020, el emérito se fue a vivir a Abu Dabi (Emiratos ?rabes Unidos), donde sigue todav?a residiendo aunque cada vez son m?s habituales las visitas que realiza a Espa?a, sobre todo a Sanxenxo (Pontevedra) para salir a navegar.

Letizia, valor seguro

El asunto familiar ha sido el m?s doloroso para Felipe VI estos diez a?os, porque la ruptura con su padre (al que retir? el sueldo que cobraba y al que le dijo que renunciar? a su herencia cuando muera) lleg? después de otro cisma familiar. Al poco de llegar al trono se distanci? de su hermana Cristina, que lleg? a estar imputada (y después absuelta) en el ‘caso N?os’ que afectaba a Urdangarin, ahora su exmarido.*

Felipe VI ha tenido que destinar mucha energ?a y muchos a?os, sobre todo hasta 2020, a romper con el pasado y con algunos miembros de su familia para dejar claro que a la instituci?n la representan su esposa, Letizia, que se ha erigido como su valor m?s seguro; su heredera, la princesa Leonor, y la infanta Cristina.



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