De nuevo a escena, esta vez en la Eurocopa, el f?tbol y la pol?tica. Habl? Kylian Mbappé y se abri? el debate. Debido a los resultados de las ?ltimas elecciones europeas el pr?ximo 30 de junio se va a volver a votar en Francia. El auge de la extrema derecha ha alertado a la estrella del Real Madrid, que ha hecho un llamamiento a las j?venes generaciones para movilizarse contra Marine Le Pen y su Agrupaci?n Nacional. Reaccionaron también Ousmane Dembélé y Marcus Thuram, recordando la importancia de votar partidos pol?ticos que defiendan los valores de la tolerancia, la diversidad y el respeto.

Sucede lo mismo con los jugadores seleccionados de Ucrania, con el m?tico Andriy Shevchenko al frente, reivindicando el final de una guerra tras casi dos a?os y medio de vergüenza. A Unai Sim?n, el portero de la selecci?n espa?ola de f?tbol, en cambio, le parece que siendo futbolista y jug?ndose una Eurocopa no es momento para meterse en estas cuestiones. Para él -y para la mayor?a silenciosa de sus compa?eros de profesi?n-, solo f?tbol. Por supuesto, m?ximo respeto, aunque entendemos que él también lo tendr? para los que piensan diferente.

La pol?tica est? en todas partes y en cada momento. También en el f?tbol. La ley del deporte espa?ol, por ejemplo, no da opci?n a elegir democr?ticamente si a uno le apetece jugar con la selecci?n espa?ola o no (art?culo 23.2c), con multas y sanciones espectaculares (art?culo 108) en caso de no acudir a una convocatoria. La pol?tica decide por ellos. Sepan ustedes que, en Europa, tal circunstancia solo se da, adem?s de Espa?a, en Chipre. De la misma manera, si las selecciones representan a las federaciones deportivas de cada deporte, ?qué raz?n hay para que antes de los partidos suenen los himnos nacionales de los pa?ses? Explican que la idea surgi? en 1905, con los nacionalismos a m?xima efervescencia y que desembocaron en menos de una década en la Primera Guerra Mundial. Ya ha llovido pero quiz?s -solo quiz?s- la m?sica sigue sonando porque la pol?tica, desde el enorme altavoz del deporte, es capaz de articular sus discursos.

En este escenario de clara utilizaci?n del medio, por tanto, que los deportistas intervengan se antoja fundamental. Est? claro que el blanqueo deportivo a determinadas dictaduras a través del patrocinio o la contrataci?n directa hace ricos a muchos profesionales pero salir de la burbuja e intervenir en los movimientos sociales que defienden los derechos humanos deber?a ser una obligaci?n, también para los futbolistas. O, si nos apuran, por su dimensi?n social y econ?mica, especialmente para ellos.



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