Edgar, de 38 a?os y polic?a nacional de profesi?n en Castell?n, no recuerda nada de lo que sucedi? el pasado s?bado 6 de abril. S? sabe, sin embargo, que ese d?a volvi? a nacer y est? decidido a tatuarse la fecha, junto al dibujo de un electrocardiograma, tras pasar seis d?as en coma y casi 15 ingresado a cuenta de un infarto agudo de miocardio.

Varios vecinos del residencial de Castell?n en el que vive lo encontraron desplomado en el suelo, junto al jard?n, totalmente amoratado e inconsciente. Su estado era de evidente gravedad, puesto que no respiraba ni repond?a a ning?n est?mulo. Los primeros testigos que se aproximaron a él vivieron momentos de verdadera angustia y llamaron insistentemente al 112 (Emergencias), 092 (Polic?a Local) y 091 (Polic?a Nacional) para pedir ayuda. «Nos sentimos impotentes por no ser sanitarios ni saber primeros auxilios. Nadie lo vio caer y desconoc?amos cu?nto tiempo llevaba en ese estado ni c?mo pod?amos ayudarlo», han explicado a este diario.

La mejor idea: Avisar a las vecinas enfermeras

Por suerte, algunos de los presentes pensaron r?pidamente en avisar a varias vecinas enfermeras para que bajaran, en lo que llegaba el SAMU. "Tuvimos la gran suerte de que ellas estuvieran en casa y corrieron a ayudar. Una baj? en pijama y si Edgar tuvo una m?nima oportunidad de salir adelante fue gracias a ellas", reconocen.

Alicia, la primera de las sanitarias en llegar al lugar, comenz? a practicarle la reanimaci?n cardiopulmonar (RCP), mientras hablaba con el 112 por el manos libres. A la primera enfermera se sum? poco después Laura, que cogi? un tensi?metro de su casa y se lanz? escaleras abajo para colaborar. M?s tarde, har?a lo mismo Mar?a, la tercera vecina enfermera y ellas tres llevaron la voz cantante de la asistencia hasta que lleg? el SAMU.

El desfibrilador: el mejor aliado

El resto de los vecinos insistieron en dar aviso a la polic?a, conscientes de que la Polic?a Local lleva alg?n desfibrilador. La primera en llegar fue, precisamente, una dotaci?n municipal y, segundos después, lo hizo otra patrulla de la Local, que llevaba el desfibrilador. Los agentes lo llevaron junto al herido y dejaron actuar a las sanitarias. Poco después, lleg? al residencial la Polic?a Nacional, cuyos integrantes se mostraron impactados al descubrir que el herido era uno de sus compa?eros.

Finalmente, lleg? el SAMU, cuyo equipo médico estabiliz? a Edgar, que entr? en parada cardiorrespiratoria en varias ocasiones antes de partir hacia el Hospital General. Estaba muy agitado, por lo que tuvieron que sedarlo para el traslado y, al llegar al centro, le colocaron un stent (endopr?tesis vascular) y a UCI.

"Cuando me desperté del coma no recordaba nada. Me sent?a como si un cami?n me hubiera pasado por encima", Edgar, v?ctima del infarto agudo de miocardio







Estuvo seis d?as en coma inducido y el d?a 11 despert? en la cama del hospital, sin saber qué hab?a pasado. «No recordaba nada de toda esa ma?ana, solo de la noche anterior» explica el polic?a en conversaciones con Mediterr?neo.

"Me desperté molido"

"Al despertar, me dol?a todo el cuerpo, era como si me hubiese pasado un cami?n por encima; pero milagrosamente no me qued? ninguna secuela m?s all? de unos derrames en los ojos que se ir?n reabsorviendo", explica el agente, ya de alta, pero a?n cen shock.

"El tabaco ya es historia. Y el alcohol, muy espor?dico. Tengo que hacer también dieta mediterr?nea, que ya la hac?a, y ahora pruebas con el cardi?logo, claro"







"Quiero transmitirles mi agradecimiento a los sanitarios, con toda el alma"

El herido, fumador y con la tensi?n alta, no contaba con antecedentes card?acos y es muy joven. Es consciente de que la segunda oportunidad que le ha dado la vida aparejar?, necesariamente, cambios. «El tabaco ya es historia. El alcohol, muy espor?dico; y debo seguir una dieta mediterr?nea, que ya la hac?a antes del susto, y hacerme pruebas de cardiolog?a», afirma. Sabedor de la determinante intervenci?n de sus vecinas y del resto de sanitarios, quiere transmitirles desde estas p?ginas su agradecimiento, «con toda el alma».

La humildad de tres ?ngeles de la guarda

"Solo hicimos lo que cualquier ciudadano con conocimientos sanitarios hubiera hecho". Estas declaraciones de las enfermeras Alicia, Laura y Mar?a dan buena cuenta de su humildad y su compromiso con su profesi?n. "Pudimos trabajar en equipo y sali? algo muy bonito: nosotras fuimos las primeras de una cadena de asistencia que pas? por Polic?a Local, SAMU, urgencias, hemodin?mica, UCI y cardiolog?a, para salvar una vida. Nuestro mayor regalo es que Edgar esté vivo y sin secuelas neurol?gicas", dicen.

Los desfibriladores escasean

Por su parte, las enfermeras --todas ellas del Hospital General-- inciden en que tener conocimientos de primeros auxilios no deber?a de ser algo exclusivo del personal sanitario. "En otras comunidades ense?an primeros auxilios en Educaci?n F?sica, en los colegios. Al menos, la maniobra de Heimlich o la RCP b?sica", recuerdan, incidiendo también en la importancia de tener cerca un desfibrilador, elemento clave en el que no se invierte suficiente.



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