Las reformas legislativas para impulsar un plan “regeneraci?n democr?tica” por el que Pedro S?nchez justific? su continuidad al frente del Gobierno deber?n esperar. Entre las cr?ticas de la derecha y las exigencias de la izquierda a “ir m?s all?”, el Gobierno se centra por ahora con agitar este debate entre los partidos pol?ticos y la sociedad civil. “Ahora estamos en la fase de articular el debate”, explican fuentes de Moncloa para rechazar que sea el momento de poner iniciativas encima de la mesa. Todo ello, acompa?ado también de una llamada a la “movilizaci?n” que trascienda las siglas. Lo cierto es que ni siquiera est? previsto abrir una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para abordar esta agenda de reformas ni tampoco con organizaciones profesionales o colectivos implicados.

Tampoco desde los ministerios reconocen haber creado grupos de trabajo espec?ficos. Ni tan siquiera contactos con los socios de investidura para discutir propuestas. Tras el par?n de cinco d?as para meditar sobre su dimisi?n, el jefe del Ejecutivo retomar? con “normalidad” su agenda y lo m?s inmediato ser? la campa?a de las catalanas. En los pr?ximos d?as la centrar? en Catalu?a para dar un espaldarazo al candidato del PSC, Salvador Illa, tratando de contribuir a un cambio de ciclo en la pol?tica catalana. Ma?ana y el s?bado participar? en sendos m?tines del PSC para volver a acudir al cierre de campa?a la pr?xima semana.

Los socialistas y el Gobierno apuestan al 12-M la justificaci?n de su hoja de ruta de pactos con los independentistas. A combatir su desgaste demostrando que medidas como la ley de amnist?a sirven para acabar de enterrar el ‘procés’ y dar paso a una etapa de convivencia. Neutralizar as? la principal bandera de la oposici?n y coger impulso para las europeas.

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Pedro S?nchez insistir? durante estos m?tines en espolear el debate sobre la regeneraci?n democr?tica, con la vista puesta tanto en la justicia como en los medios de comunicaci?n. En la defensa de la “democracia limpia” frente a la “pol?tica del fango”. Solo ret?ricamente, aunque el pasado lunes anunci? su pretensi?n de “trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneraci?n pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidaci?n de derechos y de libertades”. Antes hab?a advertido que su decisi?n de no renunciar a la presidencia del Gobierno “no supone un punto y seguido”, sino “un punto y aparte”.

El propio presidente del Gobierno ha ido diluyendo sus intenciones al evitar concretar medidas y extender el plazo para las reformas en el horizonte de la presente legislatura. No as? la movilizaci?n, a la que ha seguido haciendo llamadas para decir “basta” a las campa?as de acoso y derribo que denuncia. Una tendencia de supuesto deterioro de la democracia que sit?a una década atr?s. De ah? que haya calificado la apertura de una investigaci?n judicial contra su mujer como “la gota que ha colmado el vaso”.

“Gran causa nacional”

En pleno ciclo electoral, S?nchez no solo ha neutralizado el arranque de la campa?a catalana acaparando todos los focos, sino resituado la agenda. “Esta es una gran causa nacional”, defienden fuentes de Moncloa. Sin reminiscencias del caso Koldo, al que trataron de asociar los independentistas a Salvador Illa durante su comparecencia en la comisi?n de investigaci?n del Congreso, ni de la épica con la que busc? revestir su candidatura el expresident Carles Puigdemont. Lo que plante? S?nchez fue un debate dicot?mico entre democracia y degeneraci?n pol?tica recentando que “la mayor?a social se movilice”.

El reto es sostener en el tiempo este enfoque, que da continuidad al utilizado en las elecciones generales pero carg?ndolo de emocionalidad. No en vano, en Moncloa se?alan que el presidente del Gobierno habr?a “socializado su sufrimiento”, algo que califican de inédito y que valoran por “comprometido y valiente”.

Pese a las expectativas generadas en una buena parte de la izquierda, desde el Gobierno pinchan este globo posponiendo los plazos para materializarlas en medidas. Sobre las reformas legales para desbloquear la renovaci?n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin el PP, fuentes del Ejecutivo no descartan ninguna opci?n, pero asegurando que esperar?n primero a que se pronuncie la Comisi?n Europea. Bruselas ya rechaz? la propuesta de rebajar las mayor?as parlamentarias para forzar una renovaci?n con mayor?a simple, en lugar de tres quintos, como vuelven a reclamar los socios de coalici?n y otros grupos parlamentarios.

Control de los tiempos y la agenda

Frente a las urgencias de algunos de los socios parlamentarios, que hab?an recogido el guante de este debate para plantear reformas de calado,S?nchez ya avanzaba este martes que no tiene prisas. Este debate, seg?n argument? durante una entrevista en la Cadena Ser, no se resolver? "ni en tres d?as ni en tres meses ni en tres a?os, trascendiendo incluso a esta legislatura. "En cinco d?as no se puede pedir a nadie resolver un problema de las democracias contempor?neas", respond?a ante los que le piden celeridad y ambici?n.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegr?a, justificaba en la misma l?nea la falta de propuestas concretas para extender en el tiempo este proceso. “El debate ya est? abierto y no se resuelve en dos d?as. Tenemos por delante toda la legislatura para abordarlo. Claro que el gobierno va a trasladar propuestas. Pero rozar?a la frivolidad si el presidente del Gobierno trasladara ya propuestas cerradas. El debate es complejo y estamos interpelados todos”, argumentaba en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. El Gobierno vuelve a controlar los tiempos y la agenda.



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