Mientras la oposici?n anda estos d?as con todo tipo de movimientos para intentar formar una candidatura transversal y unitaria, Laporta ya contempla volver a presentarse. El presidente del Barça no depende de nadie y esa es una evidente ventaja respecto a sus posibles rivales. Laporta no tiene un jefe a quien dar explicaciones ni directivos que le fiscalicen ni empresas o familia a sus espaldas a quien justificar sus decisiones. Me reitera siempre un culé amigo y experto en este tipo de menesteres que un presidente del Barça no puede ser un empleado.

Es decir, que debe ser una persona absolutamente libre y sin ning?n tipo de dependencias que le impidan tomar decisiones sin intromisiones externas. Digo esto, porque algunos de los nombres con apellidos que ahora sacan la cabeza carecen de esa libertad. Hay también tapados que nunca se destapan y otros que temen dar el paso por miedo a acabar injustamente entre rejas como Sandro Rosell.

La principal novedad de estos d?as es el movimiento anunciado por SPORT que reunir?a la candidatura de V?ctor Font con la de Joan Camprub? Montal, a la que se sumar?a un grupo de opini?n que todav?a ni tan siquiera se ha presentado y algunos empresarios independientes del mundo de la banca, la abogac?a y la construcci?n.

Hay también quien pide que Javier Faus sea quien aglutine toda la oposici?n. Sin embargo, de todos ellos, V?ctor Font es el que m?s se lo ha trabajado y el que m?s horas y dinero lleva invertido. Es cierto que le falta carisma, pero eso no quita que pueda ser un buen presidente. El problema es todos ellos han de ponerse de acuerdo y luego acudir a las urnas.

Y, claro, mientras se suceden ese tipo de movimientos, Laporta se debe estar fumando un puro en su terraza de la Diagonal o en alg?n chiringuito de S’Agar?. Sabe que, si cierra la temporada con n?meros verdes, inaugura el 60% del Camp Nou por Navidad y el equipo compite hasta el final, salvar? esta y la pr?xima temporada.

Por eso ya contempla volver a presentarse. Eso s?, deber?a ser m?s respetuoso con la oposici?n. Al fin y al cabo son sus consocios. Su imagen y ese discurso dictatorial no le benefician. Torres m?s grandes han ca?do…



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