A Hansi Flick le deber?an haber ca?do, m?nimo, diez partidos. ?A quien se le ocurre levantar los brazos de esa manera? Una ida de olla descomunal que por suerte y por la benevolencia del comité arbitral, solo le acarreara un par de partidos de sanci?n. Es que el gesto, que no inmut? siquiera a un mosquito que pasaba por ah?, roza el l?mite de lo permisible, de hecho, pienso que, si llega a levantar los brazos un par de cent?metros m?s, deber?an haber parado la competici?n entera y dedicar un buen documental en Netflix sobre lo acontecido.
?Qué pensaba Hansi? ?Qué se iba a ir de rositas? Parece que al alem?n nadie le ha explicado c?mo va el asunto, pues entonces, dudando que lo lea -pero por si acaso-, trataré de contarle c?mo funciona esto en La Liga espa?ola. Su gesto, que es el gesto que hace uno cuando pierde el metro delante de sus narices o el que hace un ni?o cuando tiene lentejas para cenar, es visto por Mu?iz Ruiz y dem?s ?rbitros como algo sancionable y violento, una gesticulaci?n exagerada que traspasa todos los l?mites.
Hansi debe saber que hay dos cosas que nunca deben hacerse en los campos espa?oles; una ya la sabe, que es esa de levantar un poco los brazos y hacer suaves aspavientos. La segunda, y es importante que alguien le informe lo m?s r?pido posible no vaya a ser que por un mal resfriado acabe sancionado de nuevo, es la de tocarse la nariz. En esta liga las reglas son peculiares, me explico, o, mejor dicho, te explico querido Flick: decir al ?rbitro que est? loco, gritarle, re?rse en la cara si te parece que el tiempo a?adido no es justo y cosas similares, no es sancionable.
Cierto es que, si vas vestido de blanco, cualquier rabieta fuera de lugar parece m?s leve. As? que, como recomendaci?n, si a?n no has hecho la carta a los reyes magos o a Pap? Noel, puedes pedirle una camisa de ese color para que, en tu vuelta, ya el pr?ximo a?o, no acabes de nuevo viendo los partidos lejos del banquillo. Es bochornoso, lo sé, cualquier persona con dos dedos de frente lo sabe, pero las cosas aqu? son como son y uno, si no quiere salir derrotado, debe adaptarse.
Los dos partidos de sanci?n por un insignificante gesto, m?s a?n viendo las varias pataletas que han tenido jugadores como Vinicius a lo largo de esta temporada, es una m?s en la lista de esa extra?a doble vara de medir. Que con el mismo ?rbitro uno salga sancionado por levantar los brazos y el otro salga impune por re?rse en la cara del colegiado -entre otras-, solo demuestra lo que muchos sabemos; expulsar a algunos, aunque haya motivos suficientes, puede salirle muy caro a quien lo haga. As? que Hansi, ya sabes, a la pr?xima; traje blanco y a disfrutar de la impunidad.
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