Repet?a una y otra vez Rafa Nadal antes de sus partidos que no est? en Madrid para ganar. Que estaba para disfrutar de su ?ltima vez en casa, del torneo que m?s veces ha jugado en su carrera. Pero en el primer punto del choque, y tras un peloteo intenso con el siempre correoso ?lex de Mi?aur, cierra con un golpe ganador y grita a los cuatro vientos su caracter?stico "?vamos!". Y en el segundo juego, ya al resto, rompe el servicio del australiano y se gira, pu?o cerrado mediante, hacia su palco, donde su hermana y su mujer imitan su gesto.

Mirada enrabietada de todos los suyos y de pronto, los m?s de 12.000 espectadores que abarrotan la Caja M?gica viajan, por un momento, a 2017, a?o en el que gan? el ?ltimo de sus cinco entorchados en la capital. Cualquiera dir?a que eso de que est? en la capital "por una cuesti?n emocional m?s que ten?stica" era un farol. Y m?s cuando se las tiene tiesas con el juez de silla por una bola que hab?a ido fuera y que le pod?a poner doble break arriba.

Lo de este s?bado no era un homenaje, como muchos de los presentes podr?an haber pensado, sino un partido de tenis. Uno que Desde el primer hasta el ?ltimo punto, De Mi?aur en modo pared, paciente, sabiendo que el tiempo juega a su favor. Nadal sacando el martillo, mandando, intentando acortar los puntos porque, con el correr del partido, el australiano se empieza a imponer en los peloteos. Y toma la iniciativa d?ndole, rompiendo dos veces seguidas el servicio del balear para dar la vuelta al 2-0 inicial. Pero ah? resurge el Nadal "competitivo", ese que él mismo no ve?a a estas alturas.

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Cada golpe ganador (11 en el primer parcial) es gasolina para la confianza de un Nadal que sab?a que sus opciones de victoria pasan por ganar el primer set y apretar, con el apoyo del p?blico en el segundo. Y se agarra al primer parcial, y con él lo hace la red, que le hace un par de favores en puntos claves que le llevan hasta el tie-break. Ah?, en la muerte s?bita, cada punto de Rafa y cada error de De Mi?aur se celebran como un gol. Contemporiza Nadal, que ve s?ntomas de nerviosismo en su rival, al que la pista se le queda peque?a. Y cuando ve malherida a su presa, muerde.



El primero a la buchaca, y de Mi?aur empieza a ver la que se le viene encima. Y m?s cuando, en el primer juego del segundo set, Nadal rompe de nuevo su saque. Queda mucho, de Mi?aur a?n ni lo sabe, pero ese el game over. A partir de ah?, Nadal no duda con su saque, que crece cada juego, y cierra al resto entre gritos de "oe, oe".



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