Este miércoles se cumplen*30 a?os de la liberaci?n de Maria ?ngels Feliu,*la farmacéutica de Olot (Girona) que permaneci?*secuestrada 492 d?as, el*cautiverio m?s largo en Espa?a*obra de la delincuencia com?n y el m?s deshumanizado y denigrante. Fue liberada por su propio carcelero en medio de una larga investigaci?n no exenta de dificultades.

Feliu tiene ahora 65 a?os, pero cuando la secuestraron, en noviembre de 1992, acababa de cumplir 34.

Dos agentes municipales –Toni Guirado y Pep Zambrano (quien se suicid? en 1997)– y un amigo suyo de Camprodon (Girona), Josep Llu?s Paz, alias 'Pato', fueron quienes la abordaron en el garaje de su casa y, encapuchados, la introdujeron en un veh?culo.

Estaban compinchados -aunque no todos se conoc?an entre ellos- con Ram?n Ullastre (en su casa fue donde la mantuvieron secuestrada) y Sebastià Comas, alias I?aki (su carcelero).

El inicio de una investigaci?n "liosa"

Investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que en un momento dado se hicieron cargo de las pesquisas, no dudan en calificar como "liosa" la investigaci?n.

Al principio se hizo cargo de ella la Polic?a Local, después los Mossos d'Esquadra, m?s tarde la Comandancia de la Guardia Civil de Girona... No tard? en entrar el Servicio de Informaci?n del instituto armado porque no se descart? que ETA pudiera estar detr?s y el padre de la farmacéutica pod?a ser un objetivo por su puesto en el Banco de los Pirineos.

Una vez descartada esta posibilidad, entr? en juego la UCO ante el convencimiento de que era delincuencia com?n.

Investigaci?n precaria

Pero todo este periplo y, en suma, las dilaciones, perjudicaron la investigaci?n, toda vez que los primeros que accedieron al coche del secuestro fueron los propios implicados de la Polic?a Local. La inspecci?n ocular no fue, a prop?sito o no, la pertinente. Algunos posibles indicios no pudieron recuperarse y las huellas "se empastaron", recuerdan las fuentes consultadas.

Y con la UCO al frente se abrieron varias l?neas de investigaci?n. Una de ellas llev? a la detenci?n un a?o m?s tarde de Xavier Bassa y Joan Casals, dos agentes comerciales delatados por Francisco Evangelista. Pero cuando Feliu fue liberada, fueron puestos en libertad.

Participaci?n de Casals

No se les pudo conectar, porque no hab?a pruebas suficientes, con la captura de Feliu, pero s? se constat? que Casals estuvo en Olot en las "previas" del secuestro, aunque no pudo participar el d?a de los hechos por una dolencia -amago de infarto o angina de pecho- que sufri?.

De todos modos, los investigadores, adem?s de comprobar que los agentes locales le hab?an quitado alguna denuncia, hallaron en su casa un plano donde se detallaban los pasos del secuestro. Y dio una explicaci?n poco veros?mil: hab?a visto una pel?cula y hab?a trasladado su gui?n en ese croquis.

En cualquier caso, aunque ambos no participaran en el secuestro en s?, los investigadores siempre creyeron que hicieron labores log?sticas o de vigilancia.

Intento de secuestro anterior

A Maria ?ngles Feliu ya la hab?an intentado secuestrar otra vez, pero también a otras dos j?venes de la localidad pertenecientes a familias m?s o menos pudientes.

Una de ellas era hija de un importante industrial y médica de profesi?n, pero precisamente por su trabajo no ten?a una vida ordenada de horarios ni rutinaria y eso les frustr?. Justo cuando ocurrieron esos anteriores intentos, Casals estaba en la zona.

Lo cierto –subrayan las fuentes– es que la investigaci?n no fue f?cil porque, entre otras cosas, en un lugar donde se conoc?a todo el mundo, la gente habl? poco por miedo a las represalias.

"Cosas raras" al lado de la farmacia

Sin embargo, una de las piezas claves de la investigaci?n fue un testigo que s? se atrevi? a ir al cuartel de la Guardia Civil para relatar que hab?a observado "cosas raras" al lado de la farmacia, como la presencia de un agente municipal que parec?a que controlaba el establecimiento.

Fue una de las pistas que enlaz? con Guirado, el polic?a local implicado materialmente en el secuestro y que, tras verse arrinconado, confes? su participaci?n. Pero esto ocurri? cuando hab?an pasado m?s de seis a?os de los hechos.

La UCO no pudo conocer a su debido tiempo otro dato importante: la confesi?n de un polic?a local que no quiso participar en el secuestro y acudi? a la Polic?a Nacional para insinuar la implicaci?n de Guirado. Un dato que, por lo que fuera, no lleg? a los investigadores de la Guardia Civil.

Pruebas contaminadas

Tan "liosa" fue la investigaci?n que hasta la UCO se dio un a?o de "par?n técnico" para ver si desde otras unidades del cuerpo, las de Girona y Barcelona, encontraban alg?n hilo diferente del que tirar.

Pero del que ya hab?an tirado era el bueno y, por eso, se detuvo a los implicados. Sin embargo, se tard? en hacerlo porque desde el principio las pruebas estuvieron "contaminadas" por una "mala praxis" y porque la gente no colabor? por "miedo a hablar", enfatizan las fuentes.

Ullastre, hombre peligroso

Y es que aunque los vecinos de Ullastre, en cuya casa estaba secuestrada la farmacéutica, o?an gritos y lloros procedentes de la vivienda, nadie se atrevi? a denunciarlo.

Ullastre era un hombre peligroso, ten?a fotograf?as vestido de guardia, carné del CNI e, incluso, hab?a propinado alguna paliza a yonkis.

Una vez detenidos los autores, la gente colabor? y relat? a los agentes algunos extremos que luego s? fueron ?tiles en la investigaci?n, cuyo éxito final se debi? en gran medida a la tenacidad y constancia de los investigadores y a su "sincronizaci?n" con el trabajo judicial, se?alan las fuentes consultadas.

No se pag? rescate

Siempre ha quedado la duda de si se pag? o no rescate. Lo que s? es cierto es que intentos hubo, pero tantos los secuestradores como la familia siempre han asegurado que finalmente no se produjo ning?n desembolso.

La UCO s? control? un intento de pago a través de la subasta de un cuadro de un pintor importante espa?ol en Sotheby`s de Londres. Aunque la familia no era directamente la que lo subastaba, a los investigadores les lleg? el rumor de que podr?a esta tras la venta de esa obra de arte. La subasta se bloque?.

492 d?as en una especie de perrera

Feliu estuvo 492 d?as en una especie de perrera, sin poder ponerse de pie, mal alimentada, sin cambiarse de ropa, sin luz los primeros meses, luego con una vela, después con una bombilla, en un lugar inh?spito, lleno de humedad....

Como describe uno de los investigadores, su secuestro fue el 'summun' de la deshumanizaci?n.

Fue "denigrante", contin?a el investigador, quien no alcanza a comprender c?mo una familia, la de Ullastre –su mujer fue detenida– pudo retener a una persona en esas circunstancias.

Cree este agente que Feliu sobrevivi? porque era farmacéutica y pudo dosificar su escasa alimentaci?n y pedir a sus captores alg?n alimento dependiendo de lo que su cuerpo necesitara en ese momento.

El s?ndrome de I?aki

Y con quien pod?a hablar la v?ctima era con I?aki, contra el que no lleg? a declarar en el juicio. Ella no quer?a que le pasara nada malo porque, "entre comillas, se port? bien" con ella.

Podr?a decirse que Feliu sali? de su cautiverio con el conocido como s?ndrome de Estocolmo, pero I?aki pudo sufrir precisamente el inverso, el s?ndrome de Lima. Es decir, pudo albergar sentimientos positivos hacia la persona que estaba custodiando.

Quiz? por eso, un 27 de marzo de hace ahora 30 a?os y por su cuenta y riesgo liber? a la farmacéutica y la dej? en una gasolinera. Actu? por libre y le pudo costar caro. Pero hoy, Maria ?ngels Feliu est? viva.



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