No es el momento de hacer le?a del ?rbol ca?do. Se han cometido errores y no se han solucionado problemas que se arrastran desde hace demasiados a?os. Cierto. Pero el pasado no tiene soluci?n, toca afrontar el futuro con responsabilidad conscientes de que vivimos un presente complicado. Los que sentimos el Barça con pasi?n, no somos amantes de hurgar en las heridas ni provocar situaciones de crisis que pueden terminar en colapso. Los problemas hay que afrontarlos con la cabeza fr?a, con an?lisis y autocr?tica, con los mejores asesores y la verdad por delante.

Laporta y su directiva deben hacer una reflexi?n profunda ante los numerosos problemas que acumula el club. El primer problema es econ?mico, de tesorer?a, la falta de liquidez es un freno para tomar decisiones. No se puede hacer lo que se quiere, solo lo que se puede que no es mucho. La presi?n de cumplir el presupuesto o en su defecto reducir las pérdidas, produce angustia y vac?o. Cumplir el 'fair play' de la Liga sigue siendo un objetivo no resuelto y esto hipoteca muchos objetivos.

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La situaci?n deportiva después de una temporada en blanco es preocupante. El equipo no ha dado la talla y parece obligado potenciar la plantilla con el condicionante de que solo puede haber fichajes de primera l?nea si antes se realizan traspasos millonarios. Vender para comprar mejor. Ni Deco ni Xavi saben a d?a de hoy qué jugadores podr?n fichar y cuantos titulares se marchar?n. La plantilla actual, por mucho que nos ilusionemos con los canteranos, no da para competir en Europa ni para plantar cara en la Liga al Madrid que anuncia fichajes importantes.

Montjuïc ha sido una barrera y un freno para los socios. La cuesti?n social ha ca?do bajo m?nimos, la Barçamania ha desaparecido. Hay que volver a ilusionar a la afici?n como motor de apoyo al equipo. Sin falsas promesas, con realidades. El enfriamiento de los culés es patente y motivos no les faltan. Solo el futbol femenino est? cumpliendo con brillantez y orgullo. La reducci?n de presupuesto en las secciones se paga. Las obras del Camp Nou va por buen camino pero una apertura a medias a final de a?o no permitir? generar ingresos para competir con el Bernabéu hasta el 2026.

Con esta dif?cil situaci?n por delante no podemos olvidar el gran problema de la deuda que nos debe preocupar porque de ella depende que la entidad pueda seguir siendo de los socios o tenga que inventarse una f?rmula de propiedad compartida, una sociedad an?nima encubierta. La deuda hist?rica pesa como una losa, pero adem?s pronto comenzar?n a llegar los compromisos de pago asumidos por la construcci?n del nuevo estadio. Estamos delante de un panorama global que quita el sue?o pero no hay otra soluci?n que afrontarlo con conocimiento y decisi?n.



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