La justicia ha deparado esta semana dos buenas noticias al periodista Jes?s Rodr?guez Sellés. Una es el archivo de la causa en la que estaba imputado por terrorismo por las protestas convocadas por Tsunami Democràtic y la otra es la confirmaci?n de la condena de dos a?os de c?rcel impuesta al mosso d'Esquadra que le golpe? con la porra en la mano mientras cubr?a los disturbios que se produjeron durante el desalojo del llamado Banc Expropiat, una antigua sucursal bancaria cerca de la plaza de la Revoluci? del barrio de Gràcia de Barcelona.

En una sentencia a la que ha tenido acceso EL PERI?DICO el Supremo avala la de la Audiencia de Barcelona que consider? probado que el 25 de mayo de 2016, "durante la tercera noche de disturbios provocados por el movimiento okupa en protesta por el desalojo", cuando "quedaban pocos manifestantes en la plaza y los fotoperiodistas que cubr?an la manifestaci?n se iban de retirada, una mujer de edad media-avanzada y vestida toda de blanco se encar? al cord?n policial de la calle Mare de Déu dels Desamparats y de forma provocativa entabl? una conversaci?n con el Jefe del dispositivo policial", que "la empuj? y cay? al suelo".

"La escena fue grabada y fotografiada por varios periodistas que hab?a en Ia zona y que se acercaron al llamarles la atenci?n la conducta de dicha se?ora". A continuaci?n se lanzaron varias botellas de cristal y la polic?a carg? para dispersar a los manifestantes "Varios periodistas se situaron en las laterales de la calle, aprovechando las entradas de portales y comercios", como hizo Rodr?guez Sellés, que no portaba ning?n distintivo que le identificara como periodista, pero levant? las manos y grit? prensa cuando el mosso condenado se dirigi? a él y le "dio un golpe con la defensa en la pierna derecha".

Después sobrepas? la l?nea policial que se hab?a formado y "se adentr?, en la plaza, por su derecha, donde estaban situados un peque?o grupo de personas y se dirigi? directamente a Jes?s Rodr?guez Sellés y, con el ?nimo de atentar contra su integridad f?sica de forma gratuita, sin que ni él ni las pocas personas que le rodeaban en este lugar de la plaza, estuvieran realizando ning?n acto hostil, ni violento, ni agresivo, mediante la defensa que portaba en su mano izquierda le golpe? en la mano de forma que fe caus? una fractura oblicua de la primera falange de la mano izquierda".

El tribunal destaca que "ning?n otro agente de los que acompa?aban al acusado en esa calle despleg? la fuerza en ese momento contra las personas que se encontraban en el mismo lugar que el perjudicado", que result? herido y necesit? de 90 d?as para curaci?n y estabilizaci?n de los que "40 se consideran impeditivos sin hospitalizaci?n".

Tanto la Audiencia, como el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dieron la raz?n al lesionado. El Supremo declara en su sentencia que "el potencial aumento de la capacidad lesiva" de la porra utilizada por el agente condenado "y la eventual mayor gravedad de las lesiones que ocasione por parte de quien lo utilice" son circunstancias que "no cabe negar que pueden derivarse de un uso inadecuado de este tipo de defensas, ya que, aunque su finalidad no sea de agresi?n, no se ha de ignorar el incremento de riesgo que para la integridad f?sica de cualquiera comporta, debido a la contundencia que conlleva su empleo". Adem?s, descarta que la actuaci?n del agente pueda considerarse enmarcada en una situaci?n de "cumplimiento de deber".



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